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La estrategia de Mou en la suplencia de Casillas
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Javier Gómez Matallanas

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La estrategia de Mou en la suplencia de Casillas

Hay quienes piensan que José Mourinho no tiene ninguna estrategia ni busca ningún fin con sus decisiones y con sus actuaciones. Que las toma y punto.

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La estrategia de Mou en la suplencia de Casillas

Hay quienes piensan que José Mourinho no tiene ninguna estrategia ni busca ningún fin con sus decisiones y con sus actuaciones. Que las toma y punto. Y que salga el sol por Antequera. Hay otros que opinan que todo lo hace buscando un fin. Los que son de esta opinión especulan que con su decisión de dejar en el banquillo a Casillas ante el Málaga buscaba distraer la atención sobre la abismal distancia que llevan en la Liga con el Barcelona (16 puntos) y el Atlético de Madrid (siete puntos), cuando aún restan dos jornadas para que concluya la primera vuelta. También apuntan, que dejando a Casillas de suplente, se hablaría de la inexplicable suplencia del capitán del Real Madrid y de la selección española y no se hablaría en caso de derrota, que finalmente se produjo, de que el equipo que le ganaba está dirigido por Manuel Pellegrini, a quien menospreció públicamente en la fase en la que faltó al respeto a sus compañeros de trabajo (Preciado, Manzano y el propio Pellegrini).

Lo de la decisión técnica no se sostiene, porque Casillas sólo ha encajado 14 goles en Liga y con sus actuaciones había dado puntos al Madrid, como viene haciendo durante toda su carrera. Mourinho ha querido señalar a Casillas intentando la división del madridismo entre los partidarios de Mou y los partidarios de Casillas. Mou ha querido ocultar su fracaso en este campeonato liguero dejando entrever con el banquillazo a Iker que los españoles le están haciendo la cama, cuando no hay nadie en el vestuario madridista, ni españoles, ni portugueses, ni alemanes, ni nadie, que le soporte. Una fuente de ese vestuario apuntaba hace 10 días que “es muy difícil tener a todos los jugadores de una plantilla contentos, pero es mucho más complicado tenerlos a todos enfadados y eso sucede ahora en la caseta del Madrid”.

Si, como aseguran fuentes próximas a Mourinho, sentó a Iker Casillas en el banquillo porque le considera el filtrador de Antón Meana, periodista de Radio Marca al que Mou y su ayudante Silvino Louro exigieron su fuente de información, el entrenador portugués actúa con una mezquindad impropia de un entrenador top, como él se define.

Dejar de suplente a Casillas en un partido liguero ha sido una apuesta fuerte de Mou. Sentar al capitán del Madrid y de la selección sin ningún motivo técnico es una provocación y una obstentación de poder que invitan a pensar que el entrenador de Setubal está forzando su salida.

Florentino Pérez se tiene que posicionar en este conflicto que nada más escenificarse con la suplencia de Casillas se ha convertido en una gran crisis. El presidente del Real Madrid se personó ayer en el partido benéfico que organizó Casillas escenificando precisamente un apoyo público a su capitán. El significativo gesto de Florentino invita a pensar que el presidente respalda a Casillas. Florentino venía sopesando la destitución de Mou antes del órdago de sentar al capitán. Alberga dudas porque se queda sin escudo de cara a las elecciones presidenciales del próximo mes de junio. Pero la situación se está tornando tan insostenible (el batiburrillo táctico del Madrid es cada partido más preocupante) que la continuidad de Mou también puede ser un hándicap electoral para su reelección. La pelota está en el tejado de Florentino. Y da toda la sensación de que se la ha tirado Mourinho aposta.

Hay quienes piensan que José Mourinho no tiene ninguna estrategia ni busca ningún fin con sus decisiones y con sus actuaciones. Que las toma y punto. Y que salga el sol por Antequera. Hay otros que opinan que todo lo hace buscando un fin. Los que son de esta opinión especulan que con su decisión de dejar en el banquillo a Casillas ante el Málaga buscaba distraer la atención sobre la abismal distancia que llevan en la Liga con el Barcelona (16 puntos) y el Atlético de Madrid (siete puntos), cuando aún restan dos jornadas para que concluya la primera vuelta. También apuntan, que dejando a Casillas de suplente, se hablaría de la inexplicable suplencia del capitán del Real Madrid y de la selección española y no se hablaría en caso de derrota, que finalmente se produjo, de que el equipo que le ganaba está dirigido por Manuel Pellegrini, a quien menospreció públicamente en la fase en la que faltó al respeto a sus compañeros de trabajo (Preciado, Manzano y el propio Pellegrini).

Iker Casillas