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Javier Tebas, la corrupción y el tongo de los premios de la Liga de Fútbol Profesional
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Javier Gómez Matallanas

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Javier Tebas, la corrupción y el tongo de los premios de la Liga de Fútbol Profesional

La sensación de tongo en la Gala de los Premios de la Liga de Fútbol Profesional ha ido en aumento según han ido pasando los días.

La sensación de tongo en la Gala de los Premios de la Liga de Fútbol Profesional ha ido en aumento según han ido pasando los días. Una semana después de la entrega de los polémicos galardones en la que se ninguneó de manera flagrante al Atlético de Madrid, y tras varias intervenciones públicas de Javier Tebas, el presidente de la LFP, se puede concluir que, amparados en una confidencialidad que suena a inventada por la propia LFP, con la que no están de acuerdo ni clubes ni futbolistas, todo lo que ha envuelto a la votación de los premios es una auténtica chapuza que hace dudar de que el resto de medidas y acciones que hace la patronal del fútbol no las realice de la misma manera oscura, arbitraria y chusca.

Las quejas, las críticas y las protestas no se tratan de una pataleta de los aficionados atléticos, ha sido un atentado al sentido común y la razón de todos los aficionados al fútbol. Tebas se ha encargado de minimizar las consecuencias del mal hacer de la LFP en este asunto de los premios. “Esto de los premios es un tema menor”, ha venido a decir en privado. Pues no se trata de un tema menor, en absoluto. Estamos ante un ejemplo de secretismo que hace sospechar de amaño en una votación. Si no fuera así, harían públicas unas votaciones llenas de irregularidades (“pueden votar hasta los utilleros haciéndose pasar por los capitanes y firmando con un garabato”, ha llegado a comentar frivolizando una fuente de la LFP) y se aferran a un acuerdo de confidencialidad que los propios clubes y jugadores niegan.

En el modo de actuar de los responsables de la LFP, con Tebas a la cabeza, hay semejanzas con el pasotismo con el que los partidos políticos afrontan, o afrontaban hasta hace pocos meses, los casos de corrupción de los que se les acusaba. A Tebas le da igual que se le diga que lo conveniente es hacer públicos los votos. Esa exigencia de los profesionales se la trae al pairo y choca mucho si la comparas con su cruzada por acabar con los amaños de partidos. Parece sincero en ser el abanderado de esa causa (aunque en sus inicios en el fútbol también pudo estar implicado en alguna práctica en algún partido decisivo). Es inflexible con los amaños de partidos, pero cuando le acusan de amaño en una votación ni se plantea hacer públicos los votos para demostrar que esa votación fue limpia.

Si con una sencilla votación existe este descontrol, ¿cómo harán el control económico que están realizando y del que se jactan que está funcionando? En la organización pura y dura del acto de la Gala nada tiene que ver la LFP realmente porque eso lo lleva todo Mediapro, la empresa que maneja absolutamente todo en la LFP desde la llegada de Javier Tebas. Es en el despacho del presidente donde Jaume Roures firma los contratos de los derechos televisivos de nuevos equipos que capta, como sucedió con el Atlético de Madrid, cuyo acuerdo entre Miguel Ángel Gil Marín y Mediapro se firmó el pasado mes de junio con Roures en el despacho de Tebas, con el presidente de la LFP de testigo.

Javier Tebas se aupó a la presidencia con el apoyo de Real Madrid y Barcelona. Supuestamente con los votos del G-30 que controla habría podido llegar a ser presidente de la Liga de Fútbol Profesional, pero hasta que no tuvo la bendición de Florentino Pérez no pudo llegar a ser presidente. La buena relación de Tebas con el presidente del Real Madrid se puede romper si el Gobierno finalmente aprueba el Real Decreto en el que se va a regular la venta centralizada y el reparto de los derechos televisivos de la Liga.

Tebas está abriendo muchos frentes. Su guerra con Hacienda es arriesgada y muy seguro debe de estar de tener controlado todo su pasado económico. Los que le conocen desde hace años le reconocen más en el papel de Al Capone que en el de Elliot Ness al frente de los intocables, papel que juega ahora que es el adalid de la limpieza. Tebas considera una chorrada la polémica creada alrededor de los polémicos premios de la LFP, pero con su proceder y su oscurantismo se comporta como los políticos en los casos de corrupción. Para demostrar que no hubo tongo no vale con decir que va a cambiar el sistema de votación para la próxima temporada, para demostrar que no hubo tongo solo le queda una salida: hacer públicos los votos. Si se sigue negando, igual se los piden desde un juzgado porque hay gente planteándose demandarle. Veremos…

La sensación de tongo en la Gala de los Premios de la Liga de Fútbol Profesional ha ido en aumento según han ido pasando los días. Una semana después de la entrega de los polémicos galardones en la que se ninguneó de manera flagrante al Atlético de Madrid, y tras varias intervenciones públicas de Javier Tebas, el presidente de la LFP, se puede concluir que, amparados en una confidencialidad que suena a inventada por la propia LFP, con la que no están de acuerdo ni clubes ni futbolistas, todo lo que ha envuelto a la votación de los premios es una auténtica chapuza que hace dudar de que el resto de medidas y acciones que hace la patronal del fútbol no las realice de la misma manera oscura, arbitraria y chusca.

Javier Tebas Florentino Pérez