Simeone moderniza su fútbol siderúrgico para volver a ganar a Madrid y Barça

Simeone ha conseguido aupar al Atlético de Madrid a la élite del fútbol europeo y ha logrado hacer de la intensidad un espectáculo. El Atleti de Simeone es un modelo en sí mismo que se ha impuesto hasta ser imitado por muchas selecciones en la pasada Eurocopa. Jugando como el Atleti, con orden, rigor defensivo, replegados, con las líneas juntas, buscando el más mínimo error del rival para penalizarlo, jugando con la máxima intensidad y peleando cada balón como si fuera el último, jugando como el Atleti del Cholo ganó la Eurocopa la Portugal de Cristiano y conquistó a todos los futboleros la entrañable Islandia.

Cuando se hizo cargo del Atlético, en enero de 2012, imponer esa forma de jugar era impopular en España porque los éxitos de la Selección española y los del Barça habían impuesto un estilo de juego basado en el toque, en sacar el balón jugado desde atrás, en madurar la jugada con la posesión, en defender teniendo la pelota. El llamado tiqui-taca se había impuesto hasta ver a equipos españoles de categoría regional sacando le balón jugado desde atrás y buscando el toque, pese a no contar con futbolistas dotados de la técnica necesaria para imponer un fútbol de posesión. Joachim Low también imitó el tiqui-taca de La Roja y lo logró imponer a la selección alemana hasta que acabó ganando el Mundial 2014 después de golear a la anfitriona Brasil en semifinales.

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Con la diferencia de presupuesto con Madrid y Barça, Simeone convenció de que esa forma de jugar era la única para mirar a los ojitos de los dos equipos más poderosos del mundo. Y con esa intensidad le ganó una Copa al Madrid en el Bernabéu y una Liga al Barça en el Camp Nou. Y logró meterse en dos finales de la Copa de Europa, algo que el Atlético solo había hecho una vez en su historia. El mérito de Simeone es grandísimo, aunque precisamente en esas dos finales tuvo probablemente sus dos peores días como entrenador y en la última de Milán le faltó valentía para ir por el partido y prefirió ser conservador y esperar a los penaltis no sacando al campo a Ángel Correa, un cambio que parecía evidente para todos menos para el Cholo que es quien decide.

El crecimiento del Atlético por jugar de seguido cuatro ediciones de Champions de la mano de Simeone se ha traducido también en un aumento de los ingresos para el club lo que ha permitido retener a jugadores como Oblak, Godín y Griezmann y al propio Cholo dándoles contratos competitivos. Y también le ha permitido al club fichar a futbolistas de primer nivel mundial intentando complacer las peticiones del entrenador. De esta forma llegamos a la temporada actual en la que el Atlético ha configurado una plantilla que puede competir de nuevo con Madrid y Barcelona en España y en Europa.

Al fútbol siderúrgico del Atleti de Simeone se le venía pidiendo una revolución industrial en busca de imponer las nuevas tecnologías de juego ofensivo. Al Cholo se le pide dar un paso al frente y él mismo lo intentó la pasada temporada cambiando su férreo 4-4-2 a un 4-3-3, pero finalmente volvió al 4-4-2. Parecía que esta temporada también iba a intentarlo, pero no ha logrado convencer a los jugadores para que se sientan a gusto en el 4-3-3.

Un once sorprendente

Hasta el pasado sábado que Simeone sorprendió a todos con el once más ofensivo que se le recuerda. Un 4-4-2 que se podía convertir en 4-2-4 en ataque, sostenido en Koke y Saúl en la zona de creación y destrucción y con cuatro puñales arriba, Carrasco, Gaitán, Gameiro y un Griezmann que ha empezado subir el escalón de Bale y Neymar para estar en el peldaño de Messi y Cristiano. Puso ese once ante el Sporting y le metió 5 a los guajes del Pitu Abelardo, ante el disfrute de los 50.000 del Calderón que quieren que su equipo gane, pero si se alegran la vista con un fútbol vertical y valiente amortizan mejor su abono que ganando por la mínima.

Simeone comprobó que tiene fondo de armario y que probablemente cuenta con un póker de delanteros para competir con Madrid y Barça como son Griezmann, Gameiro, Correa y Torres, ya que cuando salieron el argentino y El Niño el nivel ofensivo siguió siendo top. Además Carrasco y Gaitán son dos jugadores para hacer buen fútbol de ataque. Y hay que recordar que el capitán Gabi, que fue el mejor centrocampista de la última Champions, sigue rindiendo a gran nivel, y se quedó fuera de un once en el que tampoco entraron Augusto ni el lesionado Tiago. El croata Vrsaljko demostró que puede sustituir perfectamente a Juanfran y Giménez y Lucas Hernández serían los centrales titulares de todos los equipos de La Liga Santander y son suplentes de Savic y el káiser Godín.

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En definitiva, el Cholo cuenta con un plantillón y el Atlético le puede disputar la Liga y la Champions al Madrid y al Barça. Simeone parece haber dado un paso al frente y está dispuesto a ser aún mejor entrenador dando una vuelta de tuerca al fútbol con el que ha triunfado intentando que su equipo mantenga su rigor defensivo, su intensidad y su fe y encima mire más la portería contraria. En el trabajo sin balón Guardiola y Simeone se parecen mucho, pero luego Pep busca la victoria desde el ataque y Diego Pablo desde la defensa. Si Simeone hace una revolución a su fútbol industrial y se sofistica en ataque puede tener aún mayores registros que Guardiola. Los dos, el argentino y el catalán, son ya los mejores entrenadores del mundo.

P. D. El Calderón entendió las explicaciones de Simeone a su reducción de contrato. Era lo esperado. Otra cosa que no hubiera sido una ovación al líder de los colchoneros habría sido una sorpresa. Además, el ídolo les regaló un gran fútbol y una goleada con una alineación inesperada y ofensiva.