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Juan Pedro de la Torre

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Jorge Lorenzo nos recuerda que hay que seguir contando con él

Cierra 2016 de la misma forma que lo empezó, ganando. Es un aviso a navegantes. Todos están a la expectativa sobre su rendimiento con la Ducati. Ya es tiempo de hablar de 2017

Foto: El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, entrega a Jorge Lorenzo el trofeo que le acredita como vencedor. (EFE)
El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, entrega a Jorge Lorenzo el trofeo que le acredita como vencedor. (EFE)

A veces la espontaneidad de un piloto es más elocuente que cualquiera de las explicaciones o los razonamientos que alguien pueda hacer. Me quedo con las palabras de Marc Márquez ante los micrófonos de Movistar+ nada más acabar la carrera: “Espero que a Lorenzo no le vaya muy bien con la Ducati el año que viene, porque de lo contrario estamos jodidos”.

Márquez ya es suficientemente mayorcito para saber medir sus palabras, para saber cuando es oportuno o no decir algo, y nadie le dice cómo tiene que hablar. Y si se ha expresado así es porque está lanzando un mensaje claro: Jorge Lorenzo, en pleno estado de forma y sobre una moto que vuela, como la Ducati, les va a hacer sudar de lo lindo a todos. En el fondo, los hombres de Honda deben estar celebrando que Yamaha no permita rodar a Lorenzo en Jerez, con la Ducati, y que su única toma de contacto con la Desmosedici se limite a las pruebas del martes y miércoles próximos.

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Ducati ha creado una excelente base de partida que coincide con todo lo que Lorenzo siempre ha pedido a una moto: potencia, aceleración, y velocidad. Son los tres pilares básicos en los que reposa el éxito en el motociclismo. Y vimos en el Circuit Ricardo Tormo que la vida de un piloto, a lomos de una Ducati Desmosedici, tiene sus ventajas: “Aquí es muy difícil adelantar, pero reconozco que mi moto me ayudaba mucho porque es muy veloz y tiene gran aceleración”, admitió Andrea Iannone. Luego el piloto pone todo lo demás.

Cerramos 2016 y es tiempo de balances. La temporada ha vivido la incertidumbre de lo desconocido, el uso de la nueva electrónica y los nuevos neumáticos, y ahora da paso a una incertidumbre quizás mayor, porque la parrilla de MotoGP en 2017 se llena de cambios y novedades. Los únicos que permanecen estables con los equipos de Honda, donde sus cinco pilotos se mantienen en el mismo puesto, y Avintia y Pramac, equipos satélite de Ducati. Las demás escuderías van a enfrentarse a numerosos cambios.

Nueve ganadores diferentes

En este balance pesa por encima de todo lo positivo. Ya quisieran muchos organizadores de campeonatos contar con nueve ganadores diferentes en una misma temporada, un resultado inédito hasta el momento en el Campeonato del Mundo. “Que haya nueve ganadores es algo positivo, aunque ha supuesto cierta desventaja para los equipos de fábrica”, admitió Lin Jarvis, máximo responsable de Yamaha. Y es cierto. Davide Brivio, de Suzuki, lo reconoce: “Nos han beneficiado los cambios porque para nosotros era muy difícil alcanzar el nivel de la electrónica que ya existía, y también con los neumáticos, porque en relación con la experiencia que ellos habían alcanzado, en la situación actual la diferencia ha sido menor. Creo que esto es bueno para el deporte”.

El problema para Suzuki es que pierde por completo la referencia de sus dos pilotos, al permitir la fuga de Maverick Viñales –una cláusula de su contrato concedía a Suzuki el derecho de tanteo si el piloto estaba entre los seis primeros a mitad de temporada, pero no la ha ejecutado- y no renovar a Aleix Espargaró. Y además, Andrea Iannone y Alex Rins, un debutante, tendrán que trabajar sin las ventajas de las concesiones que hasta ahora han disfrutado.

Todos los fabricantes creen que 2016 ha sido un buen año, y que también podrá serlo la próxima temporada con más marcas en liza con la llegada de KTM, que pasó sin pena ni gloria por Cheste. En el garaje de la marca austriaca se respiraba un ambiente de cierta decepción. El único momento bueno llegó en la clasificatoria, cuando Mika Kallio se quedó a siete décimas de la “pole” de 2015, pero minutos después Lorenzo endosó casi dos segundos a ese registro, dejando a Kallio muy lejos. El muro de los dos segundos marca las diferencias en MotoGP.

Los experimentados pilotos de KTM

KTM tuvo la inteligencia de fichar a dos experimentados pilotos, Pol Espargaró y Bradley Smith, y seguro que avanzará a pasos agigantados. Además, no le faltarán recursos a una marca que ha decidido realizar una gran inversión, creando un departamento dedicado exclusivamente a MotoGP en Munderfing, cerca de su sede de Mattighofen. No se trata de un mero experimento: las crecientes dificultades para la práctica del off-road en moto ha hecho que esa marca, icono del motocross y el enduro, haya dado un giro en su producción hacia las motos de carretera, que alcanzan ya el 60% de las 200.000 motos que fabrican. Cuatro veces más que Ducati.

La habilidad de KTM le ha llevado a apostar sobre valores seguros. Los demás se quedan con los debutantes, los que llegan de Moto2. Analizando como ha sido la temporada de la categoría intermedia, resulta curioso que el campeón de las dos últimas temporadas, Johann Zarco, no haya conseguido una moto de fábrica en 2017. Correrá con Tech 3, el equipo satélite de Yamaha, que tiene recursos finitos y límites marcados por la fábrica, aunque con la ayuda que ofrecerá Dorna a los equipos satélite de MotoGP la próxima temporada -2,2 millones de euros por piloto para el “leasing” de las motos y el material de recambio, excluidas las caídas-, es de suponer que podrán redistribuir su presupuesto y ganar en competitividad.

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En cambio, Suzuki se queda con Alex Rins, y Aprilia con Sam Lowes. Por diversas circunstancias, la temporada de ambos ha resultado decepcionante.

Con seis fábricas en liza y una docena de motos oficiales, los pilotos más cotizados dispondrán ahora de un mayor abanico de opciones en MotoGP, y los fabricantes se van a tener que emplear con más ganas para poder retenerlos, especialmente a los jóvenes talentos. Pero eso es bueno para el deporte.

A veces la espontaneidad de un piloto es más elocuente que cualquiera de las explicaciones o los razonamientos que alguien pueda hacer. Me quedo con las palabras de Marc Márquez ante los micrófonos de Movistar+ nada más acabar la carrera: “Espero que a Lorenzo no le vaya muy bien con la Ducati el año que viene, porque de lo contrario estamos jodidos”.

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