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Jesé y Deulofeu, estrellas de oro con muchas sombras por borrar
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José Manuel García

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Jesé y Deulofeu, estrellas de oro con muchas sombras por borrar

Leo una frase que me llamó mucho la atención por su rotundidad: “Jesé no va a parar hasta que sea el mejor del mundo”. La ha

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Jesé y Deulofeu, estrellas de oro con muchas sombras por borrar

Leo una frase que me llamó mucho la atención por su rotundidad: “Jesé no va a parar hasta que sea el mejor del mundo”. La ha dicho Sixto López, el descubridor de Jesé Rodríguez, la joven perla de la cantera del Real Madrid, flamante campeón de Europa con la selección sub 19 donde también se ha proclamado máximo goleador y mejor jugador del torneo. Todos comparan al joven canario con Cristiano Ronaldo, incluso dicen que es su clon. En el Real Madrid se frotan las manos. El tesoro está en casa.

Sin duda, Jesé es un futbolista deslumbrante, un jugador con unas cualidades asombrosas para ser un futuro 'top ten', una estrella que dominará el territorio fútbol, un cazagoles destinado a ser futuro solista dentro del 'showtime' soñado por Florentino Pérez. Fue curioso pero el mejor socio que tuvo Jesé en el pasado torneo fue Gerard Deulofeu, el otro mago del balón, barcelonista de siempre, que se erigió en el elemento necesario para que España convirtiera en oro el esfuerzo de todo un equipo.

La dupla Deulofeu-Jesé da fuertes golpes de aldabón en el presente y en un futuro que ya se atisba a la vuelta de la esquina está llamada a escribir con letras de oro el palmarés del fútbol hispánico. El sol les brilla con fuerza pero también puede deslumbrar y hacer que una sombra de dudas eche vinagre a sus sueños.

Deulofeu tiene carácter ganador. Es un futbolista que posee quince ojos. Mira descarado al adversario, lo encara y suele romperle la cintura. A Gerard le gusta recibir, hacer que sus piernas realicen sortilegios, burlar al contrario y apretar el turbo. Pero también le gusta esperar a otro adversario para seguir haciendo sortilegios. No tiene término medio: o sale a hombros o lo corren a almohadillazos. En el último europeo, Deulofeu fue la llave maestra que abrió la puerta a la final con Grecia. Pero en la final, salvo la jugada del gol, con pase perfecto, con la visión de un Laudrup con casi treinta años menos, se la puso de manera perfecta a Jesé para que el canario culminase con un remate genial. Pero Deulofeu en ese choque tuvo un pase de más y una carrera de menos.

Jesé Rodríguez anduvo brillante contra Portugal. Con los lusos esgrimió un repertorio inacabable, que amargó al portero luso. Tres le hizo. Frente a Francia, cuando el cansancio le mordía las piernas, Jesé sacó lo peor de sí mismo. Fue insolidario, protestó a su sombra y un pase errado de sus botas sirvió para que Francia, ya mirando al final, empatase y forzara los penaltis. Frente a Grecia, el juego de Jesé creció, realizó varios remates de peligro y aprovechó muy bien un pase magnífico de su socio Deulofeu para abrir la lata griega. Pero antes se tiró de mala manera buscando engañar al árbitro dentro del área. Con 19 años, calidad chorreando en las venas, y en ocasiones le asaltan maneras de buscavidas de tercera.

Con estos futbolistas, estrellas de un mañana muy cercano, sus cuidadores y técnicos han de tener sumo cuidado porque pueden terminar en dos lugares: en lo más alto del escalafón o de palmeros en algún equipo de cuarto nivel. O en la fantástica liga de Chipre.

Los medios periodísticos especializados suelen ayudar poco y mucho más en unos tiempos de nula actividad informativa. Jesé, según cuentan en el Real Madrid, está anotado en la agenda de José Mourinho, incluso tiene pendiente una charla con el portugués. Mou ha dicho a los suyos que Jesé tendrá su oportunidad pero todavía le queda recibir muchas patadas en Segunda. Pero, sobre todo, el canario tiene que ir despacito y educar sus modales. Con su calidad y visión de gol, anda sobrado del resto. Le sobra teatro.

Leo una frase que me llamó mucho la atención por su rotundidad: “Jesé no va a parar hasta que sea el mejor del mundo”. La ha dicho Sixto López, el descubridor de Jesé Rodríguez, la joven perla de la cantera del Real Madrid, flamante campeón de Europa con la selección sub 19 donde también se ha proclamado máximo goleador y mejor jugador del torneo. Todos comparan al joven canario con Cristiano Ronaldo, incluso dicen que es su clon. En el Real Madrid se frotan las manos. El tesoro está en casa.