Sahin, el futbolista que hizo que a Mou le doliera la cabeza

La historia del turco Nuri Sahin ha dejado a más de un madridista con la boca más abierta que los ventanales de una catedral. El excelente mediocampista cuenta con muchas papeletas para que le toque el premio de los grandes misterios del fútbol. Y en cada capítulo de su vida reciente, un nombre queda señalado con la negrita del protagonista: José Mourinho.

Mou ha sido el gran mentor de Sahin, su gran valedor, la persona que auspició su fichaje por el Real Madrid y, a la larga, la que activó su despido transitorio. En medio de la trama un personaje secundario de calado: Reza Tazeli, el agente de Nuri y el hombre que ha generado las conexiones entre el club madridista y las mejores piezas de la Bundesliga.

Sahin era la joya de la corona de un Borussia Dortmund campeón y sus cualidades no dejaron indiferente a Mou que llamó a Tazeli y éste se puso manos a la obra. Sahin llegó al Real Madrid por 10 millones de euros, aunque el equipo blanco tuvo que consentir el suplemento Altintop, que quedaba libre en el Bayer Munich, un gasto asumible, porque el turco no suponía mucho dispendio y tenía fama de buen elemento de vestuario. Ya no está Altintop, que se marchó a Turquía dejando en las arcas blancas tres millones.

Pero Sahin se lesionó al poco de comprometerse con el Real Madrid y aterrizó renqueante en el club. Mientras sus compañeros hacían acopio de energías para la temporada, el turco andaba en el gimnasio con los fisios blancos. No pudo debutar hasta diciembre, en la matinal frente a Osasuna. Pero al poco volvió a lesionarse. Entre medias, el jugador notaba como una losa pesada la mirada de Mourinho que observó un detalle que le martilleó las sienes: Nuri Sahin no se empleaba con la intensidad necesaria al igual que hace el resto del equipo, lo que para la mentalidad competitiva del entrenador portugués es pecado mortal. Nueva lesión, más tiempo en la enfermería y nuevo retorno de Sahin al equipo; siempre observado, enfadado porque no disponía de momentos estelares en el equipo y, por tanto, mostrando un ceño fruncido ante Mou.

Pero el entrenador quiere otro tipo de pelea, habló con Sahin al final del último ejercicio y le conminó a que viniera como una cafetera hirviendo en la pretemporada. Un ultimatum. Pero Sahin aterrizó de nuevo con tres candados. Tras el partido amistoso de Lisboa, Mou no pudo ocultar su enfado y anunció la salida del futbolista. Eso sí, como cedido y sin opción de compra. Cuatro clubes preguntaron por Sahin: Bayer, Arsenal, Tottenham y Liverpool. Por este orden y por diversas razones quedaron descartados los tres primeros. A Sahin le encandilaba el juego y el glamour del Arsenal, pero Arsene Wenger, el general mánager/coach de los gunners, es enemigo íntimo de Mou, cuya filosofía de fútbol se encuentra en las antípodas de la filosofía de Mourinho.

En cambio, el Liverpool es otra historia. Lo dirige Brendan Rodgers, casi un hermano para Mou, con el que coincidió en el Chelsea. Además, para hacerse con Sahin el Liverpool aceptó la no inclusión de la cláusula de opción de compra, también aceptó, sin decir una palabra más, abonar seis millones de euros y la ficha del jugador que asciende a cuatro millones netos. En la Premier League y en el Liverpool, en particular, se espera el ansiado crecimiento de Sahin. Este dispondrá de los minutos necesarios para curtirse y recibirá ese plus de guerrero que la histórica institución red le inoculará.

Sahin se despidió del vestuario madridista la tarde del debut liguero ante el Valencia. Será, según los planes del cuadro técnico, un hasta luego con gramos de esperanza. Al menos, Mou esperará al turco. El técnico sueña con el regreso de un futbolista distinto: cargado de cicatrices y un cuarterón de sangre caliente. La cuota que pide Mourinho para los suyos.