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A Florentino Pérez le queda mucha revolución pendiente
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José Manuel García

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A Florentino Pérez le queda mucha revolución pendiente

Los vientos  soplan con fuerza y mueven los alerones que guardan el Santiago Bernabéu. Con la Liga en el saco de los olvidos, las energías del

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A Florentino Pérez le queda mucha revolución pendiente

Los vientos  soplan con fuerza y mueven los alerones que guardan el Santiago Bernabéu. Con la Liga en el saco de los olvidos, las energías del Real Madrid se centran en la Champions y, en menor medida, en la Copa. Pero en el torneo de los torneos, el equipo blanco parte en desventaja y todo se lo juega a una carta: Old Trafford, día 5 de marzo, Manchester United como anfitrión en el 'Teatro de los sueños'. O de las pesadillas.

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, pese a la catarata de rumores que le está cayendo encima, siente un especial apego hacia la persona de José Mourinho, el entrenador, un tipo de fuerte personalidad y con el que le gustaría seguir contando más allá del 30 de junio. Mourinho ha sido el centro de todas las atenciones, para lo bueno y para lo catastrófico. El portugués ha sido foco de numerosos incendios pero ha dejado a Florentino en una barrera saludable. De espectador de lujo. Los resultados, no obstante, mandan y tanto el presidente como el técnico saben muy bien que, si el Real Madrid sale de Inglaterra eliminado de la Champions, el ciclo portugués quedará cerrado por reformas el 30 de junio. Pero si los blancos pasan a cuartos, las cartas de Mourinho se revalorizarán. Florentino quiere a Mou, aunque sabe que el agua y el aceite (algunos jugadores) no hacen migas. Cuando el calor apriete llegarán las elecciones y el presidente deberá tener sus deberes bien hechos para que los socios le den el visto bueno a su (casi) segura continuidad.

Florentino es consciente de que este verano le toca al Real Madrid mover el mercado porque se producirán bajas significativas en el vestuario; el presidente asume que algunas decisiones que adoptará no serán populares. El futuro madridista de Kaká, pese a sus buenas actuaciones en las últimas fechas, tiene caducidad en junio. Lo mismo que el de AdánCarvalho y Essien: ninguno seguirá. Higuaín y Benzemá, muy cuestionados este invierno, tampoco andan con la etiqueta de indiscutibles. Ambos poseen un gran cartel y en la planta noble de Concha Espina piensan que es un buen momento para vender. Lo mismo que se piensa de Coentrao, Albiol y Di María. Nadie hará ascos a una buena oferta encima de la mesa por estos jugadores.

Florentino Pérez tampoco mirará a otro lado como ocurriera antaño si algún emisario de algún equipo poderoso (y competidor con los blancos por el podio futbolístico europeo) llega con una oferta por Iker Casillas o Sergio Ramos. Sobre todo por el cancerbero que ha salido muy señalado tras el último escándalo de las filtraciones aireado por Marca y que obligó a Florentino a salir de manera apresurada (y deslavazada) a desmentir lo que de hecho supone un agujero negro.

El presidente de los blancos, igualmente, tiene la renovación de Cristiano Ronaldo entre los asuntos pendientes. Quiere renovar a CR7, pero sin grandes aspavientos, y marcando los tiempos. Y las distancias.

En el caso de los fichajes, los técnicos beben los vientos por Gareth Bale y por el uruguayo Edison Cavani. Aterrizará un portero. En Alemania y Francia se encuentran extendidas las redes. También en Italia, donde llama la atención un argentino: Romero, de la Sampdoria. Queda mucho hilo suelto hasta junio. Pero mientras, todos los ojos de los madridistas, en particular los de Florentino y Mourinho, están clavados en Old Trafford. Luego llegará, como en los tiempos del añorado Enrique Tierno, la gran movida.

Los vientos  soplan con fuerza y mueven los alerones que guardan el Santiago Bernabéu. Con la Liga en el saco de los olvidos, las energías del Real Madrid se centran en la Champions y, en menor medida, en la Copa. Pero en el torneo de los torneos, el equipo blanco parte en desventaja y todo se lo juega a una carta: Old Trafford, día 5 de marzo, Manchester United como anfitrión en el 'Teatro de los sueños'. O de las pesadillas.

Florentino Pérez