El Barça de Messi, Bartomeu, Zubizarreta y (todavía) Martino parece la casa de los líos

El Barcelona, mejor club del planeta en el último lustro, máquina devoradora de fútbol y títulos en la época Guardiola-Tito, hoy es un caos. Aquel equipo de insignes bajitos, viaja sin freno por el terraplén y huele a decadencia romana y a fin de un imperio. Los cuchillos vuelan. Y las puñaladas florecen. La casa azulgrana más bien parece la casa de los líos, con nombres propios y problemas comunes: Josep Maria Bartomeu, Andoni Zubizarreta, Tata Martino… Y, a lo lejos pero muy cerca, el 'entorno Messi'. Y más lejos de lo que parece, pero tratando de arrimar el hombro para calentarse, Luis Enrique.

Tras el desastroso partido que exhibió el Barça frente al Getafe, el vestuario azulgrana olía a derrota y a rendición. Las frases de Busquets y el capitán Xavi Hernández no dejaban lugar a dudas: “Hay que pensar en la temporada que viene”. Casi le daban la toalla de la rendición al Atlético de Madrid y le hacían un guiño doloroso al Real Madrid. Sus jugadores más emblemáticos no daban un duro por el equipo. Pero el Atlético trastabilló a las pocas horas y el Real Madrid se dejó ir… Al término de la jornada, las matemáticas parecían tener más fe que los corazones del vestuario. Hasta las palabras del Tata Martino, asumiendo los males del mundo Barça, olían a harakiri.

No muy lejos de allí, Andoni Zubizarreta se reunía con un viejo amigo, Luis Enrique, en la casa de éste en Gavá. El director deportivo hablaba de nombres propios que llegarán y de otros nombres propios que han de tomar las maletas y el primer avión que encuentren en El Prat.Se habla de 10 bajas. Luis Enrique y Zubi comentaron el futuro inmediato y en clave barcelonista. Los viejos compañeros se contaban confidencias y no sabían que cada palabra y gesto estaban siendo filtrados a los amiguetes de la prensa por ciertos miembros de la junta que preside Bartomeu, que quieren mal a Zubizarreta y, por supuesto, no quieren nada a Luis Enrique.

Esta gente filtradora no está de acuerdo con la tesis del director deportivo, esa que ve en el actual entrenador del Celta un Cholo Simeone a la azulgrana. Una parte de la junta directiva azulgrana quiere un entrenador de más enjundia, alguien con más pedigrée que el asturiano: hacer un último intento con Jürgen Klopp (Borussia Dortmund). O tratar de que toque la flauta y se convenza a Arsene Wenger, un viejo anhelo de los barcelonistas, que sistemáticamente suele esgrimir una respuesta: “Ni a tiros me sacarán del Arsenal”.

La parte que no se lleva bien con Andoni Zubizarreta, el vicepresidente económico Javier Faus y Antoni Rossich, director general del club, se sentó en la mesa con Jorge Messi, papá del fenómeno, y cerró las bases del acuerdo de ampliación del 'crack' rosarino. Leo terminará su nuevo contrato con el Barça en 2020 y ganará 20 millones limpios. Capicúa. Se convertirá en el futbolista mejor pagado y cerrará las puertas a cualquier traspaso. Messi, el Príncipe de Rosario, el 10, no quiere saber nada de otros clubes. No quiere irse del Barça… a no ser que desde el club le cierren las puertas y eso, de momento, pese a las cargas subterráneas de algunos, no sucederá. El 10 es intocable y el hecho de que sea precisamente Javier Faus (con el que tuvo un sonoro desencuentro el pasado invierno) el abanderado en las negociaciones es sintomático. Curioso que no forme parte del encuentro el director deportivo del club. O sea, Zubizarreta.

Eso sí, los disparos apuntan al vasco: solapadamente le acusan del contenido de estas filtraciones Barça-Messi. El padre del futbolista, molesto por haber salido a la luz ciertos aspectos de lo que se habló en esta reunión (petición del futbolista: renovación un año más de su amigo del alma Pinto y que se haga un intento de fichar a su alter ego Kun Agüero), se apresura a desmentir que el sol sale por Antequera.

Zubizarreta, que ha salido retratado tras su reunión con Luis Enrique, sabe ya de viva voz que el Tata Martino no piensa perdonar un euro de los seis millones de euros netos que tiene que cobrar de la temporada próxima. Y, por supuesto, la prima que cobraría si el Barça gana el título. Porque, a todo esto: todavía lopuede ganar…