El Sevilla, con la caja llena de euros, despedirá a Rakitic por la puerta grande

Desde el primer día del comienzo del ejercicio futbolístico que termina el 30 de este mes, Ivan Rakitic, flamante jugador del Barcelona, sabía que su temporada en el Sevilla podía ser de traca. El internacional croata, líder del conjunto tricampeón de la Europa League, siempre fue un futbolista especial. Llegó al Sevilla en medio de una cortina de silencio, pero se marchará con zumbido de cohetes.

Eso pretende el futbolista, en los altares para una parte importante de la afición blanca y que puso de uñas a otra parte más radical de los sevillistas. Y es que sus golpes sobre corazón tan blanco contrastaron con su proceder en unas negociaciones para una renovación por “el club de sus amores”, documento que jamás firmó porque Ivan, con fama de oído fino, se hizo el sordo y también anduvo mudo durante buen trecho de los últimos meses.

Pero Rakitic, así lo ha manifestado a los dirigentes del Sevilla, quiere salir por la Puerta del Príncipe (la puerta grande de los toreros). O sea, en la parte noble de la entidad de Nervión, rodeado del presidente, de Monchi y toda la cohorte sevillista. Rakitic fue el líder y capitán de un equipo que volvió a tocar la gloria europea, un futbolista que llegó por 2.500.000 euros y se despedirá engordando las arcas de su “querido Sevilla” en casi 25 millones de euros.

Porque las partes en la dura negociación (Barcelona y Sevilla) tienen mucha razón en la exposición de sus cifras. El club catalán abonará al Sevilla 18 millones en concepto de traspaso. Pero, además, en letra no tan menuda del contrato se especifican variables muy fácil de asumir por los azulgrana que alcanzan los 3,5 millones de euros, amén de los 2,5 millones que el jugador ha cedido para que la operación alcance el puerto deseado por todos. A todo hay que unir el valor de un futbolista tan prometedor como es el gallego Denis Suárez, cedido al Sevilla para las dos próximas temporadas. Una operación que llena de sonrisas al club blanco, teniendo en cuenta que, al cabo de la esquina, en meses, no hubiera visto un euro si se hubiera producido un colapso en las posturas.

En el club nervionense, el presidente José Castro traga saliva, escucha información de privilegio y esboza una media sonrisa cuando le dicen que las cifras que se manejan en la operación Rakitic inyectan un barco de energía en el club que preside: “Él (Rakitic) ha entendido que debe coger otro camino;las formas no han sido las que nos hubieran gustado porque las negociaciones se podrían haber llevado de otra forma. Lo que hay que hacer es agradecerle el tiempo que ha estado aquí, por lo que nos ha dado en el campo. Eso sí, el presidente del Sevilla le puede asegurar que no está para nada satisfecho de la marcha de Rakitic, porque yo lo quería aquí para disfrutarlo nosotros”. Castro reconoce que, pese a la generosidad de las cifras, “quizás yo soy el más perjudicado en todo esto, porque mi imagen queda marcada por la afirmación que dije de que se iba a quedar”.

Unai Emery, con el que Rakitic alcanzó el máximo nivel de su carrera deportiva, dispara una batería de elogios sobre las espaldas del croata: “Es un ejemplo tanto dentro como fuera del campo y para mí ha sido un honor poder entrenar a un jugador como él. Es cierto que las personas estamos de paso y que el Sevilla FC va a estar siempre ahí, pero Ivan bien se merece formar parte de su historia. ¡Gracias y suerte Ivan!".

En ese sentido, pero más pormenorizado, el director deportivo del Sevilla, Monchi, aprovechó una extensa entrevista que le hicieron en El Correo de Andalucía para hacer una defensa emotiva de Rakitic: “Yo sé lo que ha sufrido Ivan. Porque lo sé. Cuando un club tan importante como el Barcelona, Real Madrid, Manchester, Chelsea o Bayern, por decir el 'top cinco' del fútbol mundial, viene a por un jugador, si éste no siente que la posición en que está en ese momento no es buena,no duda. Yo sé que Ivan ha dudado, y muchísimo, y no por la parte de salir, sino por la de quedarse, que es lo que valoro.He hablado con él a diario. Tengo mensajes suyos que a cualquier sevillista le pondrían los vellos de punta. ¿Que la gente se queda con que al final se va al Barcelona y parece que es un mercenario? Vale, pero yo, que manejo más información y sé las conversaciones que he tenido con él a las 2 y 3 de la mañana por la diferencia horaria con Brasil, sé lo que ha transmitido y sé su tono de voz, pues digo que Ivan ha sufrido al irse de aquí”.

Monchi, de manera firme, no tiene dudas sobre la conveniencia de una despedida a lo grande del Sevilla: “Yo no tenía ninguna duda, no imaginaba que Ivan pudiera irse de otra manera; lo vendiéramos por 100 ó por 2. Lo hablaba muchas veces con Unai (Emery), por decir el último entrenador. Él, cuando estaba en Valencia, valoraba mucho que los jugadores del Sevilla se marcharan en loor de multitud: con las copas al lado, con un homenaje. La última imagen que tengo de Ivan es con una copa en la mano. No puede salir de otra forma que no sea bien”.

Rakitic, una vez terminada su participación en el Mundial, está a la espera de acontecimientos. Se tiene que presentar con la camiseta del Barcelona, pero antes, quizás horas o días, quiere besar el escudo del club que más le marcó: el Sevilla.

Los blancos ya tienen anotados los nombres y apellidos de los hombres que le harán el relevo. No será uno, sino dos. Como ocurriera el año pasado, tras la marcha de Negredo, aterrizaron Bacca y Gameiro, que hicieron que los sevillistas no añoraran al de Vallecas. Monchi lo tiene claro. El fútbol es una rueda que nunca para y no deja margen para sentimientos.