Es noticia
Momento Cesc Fábregas: la Roja espera a su líder… si es que quiere
  1. Deportes
  2. No hay Estrellas
José Manuel García

No hay Estrellas

Por

Momento Cesc Fábregas: la Roja espera a su líder… si es que quiere

Es el momento Cesc, la Selección espera un líder. Ahí lo quieren ver muchos, entre ellos Vicente del Bosque, que pise fuerte y toque tecla donde clame el premio

Foto: Cesc Fábregas, en un entrenamiento con la Selección (AP).
Cesc Fábregas, en un entrenamiento con la Selección (AP).

Cesc Fàbregas triunfó en toda regla en el Arsenal, donde con 21 años, 21, se erigió en el capitán más joven de la historia gunner. De ahí tomó billete a Barcelona, al añorado Barça, pero en el club azulgrana pinchó en hueso. De nuevo en la Premier, el ‘4’ saca fútbol y genio en el Chelsea y respira en grande al lado de Mourinho. Entre medias, la Selección. Ahí lo quieren ver muchos, entre ellos Del Bosque, que pise fuerte y toque tecla donde clame el premio. Es el momento Cesc, la selección españolaespera un líder.

Y ese líder tiene el dibujo de Cesc Fábregas, al menos así lo desea Del Bosque, cuya admiración hacia el catalán no es ningún secreto a voces y ahora mucho más, con las despedidas de Xavi Hernández y Xabi Alonso, líderes in pectore del equipo nacional, urdidores del gran juego de la Roja, que ahora mira más que nunca a Andrés Iniesta y David Silva, pero sobre todo concentra su visión en Cesc, un tipo con una personalidad demoledora, carácter ganador y una calidad técnica que le coloca en el top ten de los grandes futbolistas del planeta, aunque como solía decir el difunto Luis Aragonés, “es (Cesc Fábregas) un jugador de un nivel superior, con capacidad suficiente para ser un número uno. Pero ni él mismo lo sabe”.

Lo dijo Aragonés dos días después de dejar en la cuneta a Italia, en la Eurocopa de Austria. Cesc, el ganador, fue el elemento que apuntilló a los italianos con su penalti, el ganador que envió a las tinieblas la fama de equipo derrotado que pendía sobre los hombros de la Selección.

La historia y los entrenadores han tenido mucho que ver en los excesivos vaivenes que ha vivido su carrera. Y también la mala suerte: arribar al Barça en plena erupción de títulos y fútbol, con el maduro esplendor de Xavi Hernández, Iniesta y Messi, no le hizo la vida fácil. El Barça flojeaba en los terrenos del ‘nueve’ y Guardiola y luego Tito Vilanova (QEPD) se inventaron un puesto para Cesc. Al fin y a la postre, el exgunner es un poderoso jugador, alguien que va bien de cabeza, es rápido, vertical y posee el instinto asesino de los goleadores. Del Bosque no lo dudó tampoco y también tiró del ‘nueve mentiroso’ las veces que las circunstancias lo demandaron. Se trataba de incluir a Cesc en la partida, al fin y a la postre significaba una palada de talento sobre una montaña de talentos. Algo que resulta tan incuestionable como un puñetazo en la mesa: con Cesc en el terreno de juego, España ha vivido los mejores minutos de su historia.

En el Barça, conscientes de la sobreutilización de Cesc en el vértice de la delantera y observando que el juego de Xavi comenzaba a dar signos de flaqueza, aconsejaron al Tata Martino a retrasar la posición de Fàbregas, que se asociase más con Busquets en las salidas de balón y conectase en los metros siguientes con Messi y Andrés Iniesta. Pero el Príncipe de Rosarioanduvo en noche oscura un trecho largo del año, lo mismo que Neymar. La infausta temporada de Alexis Sánchez, que combinaba fallos estrepitosos con chispazos inauditos, tampoco ayudó. De ahí que el Tata se hiciera el sordo y empujase de nuevo a Cesc a ocupar más de lo debido los terrenos del ‘nueve’. La situación explotó en las manos del Tata, se llevó por delante a Alexis y, de paso, a Fábregas.

El fichaje de Cesc Fábregas por el Chelsea lo ha tomado el futbolista como una liberación. Ni miró las mareantes cifras del nuevo contrato. Le bastaron las palabras de Mourinho: “El Chelsea necesita un líder y tú eres el mejor que vemos en el mercado. Te espero en el Chelsea porque contigo lo vamos a ganar todo”.

Y Fàbregas creyó a Mou. Los que mejor le conocen observan cómo sus ojos vuelven a chispear, juega en la posición que le hizo triunfar en el Arsenal (del mediocampo hacia arriba, con luz verde para situarse en posiciones más retrasadas: movimientos de brújula), en toques cortos y largos, eligiendo el tempo del juego, diseñando el dibujo de cada jugada, mirando a los puntas, en particular a su nuevo socio y compañero de selección, Diego Costa (es su intérprete y amigo en el vestuario), una de las sensaciones goleadores de la Premier; mucha culpa de este brillo la tiene Cesc, el jefe del Chelsea.

Del Bosque sabe que Fàbregas tiene que asumir el peso que España necesita. Desde el centro, en la zona más familiar para Cesc, donde pisa fuerte y nota los penachos de líder de la manada roja. El seleccionador ha hablado con la estrella del Chelsea y éste parece que asumirá los galones. Contra Eslovaquia será una prueba de fuego. Todo dependerá de él, pues el técnico le ha proporcionado las herramientas que necesita. Tiene hombres, equipo. Ahora le toca a Cesc apretar el botón. En su bota duerme el balón. Y la gloria.

Cesc Fàbregas triunfó en toda regla en el Arsenal, donde con 21 años, 21, se erigió en el capitán más joven de la historia gunner. De ahí tomó billete a Barcelona, al añorado Barça, pero en el club azulgrana pinchó en hueso. De nuevo en la Premier, el ‘4’ saca fútbol y genio en el Chelsea y respira en grande al lado de Mourinho. Entre medias, la Selección. Ahí lo quieren ver muchos, entre ellos Del Bosque, que pise fuerte y toque tecla donde clame el premio. Es el momento Cesc, la selección españolaespera un líder.

Cesc Fábregas Vicente del Bosque José Mourinho