Es noticia
El portazo de Becker a Djokovic: "Nole se ha entrenado poco, y él lo sabe"
  1. Deportes
  2. Tenis
Álvaro Rama

On Court

Por

El portazo de Becker a Djokovic: "Nole se ha entrenado poco, y él lo sabe"

El serbio, que compartió tres temporadas junto al antiguo campeón alemán, cierra la relación con éste en un momento en el que ha perdido su puesto al frente del circuito

Foto: Novak Djokovic y Boris Becker (Reuters)
Novak Djokovic y Boris Becker (Reuters)

Una nueva realidad y un capítulo que se cierra. Novak Djokovic puso fin a la relación profesional emprendida junto a Boris Becker en la temporada 2014, culminando tres años en común. Ahora, y con la despedida de una pieza destacada en su vida deportiva, el horizonte es incierto. El serbio atraviesa un momento crítico en la trayectoria de cualquier campeón, una ley que se aplica hasta al mayor de los talentos: soportar la responsabilidad de desbancar a conocer la presión por ser desbancado. La situación del balcánico no parece peliaguda a primera vista, y de hecho peleó por acudir al período de desconexión como número 1 mundial hasta el último partido de la temporada.

No obstante, las preguntas parecen claras de cara a 2017, campaña en la que alcanzará los 30 años y que se antoja capital para comenzar a medir su lugar en la historia del deporte. ¿Es acertado desprenderse de un pilar de experiencia? ¿Recuperará la forma incuestionable mostrada hasta la primera mitad de 2016?

Foto: Andy Murray ganó en París y es el nuevo número 1 del mundo (EFE) Opinión

Se dice que si algo funciona no tiene por qué cambiarse, pero está claro que en el entorno del balcánico, que se dejó más de 8.000 puntos de ventaja en media temporada, algo ha dejado de operar. También se acepta que las personas que mejor conocen a un jugador, aquellas que lo rodean y lo tratan durante largo tiempo, son las que mejor comprenden la situación que vive. Y la salida de Becker implica el adiós de una figura fija durante tres años en el círculo cercano de Novak, un tiempo nada desdeñable en una carrera deportiva.

“Los objetivos que nos marcamos han quedado cumplidos”, declaró Djokovic, situando el movimiento de las piezas en una atmósfera de tarea terminada. De esta manera justificó públicamente el serbio su decisión, poniendo fin a los tres años de junto al técnico alemán. Un período en el que, entre otros logros, se ha situado como rey de los Masters 1000 alcanzando 30 coronas (desbancando a Rafael Nadal), ha ganado hasta seis Grand Slams (de los 12 que atesora en toda su carrera) y ha permanecido 122 semanas consecutivas al frente de la clasificación (tan solo Roger Federer disfrutó de un lapso ininterrumpido más amplio en el trono durante los últimos 30 años).

“Nole ha entrenado poco, y él lo sabe”, fue una de las respuestas del alemán en el contexto de abandono del equipo, situando una necesidad de mejora para un campeón incapaz de situarse sobre el resto desde que ganara Roland Garros y completara la colección de grandes copas. Una valoración lanzada sobre el jugador por parte de quien ha visto el naipe desplomado. Asuntos ajenos a la competición, la no referencia por sendas lesiones de Rafael Nadal y Roger Federer en el circuito, la motivación tras vivir largo tiempo en el trono,… Sea cual fuere la causa del desplome, fue un giro brusco para un jugador que enlazó cuatro grandes hasta el verano de 2016 y levantó un primer tramo de temporada histórico.

Cuando el viento ha dejado de soplar a favor, una corriente que ha levantado a pulso en la cima del deporte, el de Belgrado ha removido su entorno de manera palpable. La marcha de Becker viene precedida por el mayor protagonismo de Pepe Imaz, profesional del ámbito psicológico y anímico, cuya presencia no es nada novedosa en su círculo pero sí quizá sintomática de las necesidades del ex número 1. Como necesitado de una convicción y limpieza interior mayor para recuperar el rendimiento. Por otra parte, está por ver si Marian Vajda, el verdadero piloto de la carrera profesional de Novak que ha tomado un papel de tándem junto a Becker desde 2014, vuelve a copar una cuota mayor de protagonismo. O si la adhesión de nuevas piezas entra dentro de los planes del balcánico, buscando la energía en nuevos aires a su alrededor.

Foto: Ion Tiriac habla con Rafa Nadal en el Santiago Bernabéu. (EFE) Opinión

En una campaña que puede determinar su tamaño histórico en los libros del deporte, y con la presencia de Andy Murray como mayor freno a corto plazo, un episodio capital en las manos del jugador de Belgrado. El último gran campeón del circuito ante el reto de encontrarse de nuevo.

Una nueva realidad y un capítulo que se cierra. Novak Djokovic puso fin a la relación profesional emprendida junto a Boris Becker en la temporada 2014, culminando tres años en común. Ahora, y con la despedida de una pieza destacada en su vida deportiva, el horizonte es incierto. El serbio atraviesa un momento crítico en la trayectoria de cualquier campeón, una ley que se aplica hasta al mayor de los talentos: soportar la responsabilidad de desbancar a conocer la presión por ser desbancado. La situación del balcánico no parece peliaguda a primera vista, y de hecho peleó por acudir al período de desconexión como número 1 mundial hasta el último partido de la temporada.

Novak Djokovic Roger Federer Tenis - Roland Garros