Iniesta se sube al carro de Luis Enrique para evitar que crezcan los champiñones

Andrés Iniesta recibirá el alta médica y podrá jugar el sábado ante el Real Madrid. El jugador, que se lesionó el pasado 22 de octubre en Mestalla, lleva desde la semana pasada entrenándose con el grupo, y si no reapareció ya este miércoles en el partido de Copa fue debido a que estabasancionado. La recuperación del manchego es una gran noticia para el Barça, que vive los días previos al clásico sumido en las dudas tras el desastroso partido ante la Real Sociedad.

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Iniesta llega al rescate para evitar que crezcan los champiñones. No, no intento hacerme la graciosa. Así contestó Luis Enrique cuando le preguntaron si su equipo estaba perdiendo protagonismo en el centro del campo: “Entiendo que cuando hay resultados adversos, aparecen los champiñones, y ¿es época de ‘bolets'? Pues de ‘bolets' también. Seguimos siendo un equipo que tenemos pólvora y a veces aceleramos demasiado el juego, pero la idea sigue siendo la misma. Posesión larga de balón. Sigue siendo la misma filosofía que nos dio ocho o 10 títulos. El resto es oportunismo puro y duro. Acepto mi responsabilidad y nada más, porque todavía no hemos hecho el partido perfecto”.

Según el técnico, la identidad del Barça sigue siendo la misma, que es justo lo que se ha puesto en entredicho después de que en Anoeta la posesión fuera de la Real con un 52%, el fútbol fuera de la Real, las ocasiones fueran de la Real y los córneres fueran de la Real. El conjunto de Eusebio ganó al Barcelona en todo excepto en el resultado, y el mal cuerpo que se le ha quedado al culé no se le pasará hasta que empiece el partido del sábado.

Uno de los jugadores clavedel Barça en la época más exitosa de su historia ha sido Andrés Iniesta. El juego de posesión y control pasaba, sí o sí, por el centro del campo. Con Messi, Neymar y Luis Suárez, Luis Enrique optó por un juego más directo y los analistas hablaron de ‘evolución’, pero esta temporada hay serias sospechas de que se trata más de una involución y el centro del campo ha pasado a ser irrelevante. Desde que Iniesta se lesionó, el Barcelona ha disputado seis partidos, cuatro de Liga y dos de Champions.

En Liga, el técnico probó con Rafinha frente al Granada, con Denis Suárez ante el Sevilla, con Rafinha de nuevo frente al Málaga y con André Gómes ante la Real Sociedad en el puesto de Iniesta. Mientras, en Champions,en la derrota ante el City y la victoria frente al Celtic,alineó en los dos encuentros a André Gómes. Nada ha funcionado. Frente al City, por ejemplo, el entrenador azulgrana cambió a los dos interiores; en Anoeta, el cambio fue Rakitic en el descanso. El balance total de resultados sin Iniesta es de tres victorias, una derrota y dos empates. La ausencia del internacional español se ha notado, pero la gran incógnita es si su regreso acabará con los males del Barça.

La apuesta de Luis Enrique por “acelerar el juego” buscando la conexión del tridente ha cercenado el protagonismo del centro del campo. La cuestión es si la vuelta de Iniesta servirá para dar pausa al juego y volver a las esencias del fútbol del Barça. El técnico, mientras, opta por avisar que, cuando recuerda “el primer año, me sale una sonrisa enorme porque más no me pudieron criticar y luego todos se subieron al carro”.

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Los ‘champiñones’ han crecido alrededor del carro porque el juego del equipo ha menguado y en ocasiones se ha vuelto irreconocible. Tanto es así, que las críticas generales, incluyendo las del propio entrenador, que admitió haberse visto superado por una Real “con una idea maravillosa de fútbol”, fueron después de un empate, no hizo falta que perdieran. La preocupación es la identidad, cómo se juega, la pérdida de estilo. Iniesta llega ahora al rescate, pero habrá que ver en el clásico si su sola presencia sobre el terreno de juego es suficiente.