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Juan Manuel López-Zafra

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Dos actos en un día. Paramés presentaba por la mañana su “Invirtiendo a largo plazo”. Por la tarde, José Piñera recibía el premio anual del Think Tank Civismo

Foto: Presentación del libro de Francisco García Paramés en Madrid. (El Confidencial)
Presentación del libro de Francisco García Paramés en Madrid. (El Confidencial)

"Sólo cuando se retira la marea descubres quién ha estado nadando desnudo."
Warren Buffett

Dos actos sacudieron el habitualmente plano panorama económico de Madrid el martes 4 de octubre, que quedará para los anales. Francisco García Paramés, considerado por muchos el mejor gestor de fondos de Europa y a la altura de los grandes del mundo, presentaba por la mañana en el Club Financiero Génova su “Invirtiendo a largo plazo”, editado por Deusto. Por la tarde, José Piñera recibía el premio anual del Think Tank Civismo en ese foro tan habitual para los amantes de la libertad que es el Centro Riojano de Madrid.

Tras su convulsa salida de Bestinver en 2014, Francisco García Paramés decidió tomarse un par de años para reflexionar, forzado en parte por la cláusula de no competencia firmada con su antigua gestora. Allí, y tras unos cuantos tira y afloja, escribió el libro que Deusto ha llevado a las librerías de toda España ayer mismo y que ha reventado la preventa en Amazon.

García Paramés es un tipo extraño, por muchas razones. Extraño porque en un mundo en el que el Índice General de la Bolsa de Madrid subía menos de un 8% anual, los fondos que gestionaba lo hacían a un 19%. Extraño porque mientras la evolución tecnológica de Microsoft con su Excel desplazaba al Lotus 1, 2, 3 y los monitores de los ordenadores se hacían cada vez más grandes y más estrechos, Paramés cambiaba su Casio solar de la carrera por una de teclas gordas que, como la anterior, sólo sumaba, restaba, dividía y multiplicaba.

Paramés es un tipo extraño porque en un mundo en el que la bolsa subía menos de un 8% anual, los fondos que gestionaba lo hacían a un 19%

Extraño porque mientras el Journal of Finance oscilaba entre el “A Semiautoregression Approach to the Arbitrage Pricing Theory” del número 48-2 y el “Rise of the Machines: Algorithmic Trading in the Foreign Exchange Market” que coincidió con su salida de Bestinver, él seguía, obstinado, leyendo a Mises, Hayek, Menger, Huerta de Soto o Lynch, “a los que llego tras 10 ó 12 años de profesión cuando observo que ellos reflejan mi trabajo diario”. Extraño porque en un mundo altamente tecnificado y matematizado como es el de la inversión financiera, él sin dudarlo apuesta por valores tan arcaicos como la propiedad y responsabilidad del equipo gestor (apostando por empresas familiares en las que sus dueños se juegan su dinero), el bajo nivel de endeudamiento o el valor en libros.

Extraño porque plantea cosas tan razonables como poco escuchadas hoy en día como que el exceso de crédito del sistema no puede solucionarse con más crédito; que no le importa la evolución de la bolsa, porque sabe que los activos en los que se juega su dinero y el de sus clientes no sufrirán a largo plazo. Extraño, en definitiva, porque sólo entiende la economía como una sucesión de razonamientos lógicos que la escuela austriaca, como ninguna otra, plasma en tratados fundamentales.

José Piñera obtuvo su doctorado por Harvard aunque es reconocido como Chicago boy. “Harvard man y Chicago boy, soy las dos cosas, de los dos aprendí y orgulloso me siento de ambas”. Decidió entonces que sería bueno devolver a su país las enseñanzas que había acumulado, y puso en marcha el cambio de modelo de pensiones en Chile, pasando de uno de reparto a otro de capitalización. La diferencia estriba en que mientras que el primero depende exclusivamente de las entradas en el sistema, que pagan a quienes lo abandonan y pasan a ser pasivos (lo que Pedro Schwartz calificó como “la estafa de Baldomera Parra, antecesora de Ponzi”), en el de capitalización el trabajador es el dueño de los frutos de su trabajo, de su ahorro, responsabilizándose de su futuro aportando un mínimo del 10% de su salario.

Escuchar a Piñera y Paramés en el día en el Stiglitz concitó los principales focos de atención mediática resultó como tomarse un chicle de menta

Cogió un país con una renta per cápita de 4.000 dólares “que es una cifra en la que los niños mueren de hambre”; hoy, treinta y seis años después, Chile está a punto de ser el primer país de Sudamérica en pasar a lo que llamamos el primer mundo, con una renta per cápita muy superior a la de Argentina o Brasil. Un país que ha reducido la tasa de pobreza de más del 50% en 1980 (año de entrada en vigor del sistema) a menos del 15% hoy. Un país en el que los trabajadores han ganado una rentabilidad media anual del 8% desde que se prescindió del reparto. La revolución del sistema de pensiones que él diseñó y llevó a la práctica (“perfectible, como toda obra humana”) se ha extendido ya a más de 30 países en el mundo, con México, Colombia o Perú en Sudamérica, Rusia o la India en Asia, Australia en Oceanía, o Polonia, Hungría o Suecia en Europa. “España estuvo muy cerca de dar el salto hace veinte años, pero no hubo voluntad política; hoy la situación es difícil, la deuda es mucho mayor, pero cualquier alternativa que suponga no estrellarse contra el iceberg demográfico al que se enfrentan uds. es mejor”, señaló el economista.

Escuchar a Piñera y Paramés en el día en el Stiglitz concitó los principales focos de atención mediática resultó como tomarse un chicle de menta tras unas cuantas copas; frescor y buen sabor para combatir los efectos más aparentes de la ingesta alcohólica, que sin embargo todos sufriremos de un modo u otro en forma de resaca financiera. Y una última reflexión: resulta paradójico que siendo una pseudociencia para tantos, los mejores gestores de fondos del mundo, los que más valor han aportado a sus clientes, sólo apliquen las enseñanzas que han extraído de libros como La acción humana o La fatal arrogancia. Quizá los enganchados a Keynes y Fisher deberían revisar sus postulados y darse una oportunidad; la economía y, sobre todos, los individuos, que somos la esencia y la base del sistema, lo agradeceríamos.

"Sólo cuando se retira la marea descubres quién ha estado nadando desnudo."
Warren Buffett

Francisco García Paramés Bestinver Club Financiero Génova