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Salidas a bolsa imposibles: Brexit, Podemos o el chachachá
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Salidas a bolsa imposibles: Brexit, Podemos o el chachachá

La situación bursátil, pese a la subida de ayer, pone en entredicho las salidas al parqué previstas para este año. Y como la culpa siempre tiene que ser de otro, ahí está el Brexit

Foto: El presidente de Unicaja, Braulio Medel. (EFE)
El presidente de Unicaja, Braulio Medel. (EFE)

Lo que no puede ser, no pueder ser y además es imposible, como decía el torero. Tratar de salir a bolsa este año, con las pérdidas que acumulan los índices (pese al fuerte alza de ayer) y la enorme incertidumbre que rodea al mercado, es misión casi imposible. Si encima hablamos de un banco, con la que está cayendo en el sector en toda Europa, más complicado aún. Y ya si es una caja de ahorros, apaga y vámonos. Eso sí, siguiendo la inveterada costumbre española de que la culpa siempre la tiene otro, hay que encontrar un chivo expiatorio: y el Brexit viene que ni pintado para eso.

Pues eso exactamente es lo que ha hecho Unicaja; o más exactamente, sus asesores en el salto al parqué: el despacho británico Freshfields y los bancos de inversión UBS y Morgan Stanley, tal como cuenta este jueves El Confidencial. Como ven que es imposible colocar la entidad entre los inversores, le echan la culpa al referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea y a la incertidumbre que genera, para justificar esta incapacidad de llevar a término los planes de Braulio Medel.

Bueno, en realidad no es imposible colocar el capital de Unicaja Banco (la sociedad a través de la que ejerce su negocio financiero) en bolsa; lo que es imposible es colocarlo al precio que exige Medel. Como también informó El Confidencial, en diciembre del año pasado el cajero más veterano de España pretendía obtener una valoración superior a la media del sector, de entre 0,75 veces y una vez el valor en libros, por encima de los ratios en que cotizaba entonces el grueso de la banca española... que desde entonces ha caído hasta el 20% en algunos casos, lo que deja las valoraciones en niveles de 0,40 veces valor en libros en el Popular, por ejemplo. Como explica un alto directivo del sector, "todo el mundo quiere comprar, el problema es que nadie quiere vender a estos precios, sino que prefiere esperar a que suban mientras los resultados aguanten".

Medel no va a reconocer nada de esto. Hay que echarle la culpa al empedrado, que en este caso es el Brexit, como podía haber sido cualquier otra cosa

Si a esto añadimos que Unicaja no tiene ningún atractivo que no tengan los bancos ya cotizados (de hecho, tiene una concentración geográfica aún mayor), que su negocio va igual de mal por culpa de los bajos tipos, con una caída del 60,31% en su beneficio neto, y que la salida a bolsa es puramente defensiva, para evitar que otra entidad más grande se la coma -y para que sus actuales gestores mantengan sus poltronas-, la cosa está pero que muy oscura.

Ahora bien, ni Medel ni sus asesores van a reconocer nada de esto. Hay que echarle la culpa al empedrado, que en este caso es el Brexit, como podía haber sido cualquier otra cosa que se cruzara en su camino en este momento. Puestos a ello, habría sido mejor hablar de la crisis de los bancos italianos -que es mucho más preocupante que el referéndum británico, según 'The Banker'-, de los tipos de interés negativos del BCE o del temor a que Deutsche Bank protagonice una quiebra como la de Lehman Brothers. O, más en clave local, de la incertidumbre por la falta de Gobierno y del temor a que Podemosacabe teniendo influencia en el próximo Ejecutivo.

Por otro lado, no se trata solo de Unicaja. Hay otras importantes salidas a bolsa previstas para este año, principalmente Parques Reunidos y Telepizza, que también están en el alero. Si en el fútbol el éxito o el fracaso dependen de que la pelotita entre, aquí depende de que el Ibex prosiga el avance de ayer. Si es así, el mercado comprará estas empresas (siempre que no se suban a la parra con la valoración); si no, la culpa será del Brexit.

Lo que no puede ser, no pueder ser y además es imposible, como decía el torero. Tratar de salir a bolsa este año, con las pérdidas que acumulan los índices (pese al fuerte alza de ayer) y la enorme incertidumbre que rodea al mercado, es misión casi imposible. Si encima hablamos de un banco, con la que está cayendo en el sector en toda Europa, más complicado aún. Y ya si es una caja de ahorros, apaga y vámonos. Eso sí, siguiendo la inveterada costumbre española de que la culpa siempre la tiene otro, hay que encontrar un chivo expiatorio: y el Brexit viene que ni pintado para eso.

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