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Recibo críticas y amenazas graves de un exempleado de mi restaurante en Twitter
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Recibo críticas y amenazas graves de un exempleado de mi restaurante en Twitter

La comisión de delitos a través de internet es una realidad cotidiana. El infractor se ampara en el anonimato y la distancia con la víctima, pero hay formas de frenar sus acciones

Foto: De entre todos los delitos que se cometen en la red, los más frecuentes son los de injurias y amenazas a través de redes sociales. (Reuters)
De entre todos los delitos que se cometen en la red, los más frecuentes son los de injurias y amenazas a través de redes sociales. (Reuters)

Soy cocinero desde hace más de 20 años y hace 12 abrí mi primer restaurante. Un par de años atrás, tuve un desagradable incidente con un empleado, al que despedí. Desde entonces, no he dejado de recibir mensajes en redes sociales en los que una persona, sin identificar (pero que intuyo es él), asegura que servimos comida basura y que algún día alguien vendrá a mi establecimiento para vengarse. Hasta ahora he venido ignorando estos hechos, pero el tono de los mensajes se ha elevado y me preocupa que algún día pueda sucedernos algo a mí, a mi familia o a mi establecimiento. ¿Qué debería hacer?

A día de hoy, las redes sociales forman parte de nuestra vida, sirviendo de importante canal de comunicación y punto de encuentro entre particulares, así como entre las empresas y sus clientes. Sin embargo, no todo son ventajas y resulta cada día más frecuente la comisión de delitos a través de estas plataformas.

De entre todos los delitos que se cometen en la red, los más frecuentes son los delitos de injurias y amenazas a través de redes sociales, según demuestra nuestra propia experiencia y respaldan diferentes informes.

El principal problema que presenta este tipo de actividades es que, con frecuencia, el infractor se ampara en el aparente anonimato que confiere internet y la distancia con la víctima, lo cual le aporta un cierto ámbito de confianza en su actuación y una falsa sensación de impunidad.

Para atajar estos problemas, y como punto de partida, la mejor estrategia a adoptar en estos casos será bloquear al usuario que nos amenaza y, a continuación, notificar la comisión de esta actividad ilícita a la red social, pues todas las redes sociales, y Twitter entre ellas, disponen de medios y mecanismos para que se les pueda notificar este tipo de comportamientos, perfectamente catalogados ya por los abogados especialistas en Nuevas Tecnologías y Reputación Online.

Las redes sociales actúan como meros intermediarios en la interacción entre usuarios y no tienen la obligación de monitorizar el contenido generado por estos, pero sí están obligadas a intervenir si tienen conocimiento efectivo de la vulneración de algún derecho a través de su plataforma, o del incumplimiento de sus condiciones de uso, acceso y navegación por parte de otro usuario, a cuyo efecto resultan especialmente útiles estos canales de denuncia.

Si la conducta continuase en el tiempo, y revistiese la suficiente gravedad, será necesario interponer la correspondiente denuncia ante la Policía o la Guardia Civil, que cuentan con unidades encargadas de la investigación y persecución de delitos informáticos, con el objeto de que investiguen la autoría de estos delitos y, finalmente, poder iniciar la vía judicial y exigir las responsabilidades penales que resultasen pertinentes.

Para ello, será imprescindible la obtención de todas las pruebas que resulten necesarias, mediante el levantamiento de actas notariales, al objeto de poder fundamentar, en su caso, los hechos ante un tribunal, algo a lo que un abogado experto le podrá ayudar.

La actuación que debemos poner en marcha no termina aquí, puesto que habrá que valorar qué daño han hecho estos mensajes a la reputación 'online' de nuestro restaurante, bien para pedir daños y perjuicios por la publicación de esos contenidos, bien para intentar eliminarlos, ocultarlos o contrarrestarlos con otros positivos que permitan reaccionar ante esa crisis de reputación 'online'. La simple presencia de esos comentarios en la red, a la vista de todos nuestros clientes o futuros clientes, puede causarnos muchos problemas. Hoy en día, la decisión de comprar, la de ir o no ir, la de contratar o no un servicio, o la simple reserva de un restaurante para cenar, está sujeta a la opinión de terceros. Antes de comprar, buscamos referencias de otros usuarios y las críticas negativas de su restaurante, accesibles a cualquiera en internet, pueden hacer que potenciales clientes elijan otro establecimiento que presente mejores opiniones. Por eso, con la ayuda de expertos en reputación 'online', también deberá trazar un plan que remedie este aspecto.

Si usted o su negocio tiene algún problema de este tipo o si simplemente desea conocer qué se dice de su negocio en internet, Legálitas le ofrece un informe gratuito pulsando en este enlace o, si lo prefiere, llámenos sin compromiso al teléfono 91 509 63 05 para que nuestros expertos en reputación 'online' puedan ayudarle y estudiar su caso.

Soy cocinero desde hace más de 20 años y hace 12 abrí mi primer restaurante. Un par de años atrás, tuve un desagradable incidente con un empleado, al que despedí. Desde entonces, no he dejado de recibir mensajes en redes sociales en los que una persona, sin identificar (pero que intuyo es él), asegura que servimos comida basura y que algún día alguien vendrá a mi establecimiento para vengarse. Hasta ahora he venido ignorando estos hechos, pero el tono de los mensajes se ha elevado y me preocupa que algún día pueda sucedernos algo a mí, a mi familia o a mi establecimiento. ¿Qué debería hacer?

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