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He perdido el control del perfil de Twitter de mi negocio y me están perjudicando
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He perdido el control del perfil de Twitter de mi negocio y me están perjudicando

Ceder las claves de una cuenta en redes sociales puede suponernos múltiples problemas. Poner remedio a tiempo será vital para no arruinar la reputación 'online' de nuestra empresa

Foto: Con la popularización de internet, casi puede decirse que si no estás en redes sociales, no existes. (Reuters)
Con la popularización de internet, casi puede decirse que si no estás en redes sociales, no existes. (Reuters)

Regento un taller mecánico desde hace más de 10 años. Nunca habíamos manejado redes sociales, pero uno de nuestros empleados más jóvenes nos convenció para abrir una cuenta en Twitter y ayudarnos a promocionar nuestros servicios.

Meses después, tuvimos que despedir a esta persona, pero se negó a darnos las claves de acceso a la red social y desde entonces no hace más que publicar en ella todo tipo de barbaridades sobre nosotros y la empresa: que si hemos cambiado de horario”, “servicios inexistentes” e incluso “insultos al personal”.

Nuestros clientes están confundidos y nosotros, ¡muy preocupados!

Hoy en día, con la popularización de internet, casi puede decirse que si no estás en redes sociales no existes, algo especialmente importante para los negocios, que ven en las nuevas tecnologías una forma fácil y económica de hacer publicidad.

Sin embargo, lo que en principio sería algo muy positivo para el negocio, podría convertirse en un problema si nuestra reputación 'online' no es gestionada correctamente. Por eso es tan importante saber qué se dice de nosotros y nuestras empresas en internet.

Cuando alguien se hace pasar por nosotros en redes sociales, estamos ante un problema grave, pues la publicación de información corporativa estaría fuera del control de la dirección de la empresa, generando desconcierto entre la clientela y pudiendo causar cuantiosas pérdidas económicas.

Si nos encontramos ante un problema de estas características, lo primero que debemos hacer es ponernos en contacto con profesionales en la materia, que nos orienten sobre la estrategia más adecuada en cada caso. Generalmente, habrá que actuar en dos vías paralelas:

En primer lugar, desde la propia empresa y sus perfiles institucionales, sería necesario generar una campaña de comunicación, informando a clientes y proveedores de la situación y poniéndoles sobre aviso acerca de futuras publicaciones que pudieran producirse.

Por otra parte, habría que actuar desde un punto de vista jurídico. Estaríamos ante una suplantación de la identidad corporativa de la empresa, con la que se estarían lesionando sus derechos de marca, así como el derecho al honor de la misma e incluso a la protección de datos de carácter personal de sus directivos y empleados.

Para solucionar esta situación, lo más efectivo será dirigirnos tanto a la persona que está suplantando la identidad de la empresa como a la propia red social, solicitando que nos devuelvan el control de nuestro perfil, a través de la recuperación de las correspondientes credenciales, argumentando convenientemente nuestra solicitud.

El antiguo trabajador que está utilizando la imagen de la empresa de forma fraudulenta sería el responsable directo de la infracción cometida, pudiendo responder incluso penalmente según la información que esté revelando y, por supuesto, tendrá que hacerlo de los perjuicios que, con su conducta, esté causando a la empresa, siempre que estos puedan ser debidamente acreditados.

Por su parte, la red social es responsable, según lo dispuesto en la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico, siempre que tenga conocimiento efectivo de la vulneración de derechos que está realizando alguno de sus usuarios y no tome las medidas oportunas para solucionar esta situación.

Al margen, habrá que evaluar los daños cometidos por el rastro de contenidos negativos que pueda haber generado y que, con el tiempo, se han ido posicionando en internet, quedando a la vista de muchos lectores que pudieran condicionar su compra al leer estos contenidos. En este sentido, habrá que trazar un plan para intentar eliminarlos jurídicamente o mediante estrategias de 'marketing online' que nos permitan desindexar u ocultar esos comentarios que estén haciendo daño a la reputación de nuestro negocio en internet.

Si usted o su negocio ha sido víctima de un problema similar, o si simplemente desea conocer qué se está diciendo en estos momentos de su negocio en internet, Legálitas le ofrece un informe gratuito pulsando en este enlace para que pueda saber qué se está diciendo sobre su marca en la red o, si lo prefiere, llámenos sin compromiso al teléfono 91 509 63 05 para que nuestros expertos en reputación 'online' puedan ayudarle y estudiar su caso.

Regento un taller mecánico desde hace más de 10 años. Nunca habíamos manejado redes sociales, pero uno de nuestros empleados más jóvenes nos convenció para abrir una cuenta en Twitter y ayudarnos a promocionar nuestros servicios.

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