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No hay colateral en el mercado
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J. Jacks

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No hay colateral en el mercado

En condiciones normales, las entidades se financian mediante préstamos entre ellas en el interbancario. La entidad A presta sin pedir garantías a la entidad B porque

En condiciones normales, las entidades se financian mediante préstamos entre ellas en el interbancario. La entidad A presta sin pedir garantías a la entidad B porque entiende que va a recuperar su dinero al ser B solvente. Este es el mercado de financiación “sin garantías”. 

Al mismo tiempo, existe otro mercado en el que las entidades se financian “con garantías”. Son operaciones repos en las que la entidad A presta a la entidad B con la entrega de una garantía o colateral que respalda la operación. No colateral, no préstamo.

Para que el sistema funcione debe existir un activo “100% libre de riesgo”. Este activo actúa como colateral, como garantía, y permite que el sistema funcione. Sin colateral, no hay sistema, no hay préstamos entre entidades, no hay creación de crédito, no hay préstamos a particulares. 

No cualquier activo puede ser colateral. Debe mantener su valor, que los inversores lo vean como garantía y que se convierta en líquido con rapidez. No importa tanto si está verdaderamente libre de riesgo como que exista la confianza de que así sea. 

Hasta el 2007 existían básicamente dos tipos de activos “100% libres de riesgo” que se usaban como colateral: los productos financieros (creados por el sistema bancario paralelo con la base de las hipotecas concedidas por las entidades) y la deuda soberana. 

Los productos creados por el sistema bancario paralelo (CDO, RMBS, CLO) eran un buen colateral por el rating AAA dado por las agencias de calificación. No importaba que no lo fueran y aunque las autoridades sabían lo que pasaría con ellos, su uso aumentó por la desregulación. El otro producto “libre de riesgo”, la deuda pública, lo era porque Basilea la calificaba como tal. 

Con la garantía que daban los productos financieros y la deuda pública, las entidades se prestaban entre sí y pedían prestado al mercado. La expansión del crédito de la década pasada fue gracias a la expansión del colateral.

En 2007 esta situación se terminó. Los CLO, CDO y RMBS dejaron de ser vistos como “libres de riesgo” y como resultado, 5 billones de dólares de colateral desaparecieron y, encima, el mercado “sin garantía” se cerró como consecuencia del aumento de la desconfianza de unas entidades sobre las otras. 

La escasez de colateral continúa hoy. Una manera de medir esta ausencia es la diferencia entre el tipo libor (el coste de endeudarse sin garantía) y el tipo repo (el coste de hacerlo con garantía). 

Durante los últimos meses, el diferencial entre el libor y el repo a 3 meses ha sido negativo por los problemas para encontrar colateral. El pasado septiembre, el mercado repo cayó un 21%, €107.000 millones que desaparecieron del sistema. 

El BCE ha respondido a esta escasez con el LTRO a 3 años, rebajando los requerimientos de Basilea, aceptando cualquier tipo de colateral (créditos a empresas), reduciendo del 10% al 5% el límite de instrumentos de deuda y aumentando las líneas de intercambio de crédito de la Fed. La más discutible de las medidas es la que permite que las entidades se emitan bonos a sí mismas (con la garantía del Estado) para presentarlos como colateral al BCE para recibir sus fondos. 

¿Cómo afecta la falta de colateral a los ciudadanos? Sin CLO, CDO o cédulas hipotecarias, desapareció uno de los canales básicos de financiación y de colateral del sistema, por lo que las entidades buscan la otra forma de financiación que queda, la deuda pública -tan demandada por las entidades para usarla como colateral en el BCE que tenemos tipos negativos-. La caída de la M3-M2 es otro reflejo de esta escasez. 

La deuda española tiene un problema añadido: el colateral de mejor calidad (deuda alemana) está saliendo del mercado, aumentando la presión sobre nuestra deuda. No sorprende la demanda de cédulas hipotecarias.  

Por otra parte, sin colateral el sistema bancario carece de capacidad para prestar. Esto explica la contracción del crédito en la economía “real”. El BCE crea y mete base monetaria en el sistema (+46% en el 2011) pero la oferta solo crece el 2%. Los préstamos a particulares solo crecieron el 1,7%, la tasa más baja desde 1991.

El BCE sabe que dar liquidez a las entidades no lleva a que el crédito llegue a las empresas porque no controla el suministro de crédito, que depende de las entidades por su renuncia a actuar como banco central. 

Mientras no se deje que las entidades quiebren y no se encuentre otro activo “100% libre de riesgo”, los Estados no dejarán de emitir deuda que ustedes pagarán. Aunque el gobierno recorte gastos, habrá nuevas emisiones de deuda.

El despilfarro público hay que eliminarlo, pero existen más causas que explican el endeudamiento de las administraciones. Los que quieran creer que todo el aumento del gasto público y la deuda es debido a los derroches de Planes E y similares, tienen los “expertos” en tertulias y prensa a su disposición. 

Los que quieran pensar por sí mismos sobre qué ocurre con el déficit, aquí tienen algunas ideas. 

P.s. I: Comentario de un Catedrático de Economía en una tertulia “económica” de la radio: “Obama sigue montado en políticas keynesianas de expansión del gasto público sin límite”. 

Según la Oficina de Análisis Económicos, el gasto público cayó en 38.000 millones de dólares del 2009 al 2011.  Solo en el cuarto trimestre del 2011, decreció un 2.6%. El número de personas empleadas en el sector público es menor ahora que en el 2007. ¿Por qué hay que engañar? 

P.s. II: Hace 2 años advertimos de los problemas de las Preferentes y de los Híbridos por dejar a las entidades la prerrogativa de convertirse en perpetuas y el pago de los intereses. 

No han dejado de salir emisiones en el 2011 y 2012. ¿Cómo todavía hay gente que las compra? Con la nueva regulación de la EBA, las entidades quieren deshacerse de ellas. Cuidado con los canjes por deuda soberana o acciones sin reclamar ruptura de obligación del contrato. 

Tengan cuidado con su dinero. Es su responsabilidad entender estas cosas. 

En condiciones normales, las entidades se financian mediante préstamos entre ellas en el interbancario. La entidad A presta sin pedir garantías a la entidad B porque entiende que va a recuperar su dinero al ser B solvente. Este es el mercado de financiación “sin garantías”.