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Mitos sobre el islam y el islamismo
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Ignacio de la Torre

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Mitos sobre el islam y el islamismo

La interpretación del yihad como actividad que emplea métodos terroristas no es propia de la tradición musulmana. Conviene distinguir algunos mitos contemporáneos de la realidad

Foto: Imagen de varios religiosos practicantes durante una oración. (EFE)
Imagen de varios religiosos practicantes durante una oración. (EFE)

Primero: “La yihad es la llamada a la guerra global contra el infiel”. Yihad es una palabra masculina, por lo tanto su artículo correspondiente es “el” yihad. En el islam se distingue entre el yihad menor, que marca el esfuerzo interior que todo musulmán debe perseguir por su mejora continua, del yihad mayor, que en ocasiones contadas, puede marcar un acto bélico. En general, el yihad mayor está asociado a guerras defensivas (como las que desencadenaron las cruzadas), y en muy rara ocasión a guerras ofensivas. La interpretación del yihad como esfuerzo colectivo de agresión exterior usando métodos terroristas es ajena a la tradición musulmana. La secta de los asesinos, en el siglo XII, empleó el terrorismo como herramienta de poder político. Con todo, era una herramienta individual (asesinato de personajes importantes), nunca de asesinato en masa;los asesinos era un grupúsculo minoritario chií, no sunni, y no fumaban hachís, en contra de lo que afirmaban los cronistas cruzados (a pesar de eso la etimología de asesino coincide con la de hachís). Su error fue intentar asesinar al Jan mongol, que correspondió amablemente con la aniquilación total de este grupo y de su fantástico castillo de Alamut, “el nido de las águilas”.

Segundo: “El islamismo es genuinamente antioccidental”. No del todo. El origen de la ideología islamista radica en el salafismo (salaf significa tradición) científico del siglo XIX. En su origen, dicha ideología admiraba a Occidente y estimulaba la transformación de las sociedades islámicas siguiendo cierto ejemplo occidental. Dos hechos en el primer tercio del siglo XX cambiaron dicha deriva: a) la declaración de Balfour, que animó a la emigración de judíos hacia Palestina, y b) el pacto secreto Sykes-Picot entre Francia y Gran Bretaña, por el que ambas potenciasse repartieron el Oriente Medio, traicionando las promesas otorgadas a los árabes que se habían levantado contra el imperio otomano durante la primera guerra mundial (en parte alentados por Lawrence de Arabia con el apoyo del servicio secreto inglés). Estos dos hechos hicieron girar la doctrina islamista hacia posiciones antioccidentales hasta nuestros días.

La interpretación del yihad como esfuerzo colectivo de agresión usando métodos terroristas es ajena a la tradición musulmana

Tercero: “Los musulmanes se dividen entre sunníes, chiíes y kurdos”. En realidad los kurdos son sunníes, luego esta división alentada en los medios es completamente errónea. Los kurdos son étnica y lingüísticamente diferentes de los árabes sunníes, pero practican el islam ortodoxo (sunni). A su vez, sólo una minoría de los musulmanes son árabes. El mayor país de población musulmana no es árabe (Indonesia) y el segundo mayor país de población musulmana no es ni árabe ni musulmán mayoritariamente (la India). Las divisiones entre los chiíes son notables, y en el islam sunni hay importantes diferencias jurídicas, con cuatro grandes escuelas que interpretan con mayor o menor literalidad los textos sagrados; la más rigurosa en la interpretación literal es la escuela hanbali, de la que nace el wahabismo el siglo XVIII.

Cuarto: “Un ayatollah puede dictaminar la opinión de los musulmanes”. Los ayatollahs son clérigos del islam chií, claramente minoritario (15% del total, vs. el 85% de la sunna). Los sunníes no tienen clérigos organizados jerárquicamente como los chiíes. El prestigio de un creador de opinión sunni (nunca un ayatollah) depende de su formación y de su base de apoyo. Hoy en día una de las autoridades teológicas y académicas más respetadas del islam sunni sigue residiendo en el máximo cargo (Gran Mufti) de la Universidad egipcia de Al Azhar (paradójicamente fundada por chiíes ismailíes en el siglo X).

La mayoría de los movimientos islamistas no predican el terrorismo, sí el activismo político, aunque eso sí cuestionando mucho el modelo democrático liberal

Quinto:Al Qaida y el Estado Islámico son organizaciones centralizadas de proyección global”. En realidad ambos grupos terroristas se basan en siniestras ideologías a la que se adhieren macabros grupúsculos en múltiples territorios, sin una dirección común ni aparente unidad de mando. Emplean con éxito el terrorismo bañado en una escalofriante política de comunicación, y explotan con su extremismo muchas frustraciones, pero su existencia es efímera, su base socio-ideológica, endeble, y su respaldo teológico, limitado.

Sexto:El islamismo implica la persecución violenta de fines religiosos. No es cierto. La mayoría de los movimientos islamistas no predican el terrorismo, sí el activismo político, aunque, eso sí, cuestionando mucho el modelo democrático-liberal.

Séptimo:El terrorismo surge de la pobreza en amplias capas de la sociedad musulmana. Falso, el perfil socio económico de los terroristas suele ser medio-alto. El terrorismo es más una expresión de frustración puerilmente canalizada hacia un supuesto enemigo exterior o interior, y no tanto una reacción a la pobreza.

En el siglo XI un gran pensador musulmán, Al Gazel, labró las cumbres del pensamiento más racional islámico, el mutazilismo. En su cátedra de teología marcó unas cartesianas coordinadas de la intelectual compresión de Dios, hasta el punto de que a los años se sintió completamente vacío. Abandonó la docencia, vagó por el desiertoe intuyó que su búsqueda habría de iniciarse en la fe, y luego orientarse por la razón. Es uno de los grandes inspiradores del sufismo. Ojalá que el recuerdo de Al Gazel ilustre a nuevas generaciones de musulmanes y no musulmanes a replantear sus vidas sobre bases menos míticas.

Primero: “La yihad es la llamada a la guerra global contra el infiel”. Yihad es una palabra masculina, por lo tanto su artículo correspondiente es “el” yihad. En el islam se distingue entre el yihad menor, que marca el esfuerzo interior que todo musulmán debe perseguir por su mejora continua, del yihad mayor, que en ocasiones contadas, puede marcar un acto bélico. En general, el yihad mayor está asociado a guerras defensivas (como las que desencadenaron las cruzadas), y en muy rara ocasión a guerras ofensivas. La interpretación del yihad como esfuerzo colectivo de agresión exterior usando métodos terroristas es ajena a la tradición musulmana. La secta de los asesinos, en el siglo XII, empleó el terrorismo como herramienta de poder político. Con todo, era una herramienta individual (asesinato de personajes importantes), nunca de asesinato en masa;los asesinos era un grupúsculo minoritario chií, no sunni, y no fumaban hachís, en contra de lo que afirmaban los cronistas cruzados (a pesar de eso la etimología de asesino coincide con la de hachís). Su error fue intentar asesinar al Jan mongol, que correspondió amablemente con la aniquilación total de este grupo y de su fantástico castillo de Alamut, “el nido de las águilas”.

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