Es noticia
Mis cinco apuestas para 2016
  1. Economía
  2. El Observatorio del IE
Ignacio de la Torre

El Observatorio del IE

Por

Mis cinco apuestas para 2016

En este artículo he querido mojarme y exponer mis apuestas para este año que comienza. Varias están contra el consenso, y varias posiblemente no ocurran y no coincidirán con la verdad futura

Foto: Dos inversores esperan la apertura del mercado delante de una pantalla con información bursátil en Pekín. (Reuters)
Dos inversores esperan la apertura del mercado delante de una pantalla con información bursátil en Pekín. (Reuters)

Hasta hace relativamente poco, el consenso afirmaba que el barril de petróleo estaba correctamente valorado en 100 dólares. Hoy el 'consenso' se sitúa en menos de 30… Keynes decía: “Cuando las circunstancias cambian, yo cambio mi opinión, ¿usted qué hace, señor?”. Por aquello de retratarme antes de que cambien las circunstancias, abajo expongo mis apuestas para este año.

Primero, el mayor foco de inestabilidad mundial no reside en China, sino en la política monetaria. Nunca Occidente había imprimido tanto dinero, ni situado los tipos de interés a niveles más bajos. A más cantidad de dinero imprimido, y menores tipos, mayor valoración de activos. Hoy contemplamos la que posiblemente sea la mayor inflación de precios de activos de la historia de la humanidad, muy sesgada hacia el mercado de bonos soberanos. Si se cuestiona el paradigma que la sustenta (la política monetaria puede seguir siendo agresiva porque la inflación no asusta), se cuestiona la valoración de casi todos los activos. En mi opinión, ese cuestionamiento se generará con intensidad durante 2016, primero porque la inflación subyacente (la importante para los bancos centrales) continuará subiendo y segundo porque la inflación de precios de activos generará enormes preocupaciones sobre la estabilidad financiera mundial. Esto provocará que la política monetaria sea más dura de lo esperado.

Segundo, la caída de China será mayor de lo pronosticado. Sin entrar en recesión, China no logrará crecimientos superiores al 6,5%, como sí apuntan muchos bancos y organismos internacionales. China afronta una caída de precios de activos, una incipiente crisis financiera y un nivel de sobreinversión que la abocan a la deflación. En este contexto, el crecimiento decepcionará, y el riesgo de que a futuro China entre en recesión será más que considerable. Mientras, se acelerarán las fugas de capitales, lo que drenará las reservas chinas, ante lo que el Partido Comunista no tendrá más remedio que devaluar de nuevo el yuan.

La inflación subyacente continuará subiendo y la inflación de precios de activos generará enormes preocupaciones sobre la estabilidad financiera

Tercero, una parte significativa del mundo 'emergente' experimentará una sangría consecuencia de: a) la debilidad de las materias primas, b) la exposición a China, c) las enormes deudas empresariales en dólares, que no podrán ser atendidas ante la devaluación de las divisas locales, y d) la génesis de una crisis bancaria. Este contexto explicará fuga de capitales, y la asunción por gobiernos de deudas mayoristas bancarias para evitar una caída en cadena de muchos bancos. Como consecuencia, se sentarán las bases para alguna quiebra soberana, en especial en países en los que confluyen con más intensidad estos factores y presentan además importantes déficits de cuenta corriente.

Cuarto, Europa seguirá en ascenso, con una economía en la zona euro creciendo por encima del 2%, y acercándose al 2,5%. Dicho crecimiento será consecuencia del impulso del consumo, a su vez positivamente afectado por la bajada del paro y por la debilidad del petróleo (hay deflaciones benignas). Las inversiones comenzarán a recuperarse, en sintonía con el crecimiento del crédito. En este contexto, el dinero circulará cada vez más rápidamente, y el BCE tendrá que replantear en otoño su política monetaria.

Quinto, el precio del activo 'libre de riesgo', el bono soberano a 10 años, bajará, por lo que la rentabilidad de dicho bono subirá. Esto provocará enormes turbulencias en los mercados, por la sencilla razón de que el activo 'libre de riesgo' se utiliza como base para la valoración de cualquier otro activo, hasta, indirectamente, el del precio de un inmueble.

Los economistas trabajamos dos veces, una por equivocarnos y otra por explicar por qué nos hemos equivocado

El bono a 10 años bajará porque a) la política monetaria será más agresiva de lo que descuenta el mercado (la Fed subirá cuatro veces los tipos hasta el 1,25%, el mercado descuenta dos subidas, y el BCE en mi opinión abortará bien entrado el año la expansión cuantitativa antes de marzo de 2017, lo que provocará subidas del euro), b) los fondos soberanos y los bancos centrales emergentes se verán forzados a acelerar las ventas de sus reservas, muchas de ellas en bonos de los EEUU y europeos, para hacer frente a la fuga de capitales y para sostener a sus gobiernos, que presentan importantes déficits fiscales cortesía de la debilidad de las materias primas, c) la aceleración económica en Occidente se traducirá en mayor riesgo de inflación de consumo, por lo que los inversores demandarán más rentabilidad, es decir, menor precio del bono, y d) la propensión mundial a ahorrar bajará, y subirá la propensión mundial a invertir, lo que provocará una subida de los tipos de interés reales, y por lo tanto hará bajar el precio del bono. Este movimiento en el precio del bono provocará volatilidad y disrupciones en mercados de crédito y de bolsa durante el año.

Hace muchos años, Guy Forman declaró proféticamente “el consenso no es siempre la verdad”. Esta frase me persigue casi diariamente desde que sigo la macro y los mercados… En este artículo, he querido mojarme y exponer mis apuestas para este año que comienza. Varias están contra el consenso, y varias posiblemente no ocurran y por lo tanto no coincidirán con la verdad futura, cumpliendo así la profecía de que los economistas trabajamos dos veces, una por equivocarnos y otra por explicar por qué nos hemos equivocado. La pregunta es si las primeras (apuestas contra el consenso) y las segundas (las que no ocurrirán) coinciden parcialmente, y por lo tanto nos queda una sección de apuestas que sí acaezcan… estén o no contra el consenso.

Feliz año a todos. 'Cash is King'.

Hasta hace relativamente poco, el consenso afirmaba que el barril de petróleo estaba correctamente valorado en 100 dólares. Hoy el 'consenso' se sitúa en menos de 30… Keynes decía: “Cuando las circunstancias cambian, yo cambio mi opinión, ¿usted qué hace, señor?”. Por aquello de retratarme antes de que cambien las circunstancias, abajo expongo mis apuestas para este año.

Política monetaria Inflación Banco Central Europeo (BCE) Tipos de interés