Los servicios vuelven a niveles de depresión en septiembre

Aunque se esperaba una depresión del consumo por el “efecto IVA” la realidad ha superado de lejos las peores previsiones

Entre los numerosos indicadores adelantados que se manejan en economía, las encuestas empresariales son uno de los instrumentos básicos y de los que antes se conocen. Ayer conocimos el indicador de confianza en servicios, que nos dio una sorpresa sumamente preocupante al hundirse de forma inesperada hasta -49,2, el segundo peor valor de toda la serie histórica, que se remonta a 1996. Esto quiere decir que el número de empresas a las que la facturación les ha bajado en septiembre en el sector servicios ha triplicado al de las empresas a las que no les han bajado las ventas. Sólo en mayo de 2009, en el peor momento de la crisis, pudimos ver un dato ligeramente peor (-51,2). Difícilmente podemos sobrestimar la importancia de este indicador, ya que la correlación con la evolución de la economía y el empleo es muy grande. Y, todavía más importante, es uno de los indicadores más adelantados de todos los que disponemos. Sirva como ejemplo que anticipó la recesión en fecha tan temprana como septiembre de 2007, y que ésta era de una gravedad extrema en la primavera de 2008. A mediados de ese mismo año el indicador marcaba ya números propios de una depresión, comenzando a recuperarse a mediados de 2009.

Sin embargo, nunca volvimos ni de lejos al terreno positivo, lo que da fe de la gran persistencia de esta crisis. Durante 2010 y hasta la pasada primavera el indicador tuvo grandes altibajos, pero desde este verano parece haber entrado nuevamente en barrena, volviendo a números propios de una depresión.

 

Otros indicadores adelantados, como el índice de confianza del consumidor o el PMI de servicios, también se encuentran en una zona entre muy negativa y extremadamente negativa, por lo que no podemos ser nada optimistas sobre la evolución de la economía en los próximos meses.