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Los datos anticipan una destrucción de 500.000 empleos más sólo en la construcción
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Juan Carlos Barba

Gráfico de la Semana

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Los datos anticipan una destrucción de 500.000 empleos más sólo en la construcción

La extrema correlación entre consumo de cemento y empleo en la construcción sugiere que el empleo en este sector bajará al menos en 500.000 personas más.2012 cierra como

La extrema correlación entre consumo de cemento y empleo en la construcción sugiere que el empleo en este sector bajará al menos en 500.000 personas más.


2012 cierra como el segundo peor año en lo económico de la historia reciente de España, después del catastrófico año 2009. Sin embargo, aquel año terminó con los indicadores económicos yendo hacia arriba o suavizando su caída y este lo ha hecho con la práctica totalidad de los indicadores de mal en peor.

Hoy, en el gráfico de la semana, vamos a hablar del consumo de cemento y del empleo en la construcción. Diciembre de 2012 ha sido, para el cemento, la prueba de que este indicador se encuentra en su peor momento. El consumo marca mínimos desde 1964 y baja un 34,2% respecto al mismo mes de 2011, en línea con lo visto a lo largo de todo el año. El descenso desde el pico de la burbuja es ya del 81%. En el gráfico se ve cómo la relación entre empleo en la construcción y consumo de cemento se mantuvo prácticamente constante en algo menos 2 Tm de cemento por cada empleo existente en el sector. Sin embargo, podemos ver cómo tras el estallido de la burbuja esta relación se rompe y actualmente se sitúa en algo menos de 1 Tm por empleo.


¿A qué puede deberse esto? ¿Puede existir algún cambio sustancial en el sector que implique menos consumo de cemento? ¿O bien el empleo se está comportando como un indicador especialmente retrasado?

Si bien es posible que la proporción de reformas respecto a las obras totales se haya incrementado, es muy dudoso que el cambio pueda haber sido de tal calibre como para inducir un descenso tan marcado en el consumo. No olvidemos que en el inicio de la gráfica (principios de 1995) la construcción de obra nueva y la obra pública se hallaban en una pésima situación y, sin embargo, la relación consumo de cemento/empleados era la misma que durante la burbuja. Lo más probable, pues, es que estemos asistiendo a un fenómeno de retraso en la destrucción de empleo en el sector que se puede deber a dos factores:

 -Desde que estalló la burbuja se ha ido terminando mucha más obra nueva de la que se empezaba, y en las fases finales de las obras se consume mucho menos cemento que en las primeras.

-Los altos costes de despido y el broteverdismo de los empresarios han hecho que las empresas hayan sido muy reacias a ajustar las plantillas al volumen real de trabajo.

A la vista del gráfico se puede deducir que este desfase es actualmente de unos 28 meses y que además se está alargando unos dos meses por año. Puede verse además que la caída prevista en el empleo para 2012 aplicando este desfase a la gráfica se ha cumplido casi exactamente, siendo ésta de 198.000 puestos de trabajo. El profesor Ricardo Vergés, probablemente el mayor experto en el inmobiliario que tenemos en el país, ha expuesto en varios de sus artículos este progresivo alargamiento en la ejecución de las obras desde el estallido de la crisis, algo que corresponde totalmente con lo visto en estos gráficos.

Según esto, todavía tendrían que destruirse -salvo improbable recuperación de la construcción- unos 500.000 empleos más, de los cuales veríamos desaparecer unos 200.000 en 2013. El resto se destruirían en 2014 y 2015. Esto si el consumo de cemento se estabiliza, algo que parece poco probable vista la evolución hasta ahora. Porque, como dijo Murphy, cualquier situación, por mala que sea, es susceptible de empeorar. 

La extrema correlación entre consumo de cemento y empleo en la construcción sugiere que el empleo en este sector bajará al menos en 500.000 personas más.