Es noticia
¿Crisis en España por falta de Gobierno? Ni está ni se la espera
  1. Economía
  2. Gráfico de la Semana
Juan Carlos Barba

Gráfico de la Semana

Por

¿Crisis en España por falta de Gobierno? Ni está ni se la espera

Pese a lo que dicen algunos analistas, la falta de formación de Gobierno no está perjudicando en absoluto a la economía

Foto: Constitución de las Cortes Generales de la XI Legislatura. (EFE)
Constitución de las Cortes Generales de la XI Legislatura. (EFE)

En muchas tertulias o columnas de diarios podemos leer o escuchar que la situación actual de incapacidad para formar Gobierno por parte de las fuerzas políticas está perjudicando gravemente a nuestra economía y que acabará metiéndonos en una recesión. Lo más gracioso, casi hilarante de todo esto, es que muchas veces son analistas que suelen atribuir al Gobierno todos los males que nos afligen los que ahora nos salen con esta ocurrencia.

Vamos a ser claros. El buen gobierno de un país es un factor positivo, pues garantiza que haya un marco estable y predecible para los ciudadanos y que se minimicen los abusos de poder o los engaños. Es decir, juego limpio entre las personas. También, en opinión de muchos, entre los que me cuento, debe cumplir la función de optimizar el bienestar social. Pero hace mucho que nuestros gobiernos dejaron de cumplir de una forma ni medianamente adecuada esas funciones básicas. Sus normativas y acciones son percibidas muchas veces como obstáculos innecesarios para las personas, y sus labores de optimización del bienestar social parecen más bien labores de optimización del bienestar de una minoría. No siempre es así, claro, pero sucede con tanta frecuencia como para que seis meses de Gobierno en funciones (o más bien con pocas funciones) y un Parlamento inoperante,lejos de perjudicar, incluso parezcan haber beneficiado a la situación económica.

Esto lo hemos visto reflejado en las cifras de empleo del primer trimestre, en que este, lejos de empeorar, ha mejorado con más velocidad que en cualquier otro momento desde que se inició la recuperación, pasando la tasa de aumento del 2,99% al 3,29%.

Algunos podrán pensar que el empleo es un indicador retrasado, pero resulta que los indicadores adelantados tampoco van nada mal. Si bien estos tuvieron un par de malos meses en todo el mundo a raíz del amago de crisis financiera de primeros de año, otra vez están empezando a recuperarse. En febrero vimos cómo el nuevo crédito, especialmente el gran crédito empresarial, volvía a aumentar con fuerza, y el PMI de servicios aumentó en marzo hasta un notable nivel de 55,3.

Esto, como he repetido en numerosas ocasiones desde esta columna, no es mérito en absoluto del Gobierno sino de factores exógenos. Estos son los bajos precios del petróleo, la baja cotización del euro y sobre todo los flujos financieros positivos hacia nuestra economía, siendo este último el más importante. Esto lo vemos en el gráfico del balance del sistema Target2, que es un reflejo de las importantísimas acciones del BCE. Recordemos que estas acciones no se mutualizan sino que quedan en los balances de los bancos centrales nacionales, en nuestro caso el Banco de España. Desde marzo de 2015, hemos recibido nada menos que 83.000 millones de euros fundamentalmente por estas acciones (siendo Italia el otro gran beneficiado). Eso es lo que está haciendo que la banca pueda conceder más crédito y ese es el combustible fundamental de la recuperación. Y que siga por mucho tiempo, así como la situación política actual, porque en el momento que tengamos nuevo Gobierno mucho me temo que van a entrar con ganas, pero con ganas de fastidiarnos la vida todo lo que puedan, que no es poco.

En muchas tertulias o columnas de diarios podemos leer o escuchar que la situación actual de incapacidad para formar Gobierno por parte de las fuerzas políticas está perjudicando gravemente a nuestra economía y que acabará metiéndonos en una recesión. Lo más gracioso, casi hilarante de todo esto, es que muchas veces son analistas que suelen atribuir al Gobierno todos los males que nos afligen los que ahora nos salen con esta ocurrencia.

Banco de España