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Tendencias en la Industria de los Fondos de Inversión
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Ignacio Rodríguez Añino

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Tendencias en la Industria de los Fondos de Inversión

Los últimos años han sido muy complicados para la industria de los fondos de inversión, sobre todo en España. La crisis ha afectado de lleno a

Los últimos años han sido muy complicados para la industria de los fondos de inversión, sobre todo en España. La crisis ha afectado de lleno a una industria que sigue dominada por la distribución bancaria.

 

Desgraciadamente los fondos de inversión, uno de los instrumentos más idóneos para el ahorro a largo plazo, compiten con depósitos a plazo con intereses y riesgos muy por encima del euribor (necesidades de balance mandan), con preferentes con intereses mucho más bajos de lo que sería recomendable (con el peligro de que sean deuda perpetua a un tipo de interés muy bajo), con lavadoras, secadoras, planchas y vajillas variadas.

Se ha hablado mucho de la conveniencia del asesoramiento independiente. Sin duda, el que el inversor pueda recibir consejos de alguien que no tiene que seguir las pautas marcadas por la dirección comercial de la entidad que sea, es una oportunidad muy “sana” desde el punto de vista financiero.

A los que trabajamos en gestoras internacionales muchas veces se nos critica que sólo luchamos a favor de la arquitectura abierta porque nos beneficia. No les falta algo de razón a los críticos, porque la arquitectura abierta (el que el inversor tenga, en definitiva,  acceso a los mejores productos) beneficia las gestoras independientes y a las extranjeras. Pero también, y sobre todo, a los inversores.  Y es que hay varios hechos que han jugado históricamente en contra de los inversores:

1. En España no existe una verdadera red de asesores independientes. La nueva creación de la figura de EAFI es un paso en la buena dirección. Veremos cómo se termina desarrollando y aplicando, pero al menos es una puerta abierta a que los inversores puedan encontrar asesoramiento no dependiente de los balances de las casas matrices. Las bancas privadas sí han avanzado más en este aspecto

2. La distribución tradicional ha dependido no de los directores de inversión, sino de los directores comerciales de las entidades financieras. Así, no se vende lo que se debe, sino lo que toca. Se crean fondos hechos “ad hoc” para  una  campaña, que quedan olvidados cuando lo que está de moda es otro tipo de fondo u otro producto financiero. Sólo hay que mirar el número de fondos gestionados (centenares en muchos casos) por algunas de las mayores gestoras españolas para ver lo poco eficiente que puede llegar a ser gestionarlos: mayores costes de administración, falta de tiempo de los gestores, imposibilidad de rentabilidades atractivas a largo plazo…

3. Las oficinas bancarias, admirables vertebradoras del sistema financiero patrio, tienen que vender de todo. Y ya se dijo que “el que mucho abarca, poco aprieta”. Su vida no es fácil, pero ser especialistas en hipotecas, líneas de crédito, tarjetas, seguros, avales, cuentas corrientes, a plazo, menaje del hogar, inversiones y fondos parece tarea de titanes. Al final, el que sale perdiendo es el inversor en fondos, que son un instrumento a largo plazo que deja poco margen y que muchas veces ni siquiera computan en los objetivos de la sucursal.

4. Las entidades financieras han considerado a sus gestoras como moneda de cambio. Las gestoras, con distribuciones cautivas (sólo por su red), dependen de las necesidades de tener o no balance de sus matrices. Eso ha hecho que  haya poco gestores reconocidos (a pesar de la calidad de muchos de ellos) y casi ninguna gestora que venda sus productos fuera de nuestras fronteras (aunque aquí Hacienda y la imposibilidad de utilizar las cuentas ómnibus en la distribución  también tiene su parte de culpa)

Esperemos que poco a poco vaya cambiando el panorama. Los fondos no se han comportado tan mal en la crisis actual (a pesar de algunas decepciones, su comportamiento ha sido mucho mejor del de los productos estructurados, por poner un ejemplo), y esperemos que poco a poco los inversores puedan acceder, a través de la arquitectura abierta, a los mejores y más seguros productos del mercado: los fondos de inversión.

Ignacio Rodríguez Añino, responsable de M&G Investments en España

Los últimos años han sido muy complicados para la industria de los fondos de inversión, sobre todo en España. La crisis ha afectado de lleno a una industria que sigue dominada por la distribución bancaria.