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Durante la última semana no he hecho más que escuchar a izquierda y derechas mensajes de corte bajista o, en el mejor de los casos, llamando

Durante la última semana no he hecho más que escuchar a izquierda y derechas mensajes de corte bajista o, en el mejor de los casos, llamando a la prudencia tras las alzas registradas por los índices desde el pasado mes de marzo.

 

Sin embargo y, desde un punto de vista técnico, no hay el menor motivo que pueda justificar el agotamiento del rally alcista de los últimos meses. Es cierto que hay algunos elementos, ninguno de ellos determinante, que pueden hacernos dudar levemente, tal y como veremos un poco más adelante, pero la estructura alcista principal sigue totalmente intacta por el momento.

 

 

La semana pasada comentaba que mientras el Mercado no perforase los soportes relevantes, no teníamos ningún argumento para pensar que las caídas de los primeros 2 días del mes de septiembre iban a ser el preludio de un proceso correctivo relevante, con lo que estas caídas nos ofrecían una nueva oportunidad de compra.

 

A lo largo de los últimos 7 días hemos visto como el SP500 logró detenerse en el nivel de soporte intermedio que surge del cruce entre la directriz bajista principal superada el 21 de agosto (línea de tendencia bajista de color blanco) con la base del canal alcista desdoblado del original (línea de tendencia alcista de color verde).

 

EL hecho de que el índice se detuviese en ese punto sin llegar a acercarse al nivel crítico de soporte (978 puntos) indica que la corrección de los primeros días del mes de septiembre debe considerarse como un “pullback”(movimiento en sentido contrario a la tendencia en el que suele incurrir el precio cuando supera una resistencia o un soporte, lo que permite ratificar la inversión de papeles entre soportes y resistencias).

 

La rápida reacción alcista desde ese punto dejando tras de sí un hueco alcista entre el viernes y el martes (el lunes fue festivo en los EEUU) indica con más fuerza que la corrección de la semana pasada debe considerarse como un mero “pullback” dentro del movimiento alcista general. Pero, es esto suficiente como para pensar que se van a superar los máximos crecientes alcanzados en agosto?

 

 

Uno de los elementos que me llevan a no ser más abiertamente alcista en el corto plazo es el hecho de que los máximos crecientes que se alcanzaron a finales del mes de agosto por la mayor parte de los índices no han sido ratificados por un nuevo máximo creciente en términos de cierre por parte del Dow de Transporte.

 

En el gráfico adjunto se aprecia que en el mes de Junio nos enfrentamos a una situación parecida. El Dow de Industriales logró marcar un nuevo máximo creciente pero el Dow de Transportes no lo ratificó con lo que no tuvimos confirmación desde un punto de vista de la Teoría de Dow y, posteriormente, el Industriales se vino atrás.

 

Por este motivo es absolutamente necesario esperar un cierre del Dow de transportes por encima de los 3.774 antes de poder tener mayor certeza de que el SP500 no va darse la vuelta y de que va a lograr superar los máximos de agosto despejando con ello el camino hacia los 1.090 (objetivo del hombro cabeza hombro invertido del que se ha hablado hasta la saciedad).

 

En el caso de que la resistencia del Dow de Transportes no se logre superar, existe el riesgo de que veamos una pérdida de impulso alcista y la elevación del riesgo bajista de nuevo. En este sentido sólo habría que empezar a preocuparse en el caso de que el SP500 cerrase por debajo de los 1.005 puntos o perforase el 991 aunque, tal y como quedó claro la semana pasada, no se podrá pensar abiertamente en un proceso correctivo importante mientras no se rompa la estructura de mínimos crecientes para lo cual deberíamos ver cierres por debajo de los 978 puntos.

 

Contestación a la pregunta de un lector la semana pasada

 

La semana pasada me preguntaban a que me refería con perforación de soporte o resistencia. Pues bien esta es una de las grandes lagunas del análisis técnico que, como toda metodología de análisis, presenta.

 

No tengo una contestación precisa a la pregunta. Los libros clásicos de análisis técnico dicen que la ruptura de una resistencia o de un soporte no se puede considerar plenamente válida mientras no sea superada/o en al menos un 3%. Pero esperar un 3% hace que el stop de protección que se debe tener claro siempre que se toma una posición en los Mercados se aleje un 3% adicional.

 

A mi entender, cada inversor debe tener su propia metodología. Normalmente es conveniente darle validez a la ruptura de soporte o resistencia en función del volumen con el que esa ruptura se ha producido. Una ruptura sin volumen tiene más posibilidades de ser lo que conoce con el nombre de una “trampa de Mercado”.

 

Otra metodología es actuar tantas veces sea necesario sobre el nivel en cuestión. Por ejemplo, si nos enfrentamos a una resistencia clave, un cierre por encima de ella debe llevarnos a comprar, pero si vuelve a aparecer un cierre por debajo la misma, hay que vender lo comprado y “ponerse corto”. Y si vuelve por encima de la misma de nuevo, volver a darle la vuelta a la posición. Esta metodología te asegura que estarás en la dirección correcta cuando se resuelva el conflicto con la resistencia. Obviamente, esta metodología consume muchas comisiones y, en función del tiempo en el que se tarde en superarse o no la resistencia en cuestión, pequeñas pérdidas, pero al final se estará posicionado en la dirección correcta.

 

También se puede esperar unos pocos días u horas o medias horas, en función del tipo de inversión que se esté realizando, para ver si la ruptura de la resistencia o el soporte se consolida. Esta metodología el tener que entrar y salir muchas veces alrededor de la resistencia o el soporte pero puede ocurrir que el precio se escape más allá de lo deseable.

 

Por último, está la metodología más prudente de todas, la del “pullback”. No siempre ocurre pero en la mayor parte de las ocasiones en las que se rompe un soporte o una resistencia, se produce una vuelta al nivel por parte de los precios (“pullback”) que ratifica que se ha invertido el papel del soporte o la resistencia. Esta metodología es muy eficaz pero exige de un temple por parte del inversor enorme porque en el caso, por ejemplo, de la ruptura de un soporte muy relevante, el precio puede ir muy abajo muy rápido generando la sensación de que se nos está escapando la oportunidad de haber vendido.

Durante la última semana no he hecho más que escuchar a izquierda y derechas mensajes de corte bajista o, en el mejor de los casos, llamando a la prudencia tras las alzas registradas por los índices desde el pasado mes de marzo.