La deuda no se soluciona con más deuda

El Fondo Monetario Internacional (FMI) publica cada seis meses un informe de estabilidad financiera que aporta datos muy interesantes de las distintas economías. Al margen de las propias cifras, el organismo internacional ofrece su propia visión sobre cada una de las economías y sobre el riesgo del nivel alcanzado por cada una de las variables.

Uno de los cuadros más ilustrativos de su informe recoge los niveles de endeudamiento y apalancamiento de las distintas economías. A través de un código de colores pretende mostrar de un vistazo la mejor o peor situación de cada economía. En color verde se recogen aquellos datos que se encuentran entre el 25% mejor de la muestra. En rojo, los que se hallan en el 25% peor y en amarillo,­­ los que sitúan entremedias de ambos.­­

El código de colores utilizado puede llevar a engaño. Comparando el último cuadro publicado con el correspondiente a los datos de 2010, el color rojo ha perdido relevancia a favor del verde y el amarillo. Podría dar la sensación de que la situación del endeudamiento de las economías recogidas en el cuadro es mejor que la existente hace tres años. Nada más lejos de la realidad.

En términos de deuda pública, solamente Alemania se sitúa en un nivel de endeudamiento público inferior al de 2011. Aun así, Canadá, Reino Unido, Francia y Alemania aparecen como los países en una mejor situación (color verde), aunque los tres primeros hayan aumentado su nivel de endeudamiento durante el periodo. El empeoramiento generalizado hace que su situación relativa sea mejor que la del resto, pese a que en términos absolutos se haya incrementado.

En el caso de España, pese a la mejora de colores de los distintos datos recogidos en los cuadros, la situación de endeudamiento de la economía no ha mejorado, más bien al contrario: el nivel de deuda pública ha pasado del 67% del producto interior bruto (PIB) al 94%; el déficit primario apenas ha mejorado dos décimas; la deuda bruta de las familias apenas se ha reducido un 3%, hasta el 84%; la deuda externa neta de nuestra economía se ha incrementado del 88% al 98% del PIB. Sin duda, el mejor dato actual es el logro de un superávit por cuenta corriente, lo que permite evitar que la deuda externa siga creciendo.

Uno de los principales problemas de las economías desarrolladas durante esta crisis es el elevado endeudamiento. Pese a las mejoras experimentadas desde 2009, es inevitable continuar en el desapalancamiento de la economía.

Aunque sean numerosas las voces que solicitan más crédito y más endeudamiento, un problema de deuda no se soluciona con más deuda. Los procesos de digestión del sobreendeudamiento son largos, dolorosos y merman la capacidad de crecimiento de la economía.