Relativismo financiero

Una de las características de nuestro tiempo es el avance del relativismo en todos los ámbitos, incluso en la denominación de los productos financieros. El significado de las palabras puede ser retorcido hasta llegar a denotar cosas totalmente distintas a sus acepciones tradicionales.

Son numerosos los productos financieros cuya denominación induce a error, al no corresponderse con el significado conocido por la población y recogido en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Veamos algunos ejemplos.

• Preferentes. Producto financiero de renta fijasin vencimiento que ha generado quitas a sus tenedores en España de más de 12.000 millones de euros. La denominación del producto no puede ser más desafortunada. De acuerdo con el diccionario, preferente significa “que tiene preferencia o superioridad sobre algo”, justo lo contrario de lo acontecido con este producto. En lugar de tener preferencia en el caso de insolvencia de las entidades frente a otros acreedores, ha sido el producto que más pérdidas ha soportado, mientras que los bonos seniorde las entidades rescatadas no han sufrido quita alguna.
• Obligaciones y bonos convertibles que obligatoriamente se convertirán en acciones. La denominación del producto induce a error. De acuerdo con el diccionario, convertible significa “que se puede convertir”, no que se tenga que convertir. De hecho, si las obligaciones necesariamente se acabaran convirtiendo en acciones, una denominación correcta debería haber sido “acciones diferidas”. El ahorrador o inversor que adquirió este producto en el pasado acabará teniendo acciones, sin la posibilidad de elegir recibir el principal de la inversión al vencimiento del bono. No debería haberse utilizado una denominación que inevitablemente se confunde con los tradicionales bonos convertibles, por supuesto, a elección de su tenedor.
• Fondos de inversión de renta fija. Son fondos de inversión cuyas carteras están compuestas por activos de renta fija. Sin embargo, dicha denominación lleva a los partícipes que invierten en dichos fondos a interpretar que la renta que obtendrán es “fija”, y no variable en función de la oscilación del valor liquidativo. Dado el magnífico comportamiento de los fondos de inversión de renta fija en este año y los bajos tipos de interés actuales, puede ser uno de los productos que cree problemas entre los partícipes ante futuras subidas de los tipos de interés. Ya ocurrió en 1994 y en 2008.
• Scrip dividend, dividendo flexible, elección o cualquier otra denominación utilizada. El llamado scrip dividend NO es un dividendo, sino una ampliación de capital gratuita. Basta leer cualquier acuerdo de las numerosas empresas cotizadas que utilizan este sistema para comprobar que esta operación financiera esuna ampliación de capital gratuita, y no el reparto de beneficios generados o reservas entre los accionistas.

Se evitarían numerosos problemas en la comercialización de productos financieros si, además de elaborar extensísimos documentos legales puestos a disposición de los ahorradores e inversores, que pocos leen, los productos recibieran una denominación clara que no induzca a error a cualquier persona. El avance del relativismo financiero es un problema cuyos perniciosos efectos ya han padecido numerosos ahorradores. La solución de utilizar adecuadamente las palabras evitando malentendidos innecesarios no debería ser complicada de aplicar.