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Tsipras, es momento de actuar como un CEO, no como un político
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Tsipras, es momento de actuar como un CEO, no como un político

Los políticos, por falta de coraje, a veces aparentemente que toman decisiones estúpidas, pero parece que, hoy en día, ya no nos importa

Foto: Alexis Tsipras, primer ministro griego. (Reuters)
Alexis Tsipras, primer ministro griego. (Reuters)

En su excelente libro sobre start-ups, The hard thing about hard things, Ben Horowitz explica en qué consiste el trabajo del CEO y la diferencia entre un CEO en tiempos de paz y un CEO en tiempos de guerra.

Huelga explicar por qué son “tiempos de guerra” para Grecia, un país en suspensión de pagos, cuyo PIB sigue en descenso, y donde la gente –sobre todo los más mayores–, se amontonan haciendo cola en los bancos para poder sacar algo de sus ahorros ante las posibles restricciones para sacar dinero de sus cuentas. Al final, hay que comer para sobrevivir, y en el siglo XXI, sin dinero no se puede comer.

Las start-ups, incluso las de mayor éxito, a menudo pasan por momentos difíciles, en los que su producto no tiene una buena acogida en el mercado, o cuando gastan demasiado y se acercan a la quiebra, cuando tienen que despedir al 50% de sus empleados para mantenerse a flote, o cuando tienen que dar un giro y buscar otros mercados quizá más prometedores, pero también inciertos.

Lo único que les importa a los políticos es su propia carrera política, cómo mantenerse en el 'juego político' el tiempo suficiente para vivir muy bien

Cuando eres el CEO de una start-up, eres el (único) que tiene que tomar todas estas decisiones difíciles: despedir a gente,reducir gastoo bien definir un nuevo posicionamiento de mercado. Son momentos en los que, como CEO, te sientes solo, porque, al fin y al cabo, eres tú quien lidera y quien tiene que tomar las decisiones. En esos momentos,no hay democracia, sino una verdadera dictadura. Si acabas tomando la decisión correcta, simplemente habrás hecho tu trabajo. Si, por el contrario, acaba siendo la equivocada, serás el (único) a quien culpar, ¡y a quien despedir! Y, normalmente, cuentas con muy poca información para tomar este tipo de decisiones, y es, en gran parte, una cuestión de instinto, pero también de coraje y perseverancia.

Como dijo Winston Churchill, “si estás atravesando un infierno, sigue caminando”.

Lo que hace tan especial el proceso de toma de decisiones en una start-up es que tienes que apostar fuertey jugarte, a menudo, todo tu patrimonio y tu reputación. No es un trabajo, es una decisión en tiempos de guerra. Puede que ganes, o puede que pierdas, no hay punto intermedio. Si aciertas, construirás un negocio de éxito que la gente admirará; si no, podría ser desastroso. Es o todo o nada, vida o muerte, victoria o derrota.

Pero los políticos son completamente diferentes. No ponen su patrimonio en juego. Nunca. Ni siquiera Michael Bloomberg, que gastó una gran cantidad de dinero durante su vida como alcalde de Nueva York, puso todo su patrimonio en juego, ni mucho menos.

Los políticos, por falta de coraje, a veces aparentementetoman decisiones estúpidas, pero parece que, hoy en día, ya no nos importa. Los días en los que los políticos actuaban como generales que dirigían ejércitos –como Winston Churchill o Charles De Gaulle– han quedado ya muy lejos.

Ahora, querido Tsipras, estás en ''tiempos de guerra'', y tienes que actuar como un CEO

Lo único que les importa a los políticos es su propia carrera política, cómo mantenerse en el “juego político” el tiempo suficiente para vivir muy bien, ganar dinero y, después, en muchos casos, retirarse de la vida política para pasar a ser oradores o consultores, y hacerse ricos. Las cifras que personalidades como Bill Clinton llegan a cobrar por participar en conferencias son demenciales, o lo que cobran personas como Tony Blair por ofrecer “servicios de consultoría” (su patrimonio está estimado en 150 millones de euros). Está claro que la política ha dejado de ser una vocación para convertirse en un trabajo.

En cierto modo, esta manera de actuar es más aceptable en “tiempos de paz”, pero ahora, querido Tsipras, estás en “tiempos de guerra”, y tienes que actuar como un CEO:

- Toma decisiones difíciles, que muchos no entenderán, incluso los miembros de tu propio partido, decisiones por las que puedes ser odiado y por las que puede que dejen de votarte. Pero, igual que un CEO, tu trabajo es el de tomar decisiones, y evitar atribuir la responsabilidad a tus empleados (ciudadanos) y tomar una decisión descafeinada que no te lleve a ninguna parte. No puedes continuar proponiendo medidas populistas. Debes empezar a tomar decisiones valientes.

- Deja tu ego a un lado, y acepta las decisiones que vengan de tu “junta directiva” –la UE y los mercados financieros–, aunque no te gusten. No porque se les dé mejor que a ti tomar decisiones, ni porque sean más listos, sino porque tú y los anteriores ministros hicisteis un terrible trabajo gestionando Grecia. No es una opinión, sino un hecho. A las cifras me remito: son como las de una start-up en quiebra. Por eso, ahora tienes que asumir tu culpa y hacer tu trabajo como CEO. La empresa es mucho más importante que tu ego, porque tu empresa es toda la población griega, que está sufriendo. No estamos hablando de los geeks bien pagados en Silicon Valley, sino de todo un país, de niños que necesitan un futuro, de personas mayores que necesitan cobrar sus pensiones, de padres que necesitan alimentar a sus hijos.

-Sé honesto contigo mismo, tienes que reconocer que te has equivocado. Aceptar el error es el primer paso, y el más importante, para rectificar. Equivocarse no es un problema en sí mismo, el principal problema es mantener el mismo planteamiento equivocado y la estrategia errónea que te llevará a la quiebra. Muchas start-ups de éxito tuvieron que rectificar muchas veces, pero rectificaron rápido.

Al final, querido Tsipras, ¿querrás ser recordado como Winston Churchill, el líder de un país que opuso resistencia a los invasores, o como Mikhail Gorbatchev, el hombre que abocó a la URSS al derrumbe?

En su excelente libro sobre start-ups, The hard thing about hard things, Ben Horowitz explica en qué consiste el trabajo del CEO y la diferencia entre un CEO en tiempos de paz y un CEO en tiempos de guerra.

Alexis Tsipras