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Electricidad para una Europa cada vez más verde

Reducir drásticamente las emisiones de CO2 en nuestra atmósfera requiere de una respuesta decidida

Foto: Imagen de un campo de generación eólica. (EFE)
Imagen de un campo de generación eólica. (EFE)

En diciembre de 2017, el sector eléctrico europeo se comprometió a romper con el vínculo tradicional que existía entre crecimiento económico y aumento de las emisiones. Nuestro objetivo radica en desarrollar una economía próspera, basada en un suministro fiable de energía y no dependiente del carbono, para lo que es imprescindible un 'mix' eléctrico descarbonizado antes de 2050. Sin embargo, creemos que acelerar la transición en otros sectores también es necesario.

Con este fin, Eurelectric, la asociación del sector eléctrico europeo, con la ayuda de McKinsey, comenzó a analizar posibles vías de electrificación para la descarbonización de la economía.

Nuestro estudio ha examinado tres escenarios diferentes con distintos niveles de ambición. Uno primero, alineado con los compromisos actuales de la UE derivados del Acuerdo de París (una reducción del 80% para 2050). Un segundo escenario, que incrementa la ambición hasta el 90%. Y un último escenario dirigido hacia la práctica descarbonización total de la economía europea, con una reducción del 95% con respecto a 1990.

placeholder Foto de archivo de una red de transporte eléctrico. (Reuters)
Foto de archivo de una red de transporte eléctrico. (Reuters)

En todos los escenarios, la conclusión principal es que cualquier intento de recorte sustancial de las emisiones pasa por una electrificación de los principales sectores consumidores de energía: el transporte, la edificación y la industria. Dicho de otro modo, la electrificación y la descarbonización son las dos caras de una misma moneda.

Los retos para cada sector son muy diferentes. El sector del transporte, responsable de una cuarta parte del total de emisiones de la UE, tiene el camino más largo por recorrer. En la actualidad, la electricidad supone tan solo un 1% del uso total de la energía en el transporte —debido, principalmente, a las líneas eléctricas de ferrocarril—. En este sentido, la reducción de las emisiones en este sector debe avanzar hacia la utilización masiva de vehículos eléctricos en el transporte por carretera.

La reducción de las emisiones en este sector debe avanzar hacia la utilización masiva de vehículos eléctricos en el transporte por carretera

En los próximos años, se deberían poner en marcha incentivos para que los consumidores elijan estos vehículos, además de políticas y colaboraciones público-privadas que garanticen el despliegue necesario de la infraestructura para la carga en edificios comerciales y residenciales, pero también en la vía pública —ya que la mayor parte del parque automovilístico carece de plaza de garaje—.

Si bien las cuotas necesarias de ventas de vehículos eléctricos del 75-100% en 2050 pueden parecer muy difíciles de alcanzar, ya existen casos en los que se han superado las expectativas. Por ejemplo, más de la mitad de los automóviles nuevos vendidos hoy en Noruega son híbridos o eléctricos puros.

En cuanto a la edificación, un tercio de la energía utilizada en edificios ya es eléctrica, aunque la cuota varía por países.

placeholder Un aparato de aire acondicionado. (iStock)
Un aparato de aire acondicionado. (iStock)

El papel de la electricidad deberá aumentar significativamente, existiendo un gran potencial para la electrificación. Muchas de las soluciones necesarias (cocinas eléctricas, bombas de calor, calentadores de agua) ya existen y son comercialmente competitivas. Se trata, por tanto, de incluirlas en los edificios nuevos y sustituir progresivamente tecnologías desfasadas, como las calderas de gasoil. Este mayor uso de soluciones eléctricas en edificios ayudará, asimismo, a crear un sistema energético más resiliente.

Por su parte, la descarbonización de las industrias europeas será compleja, dada su exposición a la competencia internacional y a la diversidad de procesos. Por ello, será probablemente necesario un menú de diferentes opciones de descarbonización en los sectores industriales.

La electrificación es energéticamente eficiente

Dependiendo del nivel de ambición planteado para la descarbonización, el estudio determina que entre el 40 y el 60% del consumo total de energía final deberá ser eléctrico para mediados de siglo, por encima del 20% actual.

En paralelo, es necesario un incremento de la eficiencia: el uso de energía deberá disminuir considerablemente para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones. El estudio demuestra que la electrificación apoya el objetivo de mejora de eficiencia energética, ya que, aunque la demanda eléctrica aumenta, debido a que las aplicaciones eléctricas son muy eficientes, la demanda de energía total disminuye.

El sector gasista también afrontará grandes cambios en los próximos 30 años, orientándose hacia nuevos usos

En todos los escenarios se prevé un rol para el gas en el futuro sistema energético. El sector gasista también afrontará grandes cambios en los próximos 30 años, orientándose hacia nuevos usos (la utilización de gases sintéticos como forma de almacenar los excesos de producción eléctrica) y actividades donde presenta una propuesta de valor única (como algunos procesos industriales).

En definitiva, si bien los estados europeos parten de diferentes puntos, no cabe duda de que la electrificación constituye una parte indispensable de cualquier estrategia ambiciosa.

Desde Eurelectric y Unesa, esperamos que esta realidad se tenga en cuenta en el contexto de la estrategia a largo plazo sobre energía y clima en Europa, y estaremos preparados para respaldar a los encargados de la toma de decisiones durante este proceso.

* Kristian Ruby es secretario general de Eurelectric y Marina Serrano es presidenta de Unesa.

En diciembre de 2017, el sector eléctrico europeo se comprometió a romper con el vínculo tradicional que existía entre crecimiento económico y aumento de las emisiones. Nuestro objetivo radica en desarrollar una economía próspera, basada en un suministro fiable de energía y no dependiente del carbono, para lo que es imprescindible un 'mix' eléctrico descarbonizado antes de 2050. Sin embargo, creemos que acelerar la transición en otros sectores también es necesario.

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