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¿Catalunya? Aún hay otra amenaza regional más incontrolable
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Alberto Artero

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¿Catalunya? Aún hay otra amenaza regional más incontrolable

Como no podía ser de otra manera, al actualidad manda, las consecuencias de la manifestación independentista catalana del día de la Diada y lo que pueda

Como no podía ser de otra manera, al actualidad manda, las consecuencias de la manifestación independentista catalana del día de la Diada y lo que pueda surgir el 21 de octubre del resultado electoral tanto de País Vasco como de Galicia para la unidad de España han copado buena parte de los titulares de la prensa en las últimas semanas. Es el modelo de estado autonómico lo que está en juego, cuestión ni mucho menos baladí.

Más allá de los intentos del canario Paulino Rivero por sumarse a las reivindicaciones -en una prueba más de que la estulticia siempre encuentra paso franco hacia el poder, así nos va-, lo cierto es que se trata de una cuestión ésta del estado propio ajena a buena parte del resto de las regiones españolas, que contemplan más bien cómo la amenaza que se cierne sobre las mismas no es tanto de más o menos autonomía cuanto de consolidación primero con otras, y desaparición después, impuesta por las circunstancias.

Sin embargo, hay un elemento no suficientemente comentado que puede cambiar radicalmente las tornas y producir que el conflicto interregional no se limite a separatistas y nacionalistas sino que afecte a circunscripciones tradicionalmente unidas por una forma de ver España. Y es la sequía. Pese a que el otoño ha llegado cargado con las primeras lluvias de la estación, lo cierto es que hemos vivido un estío cuasi dramático en algunas zonas del Levante y del centro peninsular.

En efecto, buena parte de las desaladoras que en su día se construyeron para dar servicio a las necesidades de la costa mediterránea, fruto de la oposición política a planes de canalización de aguas más ambiciosos, han estado a pleno funcionamiento durante los meses de verano. Sin ellas, algunos municipios habrían vivido restricciones salvajes de suministro, afectando de modo notable al residente y al turista local. Su doble carácter contaminante, consumo de energía y residuos, ha quedado en un segundo plano comparado con la función que han cumplido.

Ha sido una llamada de atención que, en caso de que la cosa no mejore sustancialmente hasta el final del invierno, puede ir a mayores en la primavera de 2013, con notables consecuencias para la cohesión regional pues muchas regiones carecen de ese tipo –o de cualquier otro- de infraestructuras, especialmente en la Cornisa Cantábrica.                                                                                                                                           

Pese a que los problemas en relación con el oro azul son de sobra conocidos, la cesión de las políticas de agua a las Comunidades Autónomas ha impedido un Plan Integral que trate de dar una solución al problema, que no es ni mucho menos sencilla, dada la indispensabilidad del líquido y los intereses demográficos, agrarios, industriales o de servicios creados a su alrededor. Urge en este particular una recuperación estatal de competencias en los términos señalados por Mercedes Fuertes en este interesante post  y en los comentarios posteriores (Hay Derecho, De la redistribución de competencias, 07-05-2012).

De las terribles consecuencias de esa falta de unidad en términos de flagrante ineficacia política hay ejemplos para todos los gustos, como la incertidumbre sobre los derechos del agua en una región tan cra. La posibilidad de que  inviernoinvieragua en una regiara todos los gustos de flagrante ineficacia polos habrque el conflicto ítica como Andalucía (V.A., La España de Zapatero pierde aceite, 27-09-2011 y The Economist, Olive Oil Prices: Drizzled and Drought, 22-09-2012). La consecuencia de tal ineficiencia es que la posibilidad de que en muchas provincias el aprovisionamiento el año que viene se realice a través de camiones cisterna, si se mantiene la situación, no es menor.

Hemos escrito ya en numerosas ocasiones del agua como el mayor elemento de conflicto en los años venideros, superando con creces a los que a lo largo del siglo XX hubo relacionados con el petróleo. Nos hemos hartado de explicar las bondades de la optimización de redes, de la mejora en su tratamiento y reciclado, de la necesidad de obtener la máxima eficiencia en su consumo (V.A., El agua, inesperada arma de destrucción masiva,  22-09-2011 y Más mierda y menos agua, el mundo que heredarán nuestros hijos, 11-06-2012). Ahora esta amenaza latente puede hacerse presente en España antes de lo que muchos piensan. Este país pone un circo… Dicen no obstante los entendidos de los Pirineos que por cómo han hecho este verano los nidos las avispas, va a ser una época invernal llena de nieves. No quiere decir gran cosa pero menos es nada.

Buena semana a todos.

Como no podía ser de otra manera, al actualidad manda, las consecuencias de la manifestación independentista catalana del día de la Diada y lo que pueda surgir el 21 de octubre del resultado electoral tanto de País Vasco como de Galicia para la unidad de España han copado buena parte de los titulares de la prensa en las últimas semanas. Es el modelo de estado autonómico lo que está en juego, cuestión ni mucho menos baladí.