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Mirando al sur: la oportunidad del consumidor africano
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Alberto Artero

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Mirando al sur: la oportunidad del consumidor africano

En fechas recientes he coincidido con varios empresarios que, reacios a sufrir una muerte financiera lenta sin hacer nada por evitarlo, se han liado la manta

En fechas recientes he coincidido con varios empresarios que, reacios a sufrir una muerte financiera lenta sin hacer nada por evitarlo, se han liado la manta a la cabeza y están recorriendo el mundo en busca de oportunidades. Hasta ahora era frecuente oírles hablar de la bonanza andina, de las peculiaridades asiáticas o de la riqueza caucásica. Pues bien, una cuarta zona geográfica se ha añadido al terceto: la África menos conocida.

Quien no avisa del auge textil tanzano, comenta el boom de infraestructuras en Ghana o destaca el potencial energético de Angola. Para muchos españoles se está convirtiendo en una vía de escape no exenta de dificultades, pero vía al fin y al cabo. No solo eso; en un mundo tan aparentemente globalizado como el actual, los incrementos de costes en cualquier región del planeta llevan inmediatamente a los productores a buscar alternativas (Valor Añadido, No se crean el camelo colectivo: el mundo es de todo menos global,  27/04/2011). Y África, reúne todas las condiciones para consolidarse como tal, con todo lo que eso implica en términos de generación de riqueza.

Coincidiendo con este aumento de interés, ha publicado McKinsey un imprescindible estudio sobre el consumidor africano (McKinsey & Co, The rise of the African Consumer, November 2012) cuyas dos primeras líneas dicen, exactamente, lo siguiente: ‘las (ventas de las) industrias africanas ligadas al consumo crecerán en más de 400.000 millones de dólares de aquí a 2020’, tras hacerlo en 568.000 la década anterior y situarse por encima de las indias o rusas. No está mal en un mundo en recesión. El continente ofrece, por tanto, algo más que explotación de sus materias primas o un incipiente caldo de cultivo fabril.

Factores de carácter demográfico (población al alza, muy joven, pues la mitad es menor de 20 años, y crecientemente urbana), de desarrollo económico (se espera que al final de la década un 50% de sus ciudadanos tengan ingresos recurrentes, al pasar de 85 a 130 millones), de modo de afrontar el futuro (el 97% de los ghaneses creen que sus condiciones de vida serán mejores en dos años que ahora, lo que invita a la inversión y el gasto), de transporte (la apuesta por las infraestructuras facilita los desplazamientos y el acceso a las mercancías) o de fragmentación de mercado (que permite mantener unos precios atractivos) son, entre otros, los que justifican el vaticinio de la consultora, que dedica buena parte del texto a analizar hábitos de consumo y a presentar una aproximación estratégica al fenómeno.

Alguno me podrá decir que ya huele. No en vano el Boston Consulting Group realizó hace más de dos años un vaticinio sobre África similar, mejor esquematizado eso sí, en el que acotaba la posibilidad de inversión a nueve estados africanos, los African Lions, que proponía jugar a través de una serie de compañías que denominaba African Challengers (Valor Añadido, Cuando el mercado cierra una puerta, los inversores encuentran una ventana, 09-06-2012). En esa relación no se incluía ni una sola firma de consumo. Esa, junto con la expansión del espectro de estudio, es la verdadera novedad del texto recién publicado.

De momento, los grandes inversores financieros van tomando posiciones, como advirtió Ignacio Sarría hace ya año y medio con motivo del lanzamiento por parte de Carlyle de un fondo centrado en este continente (Secretos del Private Equity, Los grandes inversores miran a Africa, 07-03-2011). Y más allá de las veleidades que llevaron a convertir la acción del capital riesgo en un casino financiero, cuando esta gente se centra en lo que hace -descubrir nichos de valor o crearlos operativamente- suele anticiparse mucho y equivocarse poco.

Quedan, pues, avisados. Miren al sur.

Buen fin de semana a todos.

En fechas recientes he coincidido con varios empresarios que, reacios a sufrir una muerte financiera lenta sin hacer nada por evitarlo, se han liado la manta a la cabeza y están recorriendo el mundo en busca de oportunidades. Hasta ahora era frecuente oírles hablar de la bonanza andina, de las peculiaridades asiáticas o de la riqueza caucásica. Pues bien, una cuarta zona geográfica se ha añadido al terceto: la África menos conocida.