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Locura total: ahora se quieren cargar el interbancario
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Alberto Artero

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Locura total: ahora se quieren cargar el interbancario

Buena parte de la tarde de ayer El Confidencial estuvo abriendo con la siguiente noticia: "Alemania echa el freno a la unión bancaria invocando el tratado

Buena parte de la tarde de ayer El Confidencial estuvo abriendo con la siguiente noticia: "Alemania echa el freno a la unión bancaria invocando el tratado europeo". De acuerdo con las declaraciones de su ministro de finanzas, el proceso exigiría la reforma del Tratado de Lisboa, con los correspondientes referendos nacionales. Algo que dilataría aún más su implantación, en un momento crítico para el sistema financiero de algunos estados miembros.

Aunque los germanos puedan aparentar ser los más interesados en que el proyecto no salga adelante -dada la cesión de soberanía al BCE que supone y los importantes cadáveres financieros que aún guarda en su armario-, lo cierto es que esta iniciativa integradora (la UB) sobre la que la Eurozona pretende construir la Europa unida que jamás será vencida huele ya, desde antes de nacer, a 'entre todos la mataron y ella sola se murió'. Este cadáver tendrá muchos padres. Al tiempo.

Un primer e importante paso para su óbito anticipado ha sido la excepcional quita a los depositantes chipriotas, http://desde un punto de vista histórico, y su fanfarria adicional de control de capitales, quiebra de un principio esencial del funcionamiento de la Unión. Si quedaba alguna duda del interés de algunos por remar en dirección contraria a la retórica voluntarista de los políticos regionales en esta materia, el modo en que se formuló el rescate de Chipre la ha disipado por completo. Sin confianza, no hay negocio bancario que valga. El daño está hecho.

Pero la cosa, aparentemente, no se va a quedar ahí por más que las declaraciones públicas apunten a la singularidad del caso y a la imposibilidad de que se repita en el futuro. 

Prueba de ello es la noticia publicada el jueves de la semana pasada por el WSJ que advertía de que, en caso de quiebra de una entidad financiera de la UE, puedan ser también objeto de quita los préstamos que haya recibido a través del interbancario de duración inferior a un mes (WSJ, "EU weighs spreading cost of rescues", 11-04-2013). Una propuesta que cercena otra vía más de obtención de liquidez a corto plazo, consolida como reales aparentes miedos pasados que afectaron al funcionamiento de este mercado y convierte en aún más estructural la dependencia de los fondos suministrados por el Banco Central Europeo. Otro paso más en el proceso de crowding-out de la financiación privada del sistema. De locos.

Si bien la Comisión Europea fue la primera en apuntar en esta dirección el pasado mes de junio, han sido los irlandeses como presidentes de turno de la Unión los que están avanzando en su desarrollo legislativo. Hacer de tripas corazón, se llama esto. De acuerdo con los expertos que están trabajando en la redacción del texto definitivo, dejar fuera tales contingencias e incluir sólo las de plazos más largos, dispararía la vulnerabilidad inmediata de muchos bancos y cajas. Como si de este modo no se consagrara ya la discriminación negativa entre instituciones, afectando a su financiación (disponibilidad y tipo). Sea como fuere, la fecha prevista para su votación en el Parlamento Europeo es el 24 de abril.

Lo importante, no obstante, es que, pese a las contradictorias declaraciones procedentes de Bruselas, Estrasburgo o Frankfurt, el propio WSJ advierte de cómo se pretende que sí o sí exista daño para el bolsillo de los acreedores privados en cualquier rescate de una firma financiera europea desde 2015. Y que ocurra con independencia de la calidad de su derecho de cobro, afectando por igual a la deuda senior (Bloomberg, "Cyprus losses spur EU lawmakers to bolster depositors protection", 09-04-2013). La Europa del Norte -la Alemania del inicio de este post, entre otros- sería la impulsora de su implantación tres años antes de lo inicialmente previsto, 2018. Ya se puede ir aplicando el cuento.

Uno tiene la penosa sensación, mientras escribe todo esto, de que Europa va marcha atrás como los cangrejos. Había hecho de la unión bancaria punta de lanza para otros procesos sucesivos de integración. Ya ven el interés que hay. Cualquier apuesta a ganador con este maltrecho podenco al que no paran de salirse infecciones es tirar el dinero. Y como todo lo que no avanza retrocede y muchos ciudadanos de la Eurozona empiezan a estar hasta el gorro, el sueño que nació de un ánimo comercial después de la Segunda Guerra Mundial va camino de disiparse aceleradamente.

Una pena... o no.

Buena semana a todos.

Buena parte de la tarde de ayer El Confidencial estuvo abriendo con la siguiente noticia: "Alemania echa el freno a la unión bancaria invocando el tratado europeo". De acuerdo con las declaraciones de su ministro de finanzas, el proceso exigiría la reforma del Tratado de Lisboa, con los correspondientes referendos nacionales. Algo que dilataría aún más su implantación, en un momento crítico para el sistema financiero de algunos estados miembros.