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Venganza fría en las altas instancias financieras
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Alberto Artero

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Venganza fría en las altas instancias financieras

El que avisa no es traidor. Al menos en dos ocasiones en el último mes y medio hemos advertido desde Valor Añadido de la guerra soterrada

El que avisa no es traidor. Al menos en dos ocasiones en el último mes y medio hemos advertido en Valor Añadido de la guerra soterrada que mantienen Banco de España y Ministerio de Economía desde principios de año. Un conflicto que se ha recrudecido en los últimos días con motivo de la designación por parte de la patronal bancaria (AEB) de José María Roldán -exdirector de Regulación y Estabilidad Financiera del Banco de España hasta hace poco más de dos semanas- como su principal representante, con la aquiescencia del supervisor y sin el visto bueno de un Gobierno que ya ha hecho uso público de su derecho al pataleo. De aquellos barros vienen estos lodos.

En efecto. El proceso de privatización de las dos entidades del Grupo 1 aún en poder del estado a través del Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria, Catalunya Banc y NCG Banco, había multiplicado los roces entre ambas instituciones hasta el punto de provocar un cisma casi total precisamente coincidiendo con el anuncio de la salida de Roldán de la entidad a comienzos del pasado mes de octubre (V.A., "Cisma total entre el Banco de España y el FROB por las cajas nacionalizadas", 23-09-2013). Una polémica decisión que vino acompañada, de puertas adentro, de la amenaza de dimisión, según se rumoreó entonces, de Fernando Restoy, a la sazón subgobernador del banco central y buen amigo del anterior.

Si la cosa no pasó a mayores fue por la apelación colectiva al sentido de Estado. Una crisis como la que se estaba gestando podía complicar extraordinariamente las fases finales del proceso de restructuración de la banca nacional, en un momento en que tanto los flujos extranjeros como los resultados a publicar permitirían cambiar definitivamente la percepción sobre nuestros bancos y cajas. Desde el Banco de España asumieron formalmente su papel testimonial frente a un Ejecutivo entregado a los dictámenes de Europa y que, en su opinión, había malogrado soluciones razonables como esa venta de CatalunyaCaixa a Santander que a punto estuvo de concretarse el pasado cuatro de marzo (V.A., "4 de marzo: el día que pudo nacer Santander-CatalunyaCaixa", 16-10-2013).

La venganza es un plato que se sirve frío y desde el organismo encargado de velar por la estabilidad financiera patria llevaban tiempo esperando su momento. Ha llegado con esta designación.

José María Roldán sustituye a Miguel Martín al frente de la AEB y será el encargado, a partir de que su nombramiento entre en vigor, de ejercer las labores de defensa del interés sectorial frente al equipo de De Guindos, por una parte, y sus antiguos ‘compañeros de pupitre’, por otra. Siendo formalmente su perfil técnico el idóneo para este puesto -nadie puede decir que con sus decisiones desde que estalló la crisis ha beneficiado al sector, sino más bien lo contrario-, desde el Ministerio se critica no tanto la ética del nombramiento, en tanto en cuanto su papel reciente ha estado muy difuminado a resultas del intervencionismo público, cuanto la estética, el modo en que se ha producido. A sus espaldas.

Si la política de gestos es importante, en este caso se convierte en sustantiva. Es evidente que, igual que no se puede entender la designación sin el visto bueno del Banco de España, tampoco habría sido posible sin una voluntad expresa de los principales actores del sector por acelerar los plazos. Un recambio tan anticipado al frente de la patronal es una extravagancia respecto a los procesos sucesorios anteriores. Y, de hecho, Roldán no podrá tomar posesión de su cargo hasta dentro de seis meses, momento en el que se cumplirá el periodo de incompatibilidad asociado a sus anteriores responsabilidades. Es evidente la intencionalidad, el deseo de mandar un recadito conjunto a la sede ministerial de Cuzco.

No es de extrañar que en la misma hayan saltado las alarmas. Cuando pensaban que tenían pastoreada a la industria y a su supervisor, este sorprendente golpe de efecto puede complicar su estrategia de complacencia con Bruselas cueste lo que cueste. De momento, aviso gubernamental en prensa ayer sobre la generalización del impuesto a la banca en todas las comunidades autónomas. ‘Aquí estoy yo’ es el mensaje implícito de la Administración. Sin embargo, está por ver si el nuevo mandatario de la Asociación permanece como pastor al cuidado del rebaño o se reconvierte en lobo con piel de cordero. No hay secreto de lo sucedido en los últimos meses que se le oculte ni injerencia que no conozca. Y Roldán, hasta ahora, vale más por lo que calla que por lo que cuenta…

El que avisa no es traidor. Al menos en dos ocasiones en el último mes y medio hemos advertido en Valor Añadido de la guerra soterrada que mantienen Banco de España y Ministerio de Economía desde principios de año. Un conflicto que se ha recrudecido en los últimos días con motivo de la designación por parte de la patronal bancaria (AEB) de José María Roldán -exdirector de Regulación y Estabilidad Financiera del Banco de España hasta hace poco más de dos semanas- como su principal representante, con la aquiescencia del supervisor y sin el visto bueno de un Gobierno que ya ha hecho uso público de su derecho al pataleo. De aquellos barros vienen estos lodos.

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