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Demoledora bienvenida de año de Fortune al Santander
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Alberto Artero

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Demoledora bienvenida de año de Fortune al Santander

Viene siendo tradición para el Santander no empezar el año con buen pie. Al menos por lo que a la cobertura mediática de sus logros pasados

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Viene siendo tradición para el Santander no empezar el año con buen pie. Al menos por lo que a la cobertura mediática de sus logros pasados y perspectivas futuras se refiere.

Si hace doce meses fue Financial Times el que en enero cuestionó su modelo de negocio, amenazado en su opinión por una potencial tormenta perfecta, ha tomado el relevo esta vez la octogenaria Fortune, famosa por sus rankings de toda clase y condición, la que le ha dedicado en el arranque de 2014 una pieza corta pero demoledora: "Spain´s largest bank is in trouble". El sumario que encabeza el texto no deja duda alguna sobre la crudeza del desarrollo posterior: "Santander ha incumplido lamentablemente los objetivos de crecimiento fijados por su Presidente… y es dudoso que la cosa esté mejorando".

'Con los mejores deseos para este ejercicio que comienza de su crítico corresponsal financiero Stephen Gandel', parece faltar.

El palo es sideral.

El autor recuerda cómo la publicación fue el lugar escogido por Emilio Botín para su primera entrevista a fondo con un medio estadounidense, encuentro que se produjo en el arranque de 2012. Este hecho revelaría la trascendencia que para la entidad española tiene el soporte, cuya aparición impresa se ha reducido a una edición cada tres semanas. Peor aún me lo pones. De aquella cita se centra en cómo entonces el banquero predijo unos beneficios en dos años un 50% superiores a los del cierre de 2011, promesa que, señala, reiteró pocos meses después ante analistas e inversores. "Lejos de ese objetivo, el resultado neto en 2013 estará un 13% por ciento por debajo, acumulando un 50% de caída desde 2009".

A partir de este hecho objetivo, el senior editor comienza un repaso excesiva y sorprendentemente agresivo de la firma de origen cántabro, que no deja títere con cabeza.

¿Nuevo periodismo o venganza de algún tipo? Según arguyen desde Boadilla, mezcla de incompetencia -es nuevo en la cobertura de la industria, sustituyendo precisamente al que habló en su día con don Emilio-, inconsistencia -al no tener en cuenta el impacto de los sucesivos Decretos Guindos sobre las cuentas domésticas- e incontinencia -derivada del choque de su visión apriorística con lo verdaderamente sucedido en estos 24 meses-. De ahí que, concluyen, su difusion se viera limitada a la edición online. 

Razones no le faltan. La pieza peca de anacrónica en la realidad nacional y de excesivamente negativa sobre la orientación estratégica. Sea como fuere, el cúmulo de dardos con el que se desayunaron el día 3 los seguidores norteamericanos de Fortune no tiene desperdicio.

Así, considera que es la falta de credibilidad del Presidente la que ha provocado que más del 50% de los expertos sectoriales hayan decidido no cubrir el valor -el resto, eso sí, ve ese aumento del 50% pero diferido a 2016 según el consenso de Bloomberg-. No sólo tacha de inexperto a Javier Marín, sino que afirma directamente que es hombre de paja de Ana Patricia Botín –algo que convierte en benevolente la bienvenida que le diera J.P. Morgan en su día–. Hace corresponsable a esta de los préstamos inmobiliarios y corporativos fallidos concedidos durante la década pasada. Afirma que la estrategia de crecimiento del Santander ‘chirría’, que no ha impedido que siga siendo un banco español, con todo lo que eso supone, y que la apuesta en emergentes, especialmente Brasil, le puede salir rana. Censura la compra del 8% del Bank of Shanghai, a su juicio nueva prueba de que llega "al lugar inadecuado en el momento incorrecto", y así sucesivamente. Ni siquiera el reconocimiento de la bondad de operaciones como Sovereign -cuyas cifras confunde con las del conjunto de la filial USA- o Santander Consumer USA sirven para proteger al equipo directivo del furibundo ataque: "Si a Botín le gusta el peligro, sin duda lo ha encontrado" es su sentencia final.

La vehemencia del texto encuentra cierta tregua en una parte central en la que se recogen declaraciones ad hoc del director financiero de la entidad, José Antonio Álvarez, en las que reconoce que, aunque el problema bancario de España es de margen de intereses, coste de financiación y morosidad, "la mejora de la situación económica local debería actuar como un revulsivo para el banco".

La pregunta es: ¿tanto como para ganar 3.000 millones de euros en el negocio doméstico de aquí a 2016?

Fortune no entra sobre este particular, pese a tratarse de la afirmación más taxativa y cuestionable de las realizadas por el nuevo CEO desde su aterrizaje en el puesto. No en vano, sólo una cuarta parte de ese objetivo depende de la propia entidad. El resto está sujeto a una reactivación crediticia que no se atisba, como prueban los últimos datos de financiación bancaria en Europa conocidos durante el periodo navideño y que revelan la mayor caída interanual desde el comienzo de la serie histórica; a un mayor crecimiento español que, de producirse, será ralo y con escasa capacidad de generar empleo en volumen suficiente como para maquillar las cifras de paro, lo que ralentizará la normalización de la mora; y en una mejora del precio del pasivo minorista y mayorista en cuya evolución inciden, y de qué manera, factores externos imposibles de controlar. 

De hecho, no sé si es aquí donde la firma se juega de verdad su credibilidad, toda vez que es su mercado natural, sobre el que más amplio conocimiento debería tener. Lo que sí que estoy seguro es que buena parte del crédito personal de Javier Marín va en este envite. Aunque ahí fuera no sea el caso, en España aún se le perdona a Botín confundir, como hizo en junio de 2008, un "catarro infantil de fiebre rápida que se pasa pronto" con la mayor crisis financiera internacional y soberana nacional de la historia. Pero dudo mucho de que tal condescendencia se tenga con su sucesor, sea por mérito parental o adquirido.

Lo peor que podría hacer Santander es dar nuevos argumentos a los que le esperan a la vuelta de la esquina, menos aún después de algún regalito de Reyes como el de Seeking Alpha de ayer: "Why this is one of the best banks to buy".

Stay tuned.

Buena semana a todos.

Viene siendo tradición para el Santander no empezar el año con buen pie. Al menos por lo que a la cobertura mediática de sus logros pasados y perspectivas futuras se refiere.

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