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Acabáramos, ya entiendo la llegada de Pizarro a El Corte Inglés
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Alberto Artero

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Acabáramos, ya entiendo la llegada de Pizarro a El Corte Inglés

Manuel Pizarro se incorporó antes del verano a El Corte Inglés como Adjunto al Presidente, en una operación que suscitó las más variadas interpretaciones, especialmente por

Foto: Manuel Pizarro en una foto de archivo (EFE)
Manuel Pizarro en una foto de archivo (EFE)

Manuel Pizarro se incorporó antes del verano a El Corte Inglés como adjunto al presidente en una operación que suscitó las más variadas interpretaciones, especialmente por lo que a la figura del sobrinísimo y presunto hereu hasta entonces, Dimas Gimeno, afectaba.

Sin embargo, la lectura detallada del Informe Financiero 2013 dado a conocer por la compañía este domingo, coincidiendo con la Junta de Accionistas, despeja cualquier duda: el que fuera presidente de Endesa e Ibercaja ha aterrizado para poner orden en el ámbito financiero, que condiciona sobremanera las cuentas y el futuro de la firma.

Dos responsables, con dos focos distintos, ambos igualmente necesarios. Con permiso de Isidoro Álvarez, la bicefalia está servida. De ahí el nombramiento como consejero del abogado del Estado.

Partamos de una premisa: el Grupo Consolidado de El Corte Inglés no gana dinero. Y si puede dar una cifra de beneficio cercana a los 175 millones de euros es, en gran medida, por la imputación de determinados gastos al patrimonio neto y no a pérdidas y ganancias (30) y el uso en su favor de la fiscalidad (126). Dos prácticas legítimas, no cabe duda, sin las cuales el resultado dado a conocer habría sido bien distinto.

¿Qué ha pasado?

Al proceso de reposicionamiento de la empresa en el nuevo entorno y de reordenación de sus finanzas para conseguir afrontar el futuro con una mayor dosis de estabilidad, circunstancias coyunturales de 2013, se opone un elemento de mayor calado: la crisis del formato principal del líder de los grandes almacenes en Europa (Valor Añadido, "El gráfico que pone los pelos de punta a ECI", 03-09-2013), algo que está provocando que las dinámicas positivas que anticipamos el año pasado vayan más lentas de lo esperado (VA, "Las ocho claves ocultas en los resultados de ECI", 26-08-2014).

Así, el resultado de explotación cae de los 335 a los 185 millones de euros, pese a los esfuerzos por controlar los gastos operativos. Buena parte de las diferencias se justifican por los trabajos para el propio activo, las amortizaciones (¿qué pintan ahí?, ¿no estamos hablando del negocio corriente?, ¿o es que para ECI este es el EBIT, beneficio antes de intereses e impuestos?) o las provisiones por deterioro, pero aun así. En este tipo de negocios sin chicha por la parte de arriba de la cuenta de resultados, difícil es encontrar la necesaria dicha en la última de sus líneas. Sorprende, de hecho, la caída por el mismo importe, ex servicios, de ventas a clientes y aprovisionamientos de proveedores; alrededor de 250 millones. ¿Dónde queda el margen? Food for thought.

Acelerar el cambio en términos de percepción de marca, reposicionamiento de precio, selección de formato, atribución de valores diferenciales frente a una competencia cada vez más segmentada seguirá siendo la tarea del director general.

Las obligaciones financieras derivadas del proceso de refinanciación cerrado por El Corte Inglés en noviembre de 2014 magnifican las consecuencias de fallar en el empeño. Además, la aportación como garantía de determinados inmuebles y, hasta 2015, de la aseguradora y del 49% que le queda de la Financiera (operación que, como comentamos en su día, le permite quitarse del balance 1.000 millones de euros de deuda a costa de perder el control sobre un valor diferencial en la actual coyuntura; VA, "Isidoro, Dimas, no privaticéis ECI", 07-10-2013) hace que quepan pocas bromas por esta parte. De ahí que Pizarro llegue con mando en plaza para hacer el oportuno seguimiento, ordenar las participaciones, maximizar la contribución del área y minimizar el riesgo.

Este año la ayuda del departamento que está llamado a comandar ha sido innegable. El aumento del gasto financiero de los 250 a los 305 millones de euros se ha visto compensado con creces por el fruto de la venta del 51% de la Financiera (¿es ahí donde tienen que ir las plusvalías, en la cuenta ordinaria?), que permite compensar holgadamente esa mayor salida de caja por intereses y comisiones y limitar el impacto sobre los resultados agregados. No sin sorpresas, eso sí, como la consideración de estos pagos a los bancos como 'Flujo de Caja de Explotación' y no Financiero. Amazing. Será difícil, por cierto, no contar con la colaboración de un auditor que cobró en el ejercicio cerrado en febrero 1,8 millones por servicios de auditoría y 5,53 por 'otros servicios' coincidiendo con la refinanciación. En fin.

¿Puede haber algo más? De momento, El Corte Inglés cuenta con un 13,65% de sus acciones A y un 11,32% de las B en autocartera, "con carácter transitorio, destinadas a su próxima enajenación”. Una fórmula estándar que no debería ser interpretada como una declaración de intenciones. Aunque la situación queda lejos del 20% de límite que establece la ley para la tenencia de títulos propios por parte de las no cotizadas, el hecho de ser el año pasado el primero en el que ECI formula las cuentas de acuerdo con las Normas Internacionales de Información Financiera adoptadas por la UE ¿podría ser entendido como una declaración de intenciones futuras? Con los números de hoy no toca pero, ya saben, el mañana se construye sobre el presente.

Pues eso.

Buena semana a todos.

Manuel Pizarro se incorporó antes del verano a El Corte Inglés como adjunto al presidente en una operación que suscitó las más variadas interpretaciones, especialmente por lo que a la figura del sobrinísimo y presunto hereu hasta entonces, Dimas Gimeno, afectaba.

Refinanciación Manuel Pizarro