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El sueño de Podemos: un ‘Muro de Berlín’ entre España y el mundo
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Alberto Artero

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El sueño de Podemos: un ‘Muro de Berlín’ entre España y el mundo

“Espero que los españoles no caigáis en la trampa de Podemos”.Así de admonitorio se mostraba este sábado un venezolano de paso por Madrid con un servidor.Desde la

“Espero que los españoles no caigáis en la trampa de Podemos”.

Así de admonitoriose mostraba este sábado un venezolano de paso por Madrid con un servidor.

Desde la experiencia de lo que ha sucedido con el chavismo en Venezuela, su relato de cómo el cielo prometido por los militares devino en infierno para el conjunto de la población, hasta el punto de que uno de los países más ricos en crudo del planeta se ha visto obligado a importarlo, destrozando aún más sus precarias finanzas, pone los pelos de punta.

"Ahora que se celebran los 25 años de la caída del Muro de Berlín, sería bueno que la gente recordara que quienes lo rompieron huían, precisamente, del modelo económico que Pablo Iglesias propugna”, fuesu sentencia final.

La analogía me llamó la atención aun en su inexactitud, al menos sobre el planteamiento de partida: dictadura versus democracia, estado policial frente al ejercicio libre de derechos fundamentales, delimitación de fronteras contra límites territoriales ¿incuestionables?

No es lo mismo.

Sin embargo, la réplica de aquella ignominiase trata de una realidad posible, de algo factible de consumarse finalmente elaterrizaje de Podemos en los despachos.

A falta de un programa definitivo –que buena parte de los analistas coincide en que se irá moderando conforme se vayan aproximando las sucesivas contiendas electorales–,lo que surgió de los Círculos y se asumió como ideario preliminar en forma de programa de cara a las elecciones europeas del pasado mes de mayo refuerza hasta tal punto el papel del Estado y las medidas socializantes, desincentiva en tal manera la actividad privada y el emprendimiento, demoniza en tal medida la riquezaque la posibilidad de que España se empobrezca aceleradamente, remedando lo que en su día fue la vida cotidiana del este alemán, puede ser más real de lo que parece. Basta con mirar las ideas previstas de unos gurús sobre la materia, cómo no, elegidos a dedo(Libremercado, “¿Qué proponen los gurús económicos de Podemos para salir de la crisis?”, 06-10-2014).

El sueño comunista de todos iguales en la miseria. Y con todos los resortes para que surjan las oportunidades que puedan hacer al ciudadano salir de ella, cercenados de raíz. Aumentar la dependencia ciudadana de lo público para controlar a la población mientras una emergenteelite disfruta de las bondades que otorga la gestión presupuestaria. Todo un clásico.

No solo eso; como parte de su estrategia, España terminaría cayendo en la autarquía a consecuencia de la ruptura con los convenios internacionales ya firmados, la decisión discrecional sobre la legitimidad de las deudas contraídas con sus correspondientes quitas forzosas en caso de ser consideradas ‘abusivas’ o la negativa a asumir las decisiones de política monetaria del BCE. Nuestro país dejaría de ser un socio fiable. Entraría entonces el juego del agravio exterior como fórmula para distraer a los españoles de las terribles consecuencias de una forma de gobernar en la que escasez, inflación y devaluación pasarían a formar parte estructural del paisaje macro.

Poco a poco se iría levantando un imaginario Muro de Berlín entre la España que quiso ser moderna y el resto de las naciones de la OCDE. Se iría configurando una realidad tan distinta respecto a ellas que el aislamiento sería casi inevitable y las diferencias entre nuestro territorio y el que se extiende más allá de los Pirineos o del fronterizo río Duero irían creciendo exponencialmente.

Estoy convencido de que buena parte de aquellos que tienen intención de depositar su voto a favor de la ‘formación’ que ha liderado Pablo Iglesias se han conmovido y hasta emocionado estos días viendo el soplo de libertad que supuso aquella ruptura con el statu quopara unos alemanes del este entristecidos, pobres y sometidos. Pues bien, esa es la promesa de este nuevo frente comunista radical que, envuelto en la bandera de la regeneración, trata de esconder lo que sus propuestas han traído históricamente a los Estados que confiaron en su bondad: penuria, división, asfixia.

Queda confiar en la sensatez ciudadana o, en su defecto,en que el germen de la autodestrucción que suelen incorporar este tipo de amalgamas de izquierda, especialmente cuando se encuentran donde nunca soñaron, se active a tiempo.

Buena semana a todos.

“Espero que los españoles no caigáis en la trampa de Podemos”.

Política Macroeconomía