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España: cuatro desequilibrios pueden impedir su definitiva recuperación
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Alberto Artero

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España: cuatro desequilibrios pueden impedir su definitiva recuperación

La recuperación de la economía española es un hecho. Sin embargo quedan pendientes varios desequilibrios estructurales por corregir que pueden cercenar su crecimiento futuro

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Publicó la semana pasada en Nada es Gratis J. Ignacio Conde-Ruiz (@conderuiz) un muy interesante artículo sobre los que, en su opinión, son los cuatro grandes desequilibrios actuales de la economía española, obstáculos que pueden poner en riesgo su capacidad de crecer en el medio plazo.

En esencia, serían los siguientes (todos los gráficos han sido tomados del original):

Mercado de Trabajo caracterizado por la baja tasa de empleo en comparación con otros países, la precariedad y, sobre todo, la baja productividad, un 25% por debajo de la alemana por más que en los últimos años se haya corregido modestamente el gap.

Tasa de empleo 16-64 años

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Diferencias porcentuales en productividad por hora trabajada respecto a España

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Crisis Fiscal, en términos tanto de déficit primario, esto es, excluido el pago de intereses de la deuda, que sigue siendo de los más altos de la Eurozona, como de incremento de la deuda pública. Un problema que sólo se puede resolver aflorando ingresos o recortando costes.

Déficit primario, porcentaje del P.I.B. (2006 vs. 2014)

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Incremento de la deuda pública desde 2008

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Sector Exterior cuyo saldo por cuenta corriente pasa a tener signo negativo en cuanto España crece. La necesidad de financiación exterior, combinada con un aumento exponencial de las obligaciones financieras de la Administración, suponen un mal cóctel para el futuro.

Crecimiento interanual del P.I.B. y cuenta corriente como porcentaje del P.I.B. en España

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Crecimiento no-inclusivo, es decir, excluyente de capas enteras de la población, especialmente los parados de larga duración, los asalariados con percepciones más bajas o carentes de estabilidad en el puesto de trabajo. La desigualdad ha crecido sustancialmente en los años de la crisis.

Número de parados de larga duración por edad (2006-2014)

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Número de veces que el 10% con más ingresos es más rico que el 10% con menos ingresos en España (2006-2013)

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El autor se remite como regla general a una serie de entradas anteriores en el mismo blog para tratar de ver causas y remedios para cada uno de los problemas que cita, lo que convierte la lectura del conjunto en algo farragosa. Sin embargo, no por ello deja de merecer un recorrido completo.

Servidor comparte como regla general el diagnóstico. De hecho, puestos los cuatro problemas en el contexto mundial actual, se prueba lo acuciante de su solución.

Así,

Los procesos de tecnificación y globalización exigen cambios radicales en la concepción del trabajo y piden a gritos una flexibilización completa de ese mercado, adecuadamente combinada con una consolidación de derechos que genere seguridades.

El sostenimiento del estado del bienestar, en un entorno de inversión de la pirámide demográfica, exige realinear los intereses de contribuyentes y Administración a través de transparencia en el gasto, eficiencia en la gestión de los recursos y diligencia en el cumplimiento de objetivos. Solo así se podrán aflorar ingresos de manera recurrente, más allá de la indispensable tarea inspectora, fiscal y laboral, del estado.

Las mejoras en la balanza externa que tengan su origen en deflación de costes de producción y no en valor añadido o diferencial, suponen pan para hoy y hambre para mañana, viaje a ninguna parte. De ahí que sea tan importante el tan demandado cambio de modelo productivo y de servicios basado en el diseño, la excelencia y la post venta, así como la actuación sobre el tamaño de nuestras empresas, lastre para invertir y salir al exterior.

Vamos hacia una sociedad desigual, pero no sólo por el lado de la deflación salarial sino porque la dinámica loca de los bancos centrales favorecen a la economía financiera frente a la real, beneficiando a aquellos con capacidad de ahorro e inversión frente a los que no la tienen. Desde ese punto de vista, cualquier proceso de normalización debería pasar por una vuelta de la actividad de los supervisores a los parámetros históricos.

Es importante entender el entorno para no dar palos de ciego en la solución de los problemas tan acertadamente planteados por Ruíz-Conde. Una comprensión que exige en quienes tienen la capacidad de afrontarsu corrección una visión más allá de la siguiente contienda electoral. Eso, precisamente, es lo que le falta a España: estadistas, siendo esa quizás la carencia más relevante, la quinta en discordia, que obvia en su discurso el economista. Ni están ni se les espera.

Aún así saldremos adelante. Ya lo verán.

O no.

Publicó la semana pasada en Nada es Gratis J. Ignacio Conde-Ruiz (@conderuiz) un muy interesante artículo sobre los que, en su opinión, son los cuatro grandes desequilibrios actuales de la economía española, obstáculos que pueden poner en riesgo su capacidad de crecer en el medio plazo.

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