Día 8 - Teresa Empoderada, candidata de Podemos

Al principio de la campaña electoral le preguntaron qué políticas pensaba aplicar para sacar a Andalucía del marasmo, y ella contestó, directa y sincera, que le faltaba una semana para que le mandaran el programa electoral y que hasta entonces, que estaba deseando que le llegara, no podía concretar ninguna medida. Como quien está esperando el pedido de un bestseller del Círculo de Lectores. Así de sincera se muestra siempre la candidata de Podemos a la presidencia de la Junta de Andalucía, Teresa Rodríguez. Y la verdad es que cuando le llegó el programa, muchos anhelaron la precampaña de promesas vacuas, siempre resueltas con el dogma máximo de gobernar con los ciudadanos, pactar con los ciudadanos, hablar con los ciudadanos, representar a los ciudadanos, escuchar a los ciudadanos y estar siempre al lado de los ciudadanos. Porque una vez que trasciende de esa máxima general, el empoderamiento ciudadano, el detalle de las cosas se le hace muy difícil a la candidata de Podemos.

Pongamos algunos ejemplos sacados de las entrevistas y declaraciones que ha ido realizando desde el principio de la campaña. Una pregunta directa: ¿financiación pública o modelo mixto, público-privado, para las infraestructuras? Se trata, como comprobarán, de una pregunta directa que, además de pragmática, también es útil para definir la ideología de una persona, dependiendo de su defensa del sector público o del apoyo a las empresas privadas. Pues bien, a la pregunta, Teresa Rodríguez contestó: “Defendemos pasar del paradigma de la movilidad al de la accesibilidad. Lo realmente necesario es acceder a los lugares y los servicios, y no moverse por moverse”. En serio, es genial... Sobre todo esto último, lo de que lo necesario es llegar a los sitios y no moverse por moverse. Sólo hay que imaginar al currito que cada mañana se chupa un atasco, por el embudo de la carretera de entrada a la ciudad, o por el estado penoso de la carretera de su pueblo. “Moverse por moverse”. Si esa misma frase la dice un tipo de bigotito engominado, un franquista redomado, un cacique de manual, alcanzarían la celebridad.

Fuera del 'empoderamiento' de la ciudadanía, como respuesta global para todo, Teresa Rodríguez se pierde en ocurrencias que acaban superándola

Otra más: Le preguntan a Teresa Rodríguez por las tres medidas principales para crear empleo en Andalucía y combatir el paro. Y la candidata de Podemos responde: “Hay que apostar por una transición energética, invirtiendo fuertemente en energías renovables. Estas energías generan cuatro veces más empleo que las fósiles y es urgente iniciar la transición a un modelo más sostenible ecológicamente”. De las tres medidas que le pidieron en la pregunta, esa era la primera. Las otras dos medidas, empresas de economía social y construcción energéticamente eficiente, son menos interesantes. La primera medida es la fundamental: ¿cómo que es urgente iniciar la transición de las energías fósiles a las renovables en Andalucía? ¿Qué hacemos, entonces, cerramos todos los pozos petrolíferos de Andalucía porque generan poco empleo? Hace años, en su propaganda habitual, el PSOE andaluz adoptó como lema que Andalucía era ‘la California del sur de Europa’. Se ve que Teresa Rodríguez se quedó con la copla y pensó que también en Andalucía había explotaciones petrolíferas.

En fin. Que fuera del “empoderamiento” de la ciudadanía, como respuesta global para todo, Teresa Rodríguez se pierde en ocurrencias que acaban superándola. Por eso no se entiende que la critiquen cuando se aparta del programa electoral de Podemos y comienza a imaginar. Lo suyo, a pie de página, es proponer el empoderamiento de la Giralda y de la Mezquita de Córdoba. O como dice su programa, “reforzar el carácter público y común de los bienes patrimoniales de propiedad pública y privada, recuperando como bienes públicos las inmatriculaciones de patrimonio realizadas por la Iglesia católica, como la Mezquita de Córdoba o la Giralda”. Es que es eso, lo fundamental; el verbo conjugado en cada respuesta. Yo me empodero, tú te empoderas, él se empodera, nosotros nos empoderamos… Lo demás es moverse por moverse.