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Rivera reformula la campaña y plantea la 'cuestión Rajoy'
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José Antonio Zarzalejos

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Rivera reformula la campaña y plantea la 'cuestión Rajoy'

Rivera ha reformulado la campaña porque parece que el fracaso del PSOE está cantado, el avance de Unidos Podemos resulta irremediable y el PP sigue atascado en el 29%

Foto: El candidato a la presidencia del gobierno por Ciudadanos, Albert Rivera. (EFE)
El candidato a la presidencia del gobierno por Ciudadanos, Albert Rivera. (EFE)

Por qué ahora y por qué así. Por qué ayer Albert Rivera explicitó que su futuro grupo parlamentario se opondrá a una eventual investidura de Mariano Rajoy y por qué utilizó para justificar esa posición los casos de corrupción del PP respecto de los que su presidente no ha asumido responsabilidades políticas. Estas preguntas tienen una cumplida contestación.

Respecto del momento:

1) Rivera salió altamente valorado del debate a cuatro del pasado lunes, después de desplegar una estrategia muy versátil que incluía atacar a Pablo Iglesias para taponar cualquier fuga de su electorado por la derecha y zaherir a Rajoy para incrementar el traspaso a C´s del voto moderado del PSOE, lo que ya está sucediendo. La encuesta de DYM para El Confidencial lo deja claro.

2) El domingo pasado, la ya conocida como 'cuestión Rajoy' era tratada por la encuesta de Metroscopia en 'El País' con datos contundentes: el 74% de los consultados daba por buena la condición de que el presidente en funciones se apartase para poder formar Gobierno si esa era una condición de sus posibles aliados. Lo más llamativo: el 57% de los votantes del PP (frente al 38%) consideraba que Rajoy debía ceder.

3) El tuit del miércoles de Jordi Sevilla permitía sugerir que el PSOE -seguramente tercera fuerza política- apostaría por consentir el gobierno de la fuerza con más escaños, que podría ser, precisamente, el PP. Rivera dejó claro ayer que Ciudadanos no completará una mayoría (previsiblemente solo relativa) con un PP presidido por Rajoy, con lo cual ganó en determinación a los socialistas.

Respecto de las razones:

1) Rivera, en relación con el PP, puede aducir con plena autoridad moral dos argumentos de convicción. Por una parte, que Ciudadanos es un partido 'nuevo' que quiere la regeneración política y dejar atrás la corrupción; y, por otra, que la defensa de determinados valores constitucionales -la unidad constitucional, por ejemplo- supone un compromiso fundacional, como ha demostrado en Cataluña.

2) El presidente de C´s no puede distanciarse sustancialmente del PP en su modelo económico y poco en el social, pero sí puede hacerlo en cuanto a transparencia y moralidad. Rivera sabe que la corrupción -mucho más que la gestión de la situación general- hundió al PP el 20-D (aunque venía cayendo desde las elecciones andaluzas de marzo de 2012).

Los electores de Ciudadanos no son los excedentes del descontento del PP y del PSOE, sino votantes propios

Rivera ha reformulado la campaña porque parece que el fracaso del PSOE está cantado -aunque no su dimensión (la encuesta de DYM le recorta solo un punto)-, el avance de Unidos Podemos resulta irremediable (claramente segunda fuerza, con el 24,9%) y que el PP sigue atascado en el 29%. Solo gana posiciones Ciudadanos, que pasa del 13,9% del 20-D al 15,2% del sondeo de este periódico. Y tiene potencial de crecimiento porque la mitad de los indecisos se identifican con posiciones de centro.

El presidente de C´s quiere un Gobierno moderado, y para conformarlo es preciso el PP, pero no es necesario Rajoy. Y tampoco es necesaria ya la cautela del catalán en este asunto: los electores de Ciudadanos no son los excedentes del descontento del PP y del PSOE, sino ya votantes propios: más urbanos que rurales; más laicos que confesionales; más profesionales universitarios que trabajadores sin cualificación académica; más jóvenes y maduros que mayores; más liberales que conservadores, y más pertenecientes a la mesocracia que a las clases altas o menos favorecidas. Es decir, que los votantes de Ciudadanos están desarrollando un sentido de pertenencia a la opción de Rivera, cuestión esta que altera por completo la percepción de que Ciudadanos es una 'opción refugio' de carácter temporal.

La continuidad del presidente en funciones como candidato del PP va a realimentar lo que queda de debate electoral. Su partido es libre de apostar por él tanto cuanto quiera, pero los demás también lo son para elegir cómo y con quién pactan. Rivera ha dejado nítido que no lo hará con un PP liderado por Mariano Rajoy. Se agradece la claridad.

Por qué ahora y por qué así. Por qué ayer Albert Rivera explicitó que su futuro grupo parlamentario se opondrá a una eventual investidura de Mariano Rajoy y por qué utilizó para justificar esa posición los casos de corrupción del PP respecto de los que su presidente no ha asumido responsabilidades políticas. Estas preguntas tienen una cumplida contestación.

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