Sondeo del CIS: malas noticias para el gobierno pero no mejores para el PP

Y en esas estábamos cuando nos sorprendió el barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), realizado entre el 1 y el 9 de octubre, con una mala noticia para el Gobierno Zapatero. Y para el propio Zapatero, que suspende en el ranking de valoración personal (4,7), al quedarse tres décimas por debajo del aprobado y ocupar un discreto cuarto puesto entre los miembros de su equipo. Efectivamente, por delante de él aparecen la vicepresidenta, Fernández de la Vega; la ministra de Defensa, Carmen Chacón, y el ministro del Interior, Pérez Rubalcaba.

 

Vamos con las expectativas de voto. La crisis económica se lleva por delante la diferencia obtenida por el PSOE el 9 de marzo. Sus 3,5 puntos de ventaja en las últimas elecciones generales han quedado reducidos a cero. Es el empate técnico ya anticipado por las encuestas privadas. La mirada oficial a las entrañas de la oca es incluso más precisa en la igualación: 39,7 % de los votos para el PSOE, 39,7 % de los votos para el PP.

La letra pequeña del sondeo (2.500 entrevistas, 236 municipios, 47 provincias, 17 Comunidades Autónomas, con un margen de error de más o menos 2 %) nos desvela una malísima noticia para el Gobierno. Solo un 20 % de españoles aprueba su gestión. O sea, nada menos que un 80 % dice que es regular, mala o muy mala. Sin embargo, estos malos indicadores para el Gobierno no regalan al PP, al partido alternativo del poder, ningún motivo para aplaudir con las orejas, como veremos enseguida.

La mayor parte de las respuestas sobre la gestión del Gobierno se concentran en el “regular” (44 %), pero en el caso de la actuación política del PP ese epígrafe mayoritario se centra en el “mala” o “muy mala” (47 %). Además, Zapatero se mantiene como líder más valorado –si no se le compara con sus propios ministros-, mientras Rajoy baja en valoración y los españoles ven al Ejecutivo socialista más capacitado que el PP para gestionar todas y cada una de las áreas de la gobernación del Estado.

Este último sesgo de la encuesta es especialmente desalentador para el PP. Sobre todo en asuntos medulares de su discurso de oposición. Medulares o, en su caso, recurrentes, por no decir obsesivos, como la educación (el PSOE quiere tunear la conciencia de los educandos), el terrorismo (misteriosas complicidades de Zapatero con Eta y el nacionalismo vasco) y la política exterior (antiamericanismo trasnochado y devoción por los políticos bananeros). En los tres la diferencia es abismal, a favor del Gobierno, una vez cuantificadas las respuestas a la pregunta: ¿Quién cree usted que está más capacitado para afrontar cada uno de los siguientes temas: el Gobierno o principal partido de la oposición?

Las diferencias se acortan considerablemente cuando se trata de valorar la capacidad de unos y otros para gestionar la economía nacional y, en menor medida, los temas relacionados con el fenómeno migratorio. En este sentido, hay que subrayar el acierto de Mariano Rajoy y su estado mayor al centrar su marcaje al Gobierno Zapatero en la crítica situación económica del país. El terreno no puede estar más abonado para que arraiguen las críticas del PP. Al ser preguntados sobre la situación de la economía española, dos de cada tres españoles creen que es mala o muy mala y hasta un 80 % localizan la causa de nuestros males en la economía internacional y la política del Gobierno.

Lo que no le da al Gobierno para tirar cohetes es la valoración de sus ministros, de los que, como dije al principio, solo aprueban tres y ninguno de ellos es Rodríguez Zapatero. Carmen Chacón es la primera de la clase y Bibiana Aido la última.