El cruce Zapatero-Rajoy abre en el Congreso la campaña electoral

Vigésimo debate sobre el estado de la Nación en la historia de nuestra recuperada Democracia, cuarto del reinado de Zapatero y primero de la IX Legislatura. Además, primer y único mitin compartido por Zapatero y Rajoy de la campaña electoral para las europeas del 7 de junio. Me temo que este sesgo electoralista será dominante en el debate que abre el presidente del Gobierno hoy a mediodía.

 

Como primer acto de campaña, por tanto, tendremos un anticipo de los discursos que venderán en el mercado electoral los dos primeros espadas del ruedo ibérico. Un mercado en el que ambos van a estar implicados al máximo. Lo dejaron muy claro ayer los responsables del PP al presentar sus planes de campaña, incluida una intensa agenda del líder y candidato a la Moncloa, Mariano Rajoy, comparable en kilometraje a la del primero de la lista europea del partido, Jaime Mayor Oreja.

Rodríguez Zapatero, el titular, ha anunciado por su parte una agenda de participación que triplica en actos a la de hace cinco años, cuando quien encabezaba la lista del PSOE era José Borrell. En esta ocasión es el ex ministro López Aguilar, uno de los cofundadores del proyecto ofrecido como renovación generacional del felipismo en la primavera del año 2000, inmediatamente después de la bancarrota electoral del PSOE en las generales de aquel mes de marzo.

A punto de escenificarse un nuevo cruce parlamentario entre el aspirante a la Moncloa y el titular, ninguna señal permite aventurar que el debate de hoy nos vaya a sacar de pobres o sirva para reanimar un debate político secuestrado por la mediocridad y los lugares comunes. Dos ejemplos de ayer mismo sobre las simplezas circulantes a uno y otro lado de la trinchera. Simpleza A, por cuenta de Leire Pajín, número tres del PSOE: “Zapatero ofrecerá un catálogo de soluciones frente al catálogo de catástrofes que ofrecerá Rajoy”. Y simpleza B, a cargo del candidato europeo del PP, Jaime Mayor Oreja, en su paso por el Foro ABC: “El debate no es entre derecha e izquierda, sino entre la verdad y la mentira”.

Hay que abrirse paso entre los lugares comunes instalados en el debate permanente que vienen librando PSOE y PP. A saber, Rajoy catastrofista y Zapatero voluntarista, sin ninguna intención compartida de remar juntos contra la crisis. Y menos en vísperas de unas elecciones.

El catastrofismo de Rajoy se complace en describir el paisaje desolador que nos dejan las malas noticias económicas, que son muchas e incesantes, mientras deja en segundo plano una explicación más amplia, más pormenorizada y más convincente de sus propuestas (doce medidas, apenas enunciadas).

El voluntarismo de Zapatero, más centrado en la protección social y mucho menos en las medidas orientadas a reactivar los motores del sistema productivo, cuenta con dos inesperados compañeros de viaje, Trichet y Fernández Ordóñez, titulares de los bancos centrales europeo y español, respectivamente, que acaban de ponerle en bandeja la especie de que “lo peor de la crisis ya ha pasado”.

¿Vencerá Zapatero la tentación de utilizar estas declaraciones contra quienes, según él, sufren por dentro cada vez que se produce una noticia positiva respecto a la crisis económica?