Es noticia
Un chotis madrileño para bailar después del 20-N
  1. España
  2. Al Grano
Antonio Casado

Al Grano

Por

Un chotis madrileño para bailar después del 20-N

Atentos al chotis madrileño que se disponen a bailar Ana Botella e Ignacio González, cada uno el suyo, claro, como presuntos sucesores de Alberto Ruiz Gallardón

Atentos al chotis madrileño que se disponen a bailar Ana Botella e Ignacio González, cada uno el suyo, claro, como presuntos sucesores de Alberto Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre respectivamente. Después del 20-N en el Ayuntamiento. La Comunidad puede esperar hasta septiembre del año que viene, cuando toca el congreso regional del PP.

Caretas fuera. Eso es lo que debió pensar el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, cuando ayer le preguntaron por enésima vez sobre el eventual salto de Ana Botella, concejala de Medio Ambiente, a la Alcaldía de Madrid. Sólo le faltó interrogarse en voz alta: ¿Pero por qué me preguntan ustedes por algo que ya saben hasta los patos del Manzanares? (¿o ya no hay patos en el Manzanares por mor de la contaminación?).

En vez de hacerse esa pregunta de cara a la galería, se limitó a darlo por hecho. “En el grupo popular no tenemos ninguna duda de que Ana Botella será alcaldesa en caso de que Alberto Ruiz Gallardón lo deje”. A Cobo no le duelen prendas, y si le duelen se aguanta, para reconocer en Ana Botella a la persona que “lo haría mejor que cualquiera de nosotros”.

A diferencia de lo que ocurre con Ana Botella, esposa del ex presidente del Gobierno, Ignacio González no está ni se le espera en el cuadro de relaciones de poder que preside don Mariano Rajoy

Capotazo verbal del número dos del Ayuntamiento de Madrid para asumir que, aun estando él en la pole position para heredar a Gallardón en la Cibeles, se rinde a la evidencia. La evidencia nos muestra que su posición en el organigrama municipal no puede competir con la de Ana Botella en el cuadro de relaciones de poder dentro de la pirámide nacional del PP.

La operación viene de largo. Y si no se llevó a cabo en la anterior legislatura municipal fue porque Esperanza Aguirre taponó el salto de Ruiz Gallardón a la política nacional, que es donde lo quería Mariano Rajoy. Y donde lo sigue queriendo, como diputado del Congreso y ministro de ¿Administraciones Públicas? ¿Interior? Algo que ya es posible porque, a diferencia de lo ocurrido en 2008, cuando Aguirre quería igualdad de condiciones para disputarle a Gallardón la sucesión de un líder nacional en horas bajas, ahora ella va de retirada y el búho de Minerva se ha posado sobre el hombro de Rajoy.

¿De retirada Esperanza Aguirre? Sí. Por buenas y muy humanas razones, más personales que políticas. Háganme caso si les digo que no terminará la Legislatura. Gallardón no la termina en el Ayuntamiento ni ella en la Comunidad. Sin embargo, la sucesión de la presidenta no va a ser tan apacible como la del alcalde. En este caso el sucesor, Ignacio González, vicepresidente del gobierno de la Comunidad, está en el sitio adecuado del organigrama -número dos en la escala de mando-, pero carece de anclaje en el PP.

A diferencia de lo que ocurre con Ana Botella, esposa del ex presidente del Gobierno, Ignacio González no está ni se le espera en el cuadro de relaciones de poder que preside don Mariano Rajoy. Por eso digo que ese proceso sucesorio va a ser mucho más difícil. Me parece que llegado el momento el propio Rajoy, que tiene buena memoria, sería el principal objetor, con la más que probable complicidad del secretario general del PP madrileño, Francisco Granados,  dotado asimismo de una bien cultivada memoria.

Atentos al chotis madrileño que se disponen a bailar Ana Botella e Ignacio González, cada uno el suyo, claro, como presuntos sucesores de Alberto Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre respectivamente. Después del 20-N en el Ayuntamiento. La Comunidad puede esperar hasta septiembre del año que viene, cuando toca el congreso regional del PP.