Todo a peor: el CIS retrata el pesimismo de los españoles

Sigue pendiente de verificación la hipótesis de que la clave para salir del agujero estaba en cambiar al inquilino de la Moncloa. Once días antes de las elecciones del 20 de noviembre, Mariano Rajoy declaraba en televisión: “En cuanto haya un Gobierno del que la gente diga ‘me puedo fiar’, comenzará la inversión y, por tanto, la recuperación económica y, por tanto, los ingresos” (Antena 3 TV, 9 de noviembre de 2011). Seis meses después de tener un Gobierno nuevo, los españoles lo ven todo más negro. Nada menos que el 90% de los encuestados por el CIS (barómetro de mayo) califican la situación de “mala” o “muy mala”. El mismo indicador era del 88% hace un mes. Y del 40% hace cuatro años, cuando en EEUU estallaba la crisis financiera y se encendían las alarmas en el resto del mundo.

Peor que transmitir este minuto y resultado del malestar de los españoles es levantar acta de su pesimismo a futuro. El 73%, tres puntos más que en abril, creen que dentro de un año todo seguirá “igual” o “peor”. Mala señal en relación con los componentes intangibles de la crisis económica: creación de confianza, en definitiva. En eso está el Gobierno y en eso están los discursos del Rey Juan Carlos como primer embajador de la marca España en el mundo. La consigna es retirar el alarmismo del libro de estilo y no tomarse al pie de la letra el mantra de la verdad aunque duela. Ya estamos bastante doloridos.

El CIS trae una sorpresa: los recortes no le quitan el sueño a los españoles. Al incluir este epígrafe en la jerarquía de preocupaciones, “los recortes”, solo un 5% de los encuestados la mencionan. Esperemos que el Gobierno no se tome el dato como la excusa para seguir dándole a la tijera

Se impone la necesidad de jugar con los intangibles: el optimismo y el poder de persuasión sobre la voluntad colectiva de salir del agujero. Y en esa ofensiva por la recuperación de la autoestima vale todo. Hasta el sentido ruego del presidente Rajoy a los componentes de la selección española de fútbol que le visitaron hace unos días en Moncloa. Le faltó ponerse de rodillas al pedirle una alegría para los españoles agobiados por las hipotecas, el paro, los políticos y las malas noticias económicas. O sea, que se traigan la Copa de Europa. Amén.

En cuanto al ranking de preocupaciones populares mantienen los primeros puestos el paro, la situación económica y la clase política. Por ese orden. Y una sorpresa: los recortes no le quitan el sueño a los españoles. Al incluir este epígrafe en la jerarquía de preocupaciones, “los recortes”, solo un 5% de los encuestados la mencionan. Esperemos que el Gobierno se tome el dato como prueba de nuestro sentido de la responsabilidad y no como la excusa para seguir dándole a la tijera.

Muy elocuente el sentir general respecto a los servidores públicos. Los más queridos, bomberos y médicos. Los más denostados, jueces e inspectores de Hacienda. También por ese orden. Más de la mitad de los españoles (58%) tienen “poca” o “ninguna” confianza en los jueces. Por si no estaba claro en esta foto fija, a la imagen de la Justicia sólo le faltaba que su máximo representante, Carlos Dívar, se pasara por el arco del triunfo los principios de ejemplaridad, transparencia y austeridad. Mucho más humilde y más sacrificado, el trabajo de los bomberos y los médicos carece de semanas caribeñas pero tiene el cariño del pueblo soberano.