Los saqueadores de Marbella juegan al victimismo

Visto para sentencia el saqueo de Marbella urdido por Juan Antonio Roca (de parado a millonario gracias a Jesús Gil) con la colaboración de alcaldes y concejales. En total 86 procesados, de los que solo Roca sigue en la cárcel. Uno de los 17 que hicieron uso del derecho a la última palabra en el macrojuicio del caso Malaya. ¿Para pedir perdón por meter la mano en la caja? Nones. Para declararse inocentes y víctimas de un linchamiento social y judicial. En su alegato final también Roca jugó al victimismo. El cerebro del urbanismo municipal de Marbella, en su calidad de asesor sin firma, tuvo la osadía de apelar al agravio comparativo con Santiago del Valle, condenado a 22 años de cárcel por el asesinato de la niña Mari Luz Cortés, mientras que sobre él pesa una petición fiscal de 30 años de cárcel.

¿Por qué?, se pregunta y le pregunta el susodicho vecino de celda. Por robar, le hubieran dicho tanto Agamenón como su porquero. Ya en el auto de procesamiento, hace más de seis años, el juez respondió a la pregunta que todo el mundo se hacía en Marbella: ¿cómo se pasa en tan pocos años de cobrar el paro a acumular miles de millones de pesetas repartidos en cuentas, fincas, caballos, cuadros y toros de lidia? He aquí la documentada respuesta judicial: “El señor Roca es el jefe de una organización dedicada al blanqueo de los beneficios ilícitos obtenidos durante años por su actuación en el Ayuntamiento de Marbella”.

¿Cómo se pasa en tan pocos años de cobrar el paro a acumular miles de millones de pesetas repartidos en cuentas, fincas, caballos, cuadros y toros de lidia?

Más ajustada a los comportamientos descritos en el Código Penal, la sentencia se limitará a hablar de malversación de caudales públicos, blanqueo de capitales, prevaricación y cohecho, junto a la pena que conoceremos en seis o siete meses. No cambiará la respuesta de Agamenón, su porquero y el asesino de Mari Luz. Lo hubieran pillado a la primera: “Por robar”. Vale para los exalcaldes Julián Muñoz y Marisol Yagüe, los concejales Isabel García Marcos y Tomás Reñones, el constructor Pedro Román, etc. Todos se quejaron ayer de haber sufrido mucho, del dolor causado a sus familias y del daño inferido a la imagen de Marbella (hay que joderse…¡¡).

Cuenta Amparo de la Gama en El Confidencial que todos ellos escucharon el visto para sentencia entre abrazos y lloriqueos. Pero ningún mea culpa en la sala. Así que estos depredadores del dinero público no van a gozar precisamente la de la indulgencia de una ciudadanía que ve la corrupción política como un dolor de cabeza más en la España agobiada por la crisis económica. Hay demasiados personajes en candelero no por trabajar en favor de los intereses generales.

La corrupción es tan antigua como la tos. Lo nuevo, en todo caso, es que ahora nos enteramos. Son conductas muy perseguidas en estos últimos años. Además del caso 'Malaya' (saqueo de Marbella), al reinado de Zapatero pertenecen otros tan sonoros como 'Brugal', 'Pretoria', 'Poniente', 'Gürtel', 'Babel' 'EREs', 'Palma Arena'. Combatirlos debe ser tarea prioritaria de los Gobiernos, al margen de su color político. Los mismos policías, guardias civiles, fiscales y jueces que persiguieron la corrupción bajo mando de un Gobierno socialista siguen haciéndolo con un Gobierno del PP. Tolerancia cero contra la corrupción.