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Merkel y Draghi ponen la pelota en el tejado de Rajoy
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Antonio Casado

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Merkel y Draghi ponen la pelota en el tejado de Rajoy

Europa nos ofrece ayuda a cambio de sacrificios para calmar a los acreedores. Los mercados toman nota y nuestra prima de riesgo vuelve a niveles del

Europa nos ofrece ayuda a cambio de sacrificios para calmar a los acreedores. Los mercados toman nota y nuestra prima de riesgo vuelve a niveles del mes de mayo, en torno a los 450 puntos básicos. Así son de sensibles ante escenificaciones como las vividas ayer en Fráncfort y en Madrid. Veremos cuanto dura la euforia. Depende de Rajoy. En su tejado, que es el nuestro, queda la pelota. El que quiera peces, que se moje el kukusklán, como decía Olga Ramos. A Moncloa le toca decidir. Eso vino a decir la canciller de Alemania, Angela Merkel.

Ayuda por sacrificios, decimos. En realidad, nada nuevo bajo el sol en la comparecencia de Mario Draghi (BCE) y en el paso de Merkel por Madrid. Sólo retoques en la metodología. El alivio financiero como salvavidas de España ya se había puesto en práctica (hasta enero). A saber: compra de deuda en mercado secundario, a corto plazo, sin límites y sin preferencia de cobro en caso de impago. El retoque novedoso es la imperativa petición previa de rescate a los gobiernos de la zona euro, sindicados en los llamados Fondos de Rescate.

Temo que el tema de las condiciones va ser utilizada por Moncloa como pretexto para retrasar la petición de rescate hasta después de las elecciones vascas y gallegas. Nadie se imagina un recorte en las pensiones o en las prestaciones al desempleo (los dos capítulos están bajo sospecha) en vísperas electorales

Bajo ciertas condiciones, por supuesto. ¿Cuáles? Constarán en el correspondiente memorando y se sabrán cuando el Gobierno del Reino de España pida expresamente la ayuda que necesita para salir del agujero ¿Y la va a pedir? Ahí topamos con el verbo indolente del presidente Rajoy. Balones fuera. Ante la pregunta del millón no dijo ni si ni no sino todo lo contrario. Sólo las generales de la ley: “Lo que más convenga a los intereses generales”, declaró hace unos días.

No es de recibo que Rajoy vuelva a despejar la pelota para que la jueguen otros. Le dirán las condiciones -o las pactarán- cuando pida el rescate, pero él nos viene a decir que no pedirá el rescate mientras no le digan cuáles son las condiciones. Y de ese modo nadie nos saca de dudas respecto al cuánto, cuándo y cómo de las compras directas de deuda española (emisiones del Tesoro) por parte de los Fondos de Rescate y de las indirectas (mercado secundario) por parte del Banco Central Europeo.

Se supone que esas condiciones habrán de ser pactadas cuando efectivamente el Gobierno de España solicite el rescate a cargo de los mencionados Fondos sindicados por los gobiernos de la zona euro. Pero me temo que el tema de las condiciones va ser utilizado por Moncloa como pretexto para retrasar la petición de rescate (“ya no es algo dramático”, dijo Draghi) hasta después de las elecciones vascas y gallegas. Nadie se imagina un recorte en las pensiones o en las prestaciones al desempleo (los dos capítulos están bajo sospecha) en vísperas electorales.

Ojalá que el debate político de cercanías no vuelva a cruzarse en asuntos de mayor cuantía como son los tocantes al saneamiento de la economía nacional. Ya ocurrió después de las elecciones generales de noviembre, cuando Rajoy demoró su programa de ajustes y la elaboración de los Presupuestos de este año porque estaban en juego los intereses electorales de su partido en Andalucía y Asturias. Si el tiempo perdido fue entonces de seis meses esta vez será de poco más de un mes. Pero a los mercados les traen al fresco las elecciones en Galicia y el País Vasco. Si Rajoy no mueve ficha inmediatamente la prima de riesgo puede volver a las andadas, al menos hasta el 21 de octubre.

Europa nos ofrece ayuda a cambio de sacrificios para calmar a los acreedores. Los mercados toman nota y nuestra prima de riesgo vuelve a niveles del mes de mayo, en torno a los 450 puntos básicos. Así son de sensibles ante escenificaciones como las vividas ayer en Fráncfort y en Madrid. Veremos cuanto dura la euforia. Depende de Rajoy. En su tejado, que es el nuestro, queda la pelota. El que quiera peces, que se moje el kukusklán, como decía Olga Ramos. A Moncloa le toca decidir. Eso vino a decir la canciller de Alemania, Angela Merkel.

Mariano Rajoy Angela Merkel Mario Draghi