Es noticia
Artur Mas mira a las urnas tras el no de Rajoy
  1. España
  2. Al Grano
Antonio Casado

Al Grano

Por

Artur Mas mira a las urnas tras el no de Rajoy

Lo cuenta bien Angel Collado en El Confidencial: Artur Mas vino a cubrir el trámite de escuchar lo que ya sabía (el pacto fiscal no puede

Lo cuenta bien Angel Collado en El Confidencial: Artur Mas vino a cubrir el trámite de escuchar lo que ya sabía (el pacto fiscal no puede ser y además es imposible, según decía aquel torero sentencioso), como paso previo a una convocatoria electoral anticipada. Apuesten ustedes por noviembre de este año. A más tardar, en marzo. El presidente de la Generalitat y líder de CiU espera recoger en las urnas la cosecha sembrada al grito de visca Catalunya lliure. El tiro le puede salir por la culata si la oleada independentista teatralizada en las calles de Barcelona choca con la oleada de sentido común contra el desvío de recursos hacia metas distintas a la superación de la crisis económica. Y eso lo firma hasta Iñigo Urkullu (PNV).

 

Al contrario que el líder nacionalista vasco, Mas quiere cubrirse de gloria electoral por su deriva separatista y no por su gestión de la crisis económica. Eso sí, camuflándose debidamente en el lenguaje, pues sigue sin utilizar la palabra “independencia”. Entonces resultaría que Mas acabaría haciendo el trabajo a los independentistas sin complejos (ERC y otros) y a las secciones catalanas de los dos grandes partidos nacionales, PP y PSOE, que entrarían en la campaña denunciando un día sí y otro también la deriva separatista de Mas como un bote de humo para ocultar el fracaso de su gestión ante los graves problemas financieros de Cataluña.

Aunque el balón está en el aire (dice el president que lo que tenga que anunciar lo anunciará en Barcelona y no en Madrid), apuesten ustedes por una disolución de la Legislatura autonómica alumbrada hace menos de dos años (28 de noviembre de 2010). Ojalá me equivoque, porque convocar ahora unas elecciones catalanas agitadas por la pulsión identitaria, sobre el negro telón de fondo de una crisis económica que está golpeando duramente a los catalanes (y a los riojanos, y a los leoneses, a los extremeños, y a los andaluces… ¿qué les voy a contar?) es inoportuno y desestabilizador. Por tanto, irresponsable.

Pero, insisto, me parece que el señor Mas ha hecho las cosas de tal forma que, a partir de su encuentro de ayer con Mariano Rajoy en Moncloa, ya no tiene marcha atrás. Así se desprende de sus declaraciones en la delegación madrileña de la Generalitat después de su entrevista con el presidente del Gobierno. A pesar de su fariseísmo verbal, que no llama a las cosas por su nombre, los mensajes son bastante claros. Uno, se ha perdido una “oportunidad histórica” (no dice que sea la última) para el encaje de Cataluña en España. Dos, no se puede desoír “la voz de la calle” (marcha independentista del 11 de septiembre). Y tres, el no de Rajoy al Pacto Fiscal “carga de razones a quienes quieren avanzar en un proyecto de futuro para Cataluña” (por huir de la palabra “independencia” cae en el pleonasmo: ¿Es que hay proyectos de pasado?).

En cambio tiene toda la razón cuando dice que “España no es un Estado dictatorial”. Cierto. Si lo fuera se habría encontrado con el rechazo a sus pretensiones por el artículo 33, porque sí. Pero como España no es una dictadura, el presidente del Gobierno, con el lógico asentimiento del principal partido de la oposición (Rajoy habló con Rubalcaba antes y después de su cita con Mas), se atiene al ordenamiento jurídico que libremente se han otorgado los españoles. Incluidos los catalanes que refrendaron la Constitución en diciembre de 1978 (90,46% sí, 4,97 no, 4,05 en blanco).

Lo cuenta bien Angel Collado en El Confidencial: Artur Mas vino a cubrir el trámite de escuchar lo que ya sabía (el pacto fiscal no puede ser y además es imposible, según decía aquel torero sentencioso), como paso previo a una convocatoria electoral anticipada. Apuesten ustedes por noviembre de este año. A más tardar, en marzo. El presidente de la Generalitat y líder de CiU espera recoger en las urnas la cosecha sembrada al grito de visca Catalunya lliure. El tiro le puede salir por la culata si la oleada independentista teatralizada en las calles de Barcelona choca con la oleada de sentido común contra el desvío de recursos hacia metas distintas a la superación de la crisis económica. Y eso lo firma hasta Iñigo Urkullu (PNV).

Artur Mas Mariano Rajoy