Es noticia
Rubalcaba no es Griñán, pero a muchos les gustaría
  1. España
  2. Al Grano
Antonio Casado

Al Grano

Por

Rubalcaba no es Griñán, pero a muchos les gustaría

El presidente de la Junta de Andalucía ha descubierto que es un político caducado y quiere imponer a sus sucesores los mismos tiempos de caducidad. José

El presidente de la Junta de Andalucía ha descubierto que es un político caducado y quiere imponer a sus sucesores los mismos tiempos de caducidad. José Antonio Griñán anunció ayer que no repetirá como candidato y que va a proponer la limitación del mandato presidencial a dos legislaturas, en la misma tacada verbal, al final de su discurso sobre el estado de la región. Cosas de la política. Primero decide que quiere irse y luego elabora un discurso sobre lo bueno que es retirarse a tiempo. En una sola entrega el descubrimiento de que le conviene hacer mutis por el foro y el canto a la saludable renovación.

Material vivo para un ensayo sobre la insoportable levedad de la política. Y no tanto para satisfacer la voracidad de los analistas. Llevan 24 horas tratando de descifrar el anuncio de la espantada con tres años de antelación. No vale la pena darle tantas vueltas. ¿Por qué ha decidido de repente que quiere irse? Porque la ola de los ERE fraudulentos ya le llega a la barriga. Porque ha rebasado con creces la edad de jubilación. Porque, como Artur Mas en la Generalitat, sabe que está alimentando al compañero de viaje (ERC en Cataluña, IU en Andalucía). Y porque, además, era una forma de eclipsar el impacto del escándalo de los ERE en el debate sobre el estado de la región.

¿Por qué ha decidido de repente que quiere irse? Porque la ola de los ERE fraudulentos ya le llega a la barriga. Porque ha rebasado con creces la edad de jubilación. Porque, como Mas en la Generalitat, sabe que está alimentando al compañero de viaje (ERC en Cataluña, IU en Andalucía)El morbo se orienta hacia Ferraz. ¿Influirá el anuncio de Griñán en la agenda de Rubalcaba? No necesariamente, aunque querrán que lo haga quienes desde el minuto siguiente al último congreso federal (febrero 2012) tratan de desestabilizar a la dirección del PSOE. Ese será probablemente su efecto inmediato: el subidón de los adversarios de Rubalcaba, dispuestos a aconsejarle, por su bien, claro, que aprenda del presidente andaluz. Lo previsible es que topen con la legítima resistencia del actual líder socialista a modificar su hoja de ruta, mientras el Comité Federal no decida otra cosa. El propio hecho de que las primarias andaluzas se celebren ya mismo, en julio, puede servir como banco de pruebas para la posterior convocatoria de primarias a escala nacional. Razón de más para que en Ferraz se reafirmen en el calendario previsto (primavera de 2015).

Tampoco se trata de reducir a la irrelevancia el gesto de Griñán en la vida del PSOE. No es eso. Estamos hablando de su presidente federal, de la mayor organización regional del partido y la única con poder autonómico junto a la de Asturias. Pero sería muy poco consistente suponer que lo de Griñán es un problema grave en un PSOE contraído, con el agujero negro de los ERE andaluces, con la credibilidad herida desde mayo de 2010, en pleno desencuentro con los socialistas catalanes, embarcado en dramática búsqueda del votante perdido y el militante desalentado, que no despega en las encuestas a pesar del desgaste del PP, etcétera.

Las comparaciones son odiosas. Nada que ver. Mejor fijarse en las diferencias. La fundamental: Griñán quiere irse y Rubalcaba, no. Con el mismo derecho de uno a irse que el otro a quedarse. Y lo demás es quinielismo.

El presidente de la Junta de Andalucía ha descubierto que es un político caducado y quiere imponer a sus sucesores los mismos tiempos de caducidad. José Antonio Griñán anunció ayer que no repetirá como candidato y que va a proponer la limitación del mandato presidencial a dos legislaturas, en la misma tacada verbal, al final de su discurso sobre el estado de la región. Cosas de la política. Primero decide que quiere irse y luego elabora un discurso sobre lo bueno que es retirarse a tiempo. En una sola entrega el descubrimiento de que le conviene hacer mutis por el foro y el canto a la saludable renovación.

José Antonio Griñán Alfredo Pérez Rubalcaba