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El PP de Madrid huye de Rajoy
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Antonio Casado

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El PP de Madrid huye de Rajoy

Tampoco hacía falta desplazarse a Jerez de la Frontera para recordarlo: si queremos servicios públicos necesitamos ingresos públicos. El gobernante y su dogma fiscal, declamado ayer

Tampoco hacía falta desplazarse a Jerez de la Frontera para recordarlo: si queremos servicios públicos, necesitamos ingresos públicos. El gobernante y su dogma fiscal, declamado ayer por la vicepresidenta Sáenz de Santamaría. Así respondía al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, pregonero de una rebaja de impuestos a escala regional a partir de 2014. Justo en vísperas de la reforma fiscal que prepara el Gobierno para los primeros meses del año y cuyo mayor acierto “no debe medirse necesariamente en decretar rebajas fiscales”. Dicho fue a modo de réplica de Moncloa al desafío madrileño, en presencia de los 450 asistentes al XVI Congreso de la Empresa Familiar.

El alma liberal del PP estará feliz con el sucesor de Esperanza Aguirre por la presunta devolución de 357 millones de euros al bolsillo del ciudadano, y mosqueada con el ministro, Cristóbal Montoro, que parece anunciar por boca de la vicepresidenta su escasa predisposición a aprovechar la próxima reforma fiscal para esa bajada de impuestos perdida en la polvareda de las últimas campañas electorales. En la misma polvareda que se ha perdido el mantra del discurso único del PP, que presumía de decir siempre lo mismo en Madrid, en Barcelona y en Dos Hermanas, y no como otros que dicen cosas distintas.

Un nuevo quebradero de cabeza para Mariano Rajoy. Y no tanto por el supuesto alcance de la rebaja, que afecta a cuatro impuestos y carece de una declaración seria de impacto económico, sino justamente por el alcance político de la iniciativa de González. Es muy difícil saber ahora si va a tener efectos beneficiosos o creará males mayores según evolucione la crisis económica.

Lo de la rebaja de impuestos es solo el síntoma de una situación esquizoide en el PP. El Gobierno central los mientras que el Gobierno regional los baja

El asunto tiene un fuerte componente político en clave interna de partido. La moraleja está clara: el PP madrileño no va a permitir que le marquen en Génova o en Moncloa su hoja de ruta hacia las próximas elecciones territoriales (primavera 2015). Esperanza Aguirre, que manda en el partido, y González, que manda en el Gobierno, a escala regional, se entiende, han decidido huir de Mariano Rajoy y remar a su aire, al entender que la imagen del presidente y la marca nacional del PP se están deteriorando a marchas forzadas y no quieren dejarse arrastrar.

Estamos, pues, ante la confirmación de una sospecha alimentada en las últimas semanas. No sólo por cuenta de la financiación autonómica. Mucho más reciente es la diferente actitud de los dirigentes madrileños respecto a la de los nacionales ante la sentencia de Estrasburgo. Como diferente fue la acogida de unos y otros en la manifestación convocada el sábado por las victimas del terrorismo.

Lo de la rebaja de impuestos es sólo el síntoma de una situación esquizoide en el PP. El Gobierno central los sube en nombre de la cruzada general contra el déficit público y el mantenimiento de los servicios, mientras que el Gobierno regional los baja para mejorar la inversión y el consumo de los madrileños. ¿Lo que es bueno para España no es bueno para Madrid, y al revés? La pregunta es más lacerante cuando se trata del mismo partido, como es el caso.

Tampoco hacía falta desplazarse a Jerez de la Frontera para recordarlo: si queremos servicios públicos, necesitamos ingresos públicos. El gobernante y su dogma fiscal, declamado ayer por la vicepresidenta Sáenz de Santamaría. Así respondía al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, pregonero de una rebaja de impuestos a escala regional a partir de 2014. Justo en vísperas de la reforma fiscal que prepara el Gobierno para los primeros meses del año y cuyo mayor acierto “no debe medirse necesariamente en decretar rebajas fiscales”. Dicho fue a modo de réplica de Moncloa al desafío madrileño, en presencia de los 450 asistentes al XVI Congreso de la Empresa Familiar.

Ignacio González Mariano Rajoy Soraya Sáenz de Santamaría