Socialistas en su laberinto

Mal que le pese a Rubalcaba y a la actual dirección socialista, el debate sobre las primarias internas (fecha y candidatos) va camino de marcar la Conferencia Política del PSOE, convocada para este fin de semana. “En las salas, no, pero en los pasillos no se va a hablar de otra cosa”, comentaba el otro día en la distancia corta Emiliano García-Page, alcalde de Toledo y uno de los posibles competidores. Ya dejó bien claro ayer que a él, como a Patxi López, tampoco le gusta ponerse de perfil cuando toca dar la cara. A estas declaraciones se unieron las del alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y las del dirigente madrileño, Tomás Gómez, reclamando la inclusión de las primarias y de Cataluña en la agenda de la Conferencia Política.

Ruido mediático que nos aleja del fondo de la cuestión. Banda sonora en vísperas del gran cónclave político e ideológico del PSOE, pensado para forjar las bases de una nueva oferta electoral después del hundimiento (noviembre 2011). Por la reflexión a la inflexión. Se trata de reformular asuntos tan serios como el papel de la izquierda, el Estado del bienestar en tiempos de crisis, el sistema fiscal, la creación de empleo, el funcionamiento de los partidos políticos, la laicidad, etc.

¿Qué sentido tiene el quinielismo de las fechas y los nombres de unas primarias sin haber elaborado antes las bases programáticas de un partido con serios problemas de discurso y de rumbo?

Sin embargo, el ruido de los debates instrumentales, como es el de las primarias, nos distrae de los contenidos llamados a formar parte del nuevo proyecto socialista. El dirigente vasco, Patxi López, lo decía ayer en la radio con toda claridad: “Para liderar ideas, primero hay que tenerlas”. Bingo. ¿Qué sentido tiene el quinielismo de las fechas y los nombres de unas primarias sin haber elaborado antes las bases programáticas de un partido con serios problemas de discurso y de rumbo?

Sostener que debe ser al revés, primero líder y luego proyecto, es tanto como someter al libre albedrío de una persona las ideas, la memoria histórica y la organización de un partido. Debe ser justo al contrario. Lo suyo, lo razonable, lo congruente es que el líder elegido por los militantes y simpatizantes de un partido se ponga al servicio de un proyecto y una hoja de ruta previamente elaborados. El piloto firma un contrato con el partido al asumirlos como propios. Naturalmente, en sus líneas generales y principales referentes ideológicos.

De elaborar el proyecto socialista que recupere el favor de la ciudadanía se trata en esta Conferencia Política. Nada que ver con un congreso donde también se habla de nombres. Este es un debate sólo de ideas, que se discutirán en cuatro comisiones y seis foros (uno de ellos presidido por Felipe González y otro por Zapatero), en el que no figura la cuestión territorial (Cataluña, al fondo) porque ya se cerró en conferencia monográfica (julio 2013, Granada) ni el debate sobre las primarias porque la decisión de celebrarlas ya está tomada (eso es lo realmente importante, como buena práctica democrática) y la fecha es competencia exclusiva del Comité Federal.