Es noticia
Rajoy y Cañete: todo por Europa
  1. España
  2. Al Grano
Antonio Casado

Al Grano

Por

Rajoy y Cañete: todo por Europa

A la espera de conocer a su sustituto (sustituta, y no de forma inmediata, será a la vuelta de la Semana Santa, háganme caso), el ministro

A la espera de conocer a su sustituto (sustituta, y no de forma inmediata, será a la vuelta de la Semana Santa, háganme caso), el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente se despidió ayer de sus colegas europeos. Dijo estar preparado para entrar de lleno en la campaña electoral, aunque no se ha limitado a correr por la banda en el precalentamiento. Hoy mismo se reúne, junto a González Pons, con las Nuevas Generaciones del PP. Y ayer en Luxemburgo expuso su doctrina de que el caso es servir a España, da igual que sea con el gorro de ministro que con el de candidato. Hombre, según y cómo.

Como ya vale todo, aquí nadie se ha rasgado las vestiduras ante el hecho de que un miembro del Gobierno utilizase el atril institucional para hacer campaña a favor del PP. Menos mal que la vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, había advertido en numerosas ocasiones que en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros nunca se tratarán cuestiones de partido, que si no lo llega a advertir.

Así entró en campaña el viernes pasado Miguel Arias Cañete, candidato a empujones del PP después de que el dedo perezoso de Rajoy se convirtiera en dedo mandón porque se le echaba encima el calendario. Su debut consistió en declarar la guerra a unas encuestas que no garantizan el escaño a quienes ocupan puestos inferiores al número 16: “Algunos compañeros que están por debajo en la lista se van a llevar una sorpresa”. Imposible ser más elocuente sobre el pesimismo reinante en las filas de su partido: sólo una sorpresa le salvará de perder cuatro o cinco escaños en el Parlamento Europeo. No me extraña su escaso entusiasmo por encabezar el cartel del PP.

La apuesta por Cañete y González Pons confirma el vértigo del presidente ante su primer examen electoral después de barrer en las últimas elecciones generales

Atrás, pero no muy atrás, apenas una semana, quedaban unas declaraciones del ministro destinadas a pinchar el quinielismo sobre su eventual nominación a encabezar el cartel del PP en las elecciones europeas del 25 de mayo: “Creo que no iré de candidato a las elecciones europeas. Estoy muy contento donde estoy y me queda una apasionante segunda parte de la Legislatura”. Pues toma dos tazas.

Y atrás, pero no muy atrás, apenas diez días, tampoco parecía muy motivado quien finalmente secundará al ministro en el número dos del cartel europeo, que será el número uno cuando Cañete se convierta en comisario de la UE,para lo que tiene “no el 100, sino el 120% de posibilidades”, me dice un alto funcionario de Bruselas. Me refiero a Esteban González Pons, actual vicesecretario general del PP en Estudios y Programas. Cuando su nombre apareció en las quinielas, no tardó en salir al paso del rumor, asegurando en una conversación informal con periodistas que a él tampoco le atraía la idea de dedicarse a la política europea.

Claro que donde hay patrón no manda marinero. Se entiende. Son dos pesos pesados en el PP. Por tanto, la apuesta por estos dos nombres confirma el vértigo del presidente ante su primer examen electoral después de barrer en las últimas elecciones generales. Ahora los incómodos mensajeros de una ciudadanía cabreada ya no serán encuestas, sino urnas de verdad y un resultado que inevitablemente será analizado en clave doméstica. “Voto de castigo”, lo llaman los expertos, y es la sombra que oscurece los pensamientos de Rajoy. De ahí sus conmovedores llamamientos a los dirigentes locales por una campaña “puerta a puerta” que movilice a los votantes con el consabido argumentario: inminente salida de la crisis, bajada de impuestos y herencia recibida.

A la espera de conocer a su sustituto (sustituta, y no de forma inmediata, será a la vuelta de la Semana Santa, háganme caso), el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente se despidió ayer de sus colegas europeos. Dijo estar preparado para entrar de lleno en la campaña electoral, aunque no se ha limitado a correr por la banda en el precalentamiento. Hoy mismo se reúne, junto a González Pons, con las Nuevas Generaciones del PP. Y ayer en Luxemburgo expuso su doctrina de que el caso es servir a España, da igual que sea con el gorro de ministro que con el de candidato. Hombre, según y cómo.

Parlamento Europeo Cuatro Esteban González Pons Miguel Arias Cañete Mariano Rajoy