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La izquierda mochilera ningunea al PSOE
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Antonio Casado

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La izquierda mochilera ningunea al PSOE

En su primer aniversario, celebrado este fin de semana en Sevilla, Podemos confirmó intenciones: quitarle el poder al PP, los dirigentes a IU y los votos

En su primer aniversario, celebrado este fin de semana en Sevilla, Podemos confirmó intenciones: quitarle el poder al PP, los dirigentes a IU y los votos al PSOE. Concede al PP de Rajoy el estatus de adversario oficial del partido de los indignados y ningunea al PSOE de Sánchez, que pesca en su mismo caladero, la izquierda de toda la vida.

Aunque Iglesias le niegue esa condición, el adversario electoral de Podemos es el PSOE, cuyo espacio aspira a ocupar. Por tanto, necesita parecerse al partido fundado por el otro Pablo Iglesias, el histórico, el que lideró el rescate de la clase obrera en los albores del siglo XX y el proceso modernizador de la España posfranquista. Palabras mayores tatuadas en la memoria colectiva. Ahí es donde debe esperarle Pedro Sánchez mostrando el radicalismo de Podemos y haciendo ver las diferencias entre dos partidos que comparten la aversión política e ideológica a la derecha de toda la vida. Lo que les une y lo que les separa. Dicho sea como luz de posición en el quinielismo sobre eventuales alianzas de futuro.

Sin embargo, en la pugna electoral ya abierta (territoriales de primavera, generales de otoño) el PSOE tiene la dramática necesidad de ser reconocible como un partido con pasión por la libertad, la igualdad y la solidaridad, en el marco europeo, sediento de centralidad y perfectamente creíble a la hora de denunciar las peligrosas inclinaciones de su competidor: el populismo bolivariano, los radicalismos de infausta memoria, el culto al líder o la política de borrón y cuenta nueva respecto a las instituciones de 1978.

Hacer de menos al PSOE se le podría volver en contra a la izquierda mochilera. Por su efecto movilizador de desalentados votantes del socialismo democrático a lo largo de estos treinta y tantos últimos años. Tienen memoria. De todo lo que ha ocurrido en este fecundo tramo de la historia de España, no solo del giro a la derecha de Zapatero, que rompió el pacto con sus electores en mayo de 2010 y desde entonces este partido no levanta cabeza.

Iglesias no debería olvidar que el 75%de los que simpatizan con él quieren pactos con el PSOE. Y que quienes se mantienen fieles al voto socialista preferirían pactar con Podemos antes que con el PP, en una proporción del 52%, frente al 18%.

Sin embargo, este domingo dispuso de la primera página de un periódico de alcance nacional para profetizar que solo el PP y Podemos van a contar en la lucha por la Moncloa. Lo nunca visto en un sistema que valora a las fuerzas políticas en liza por su cotización en las urnas, no en las encuestas.

En su primer aniversario, celebrado este fin de semana en Sevilla, Podemos confirmó intenciones: quitarle el poder al PP, los dirigentes a IU y los votos al PSOE. Concede al PP de Rajoy el estatus de adversario oficial del partido de los indignados y ningunea al PSOE de Sánchez, que pesca en su mismo caladero, la izquierda de toda la vida.

Pedro Sánchez El País